Banderas de la Unión Europea.

Banderas de la Unión Europea. Shutterstock

Noticias y novedades

El Parlamento Europeo exige elevar a 16 años la edad mínima para acceder a las redes sociales

La Unión Europea está estudiando subir la edad mínima para poder acceder a redes sociales dentro del mercado común para proteger a los menores.

Más información: Qué es el nuevo DNI Digital Europeo, qué ventajas implicará su uso y qué significará su implantación en España

Publicada
Actualizada

En una decisión que podría transformar radicalmente el entorno digital de los adolescentes en España y en el resto de la Unión Europea, el Parlamento Europeo ha aprobado un informe que solicita establecer la edad mínima para acceder a las redes sociales en los 16 años.

Esta iniciativa, impulsada por la creciente preocupación sobre la salud mental de los menores, busca armonizar las normativas digitales en todo el continente y proteger a los jóvenes de las prácticas adictivas de las grandes plataformas tecnológicas.

La propuesta ha recibido un respaldo contundente en la cámara, con 483 votos a favor, reflejando un consenso político sobre la urgencia de actuar frente a los riesgos digitales.

Los eurodiputados han expresado su profunda inquietud por el deterioro del bienestar físico y mental de los menores, vinculándolo directamente con el uso desmedido de internet.

Según datos debatidos en la sesión, uno de cada cuatro niños y jóvenes muestra patrones de uso de teléfonos inteligentes que se asemejan a una adicción conductual.

Menor en redes sociales

Menor en redes sociales iStock El Androide libre

El informe subraya que las estrategias actuales de las plataformas están diseñadas para maximizar el tiempo de pantalla, a costa de la capacidad de concentración, el sueño y la autoestima de los usuarios más jóvenes.

La propuesta plantea que los menores de 16 años no puedan registrarse en redes sociales, plataformas de vídeo o aplicaciones de inteligencia artificial sin el consentimiento explícito de sus padres.

Actualmente, el límite en muchos países se sitúa en los 13 años, pero los legisladores consideran que esta barrera es insuficiente para garantizar la seguridad de los adolescentes frente a contenidos nocivos, ciberacoso y algoritmos manipuladores.

Contra el diseño adictivo: el fin del "scroll infinito"

Uno de los puntos más fuertes del texto aprobado es la exigencia de prohibir las técnicas de diseño que fomentan la dependencia.

Los eurodiputados argumentan que las compañías tecnológicas explotan la vulnerabilidad psicológica de los menores para mantenerlos enganchados.

Para combatir esto, el Parlamento solicita la eliminación por defecto de varias funciones en las cuentas de menores:

  • El desplazamiento infinito (infinite scroll), que impide al usuario encontrar un punto natural de finalización en el consumo de contenido.
  • La reproducción automática de vídeos, que encadena contenidos sin que el usuario decida activamente verlos.
  • Las notificaciones push excesivas y constantes que interrumpen el descanso y la concentración.
  • Los sistemas de recompensas por permanencia o "rachas" (reward loops) que gamifican la adicción.
  • El mecanismo de deslizar para actualizar (pull-to-refresh), inspirado en las máquinas tragaperras para generar picos de dopamina.

Responsabilidad real para las plataformas

El informe no se limita a sugerencias técnicas, sino que apunta a la responsabilidad corporativa.

Los eurodiputados insisten en que los sistemas de verificación de edad deben ser rigurosos, precisos y respetuosos con la privacidad, apoyando el desarrollo de una Cartera de identidad digital europea para facilitar este control.

Además, advierten que la implementación de estos sistemas no exime a las plataformas de su deber de ofrecer productos seguros desde el diseño.

Para garantizar el cumplimiento, el Parlamento sugiere una medida drástica: que los altos directivos de las empresas tecnológicas puedan ser considerados personalmente responsables en casos de incumplimiento grave y persistente de la normativa, especialmente en lo relativo a la protección de menores.

Se busca así incentivar un cumplimiento más estricto de la Ley de Servicios Digitales y evitar que las multas económicas sean vistas simplemente como un coste operativo por las grandes corporaciones.

Aunque este informe no es vinculante legislativamente de inmediato, ejerce una fuerte presión política sobre la Comisión Europea para que endurezca las leyes actuales.

Voces destacadas en el debate, como la ponente Christel Schaldemose, han recalcado que la sociedad no puede dejar solos a los padres en esta batalla y que es deber de las instituciones asegurar que el entorno digital sea un lugar seguro para el desarrollo de la juventud europea.