Meta, al igual que otras compañías tecnológicas como Apple, ha de someterse a las directrices impuestas de la Ley Europea de Servicios Digitales (DSA). Ya anunció el mes pasado todos los cambios que van a llegar para respetar la privacidad de los usuarios europeos y españoles, pero ahora ya está contemplando la posibilidad de que se pague una suscripción mensual por el uso de Instagram y Facebook sin anuncios.

La verdad que la idea suena bastante bien, ya que mediante el pago propiciaría el uso de estas dos redes sociales para no ver ningún anuncio en ningún momento, aunque el coste mensual sería su mayor obstáculo, y más si cabe cuando ni se sabe la cantidad que costaría quitarse de en medio todos esos anuncios.

La idea central de este movimiento de Meta es llevarse mejor con los reguladores europeos para seguir operando en Europa sin ningún tipo de traba. Y es que desde la llegada del RGPD (Reglamento General de Protección de Datos), las grandes tecnológicas han recibido cuantiosas multas que las están forzando en aplicar todo tipo de medidas para así seguir las pautas indicadas desde la Ley de Mercados Digitales (DMA) y la Ley de Servicios Digitales (DSA).

Presentación del proyecto de ley de servicios digitales CE

Entre algunas de esas directrices se encuentra que las redes sociales han de mostrar el orden cronológico en el muro o 'timeline' por defecto. Es decir, que no obligue al usuario español a pulsar sobre la opción para así acceder al orden cronológico. la realidad de estas directrices está basada en lo que debería de ser una red social de verdad y no la continua lluvia de anuncios y sugerencias que ocultan el contenido que realmente interesa a cualquiera: el que comparten amigos, familiares y contactos.

Las multas recibidas por algunas de estas grandes tecnológicas han servido para que reciban una ducha bien fría y así entiendan que en Europa han de manejarse de otra manera para ofrecer una experiencia más real en las redes sociales. Por ejemplo, Meta en mayo de este año recibió la multa de mayor calibre en la historia de la Unión Europea. 1.200 millones de euros es una cifra que es capaz de 'despertar' a cualquiera de estas grandes, por lo que los movimientos ya se están produciendo, tal como sucedió con esa publicación de Meta en su blog anunciando diversos cambios en Facebook e Instagram.

Mark Zuckerberg Reuters El Androide libre

Mark Zuckerberg, CEO de Meta, ya dejó caer hace unos meses que cabría la posibilidad de que en algún momento se pudiese pagar por Facebook para que no mostrase anuncios; casi fue un movimiento por su parte para allanar esta posibilidad en los siguientes meses. Se ha traducido de tal forma que varias personas cerca del entorno de Meta han mencionado, desde el anonimato, al New York Times de que existe una posibilidad de pagar por Facebook e Instagram para así enfriar las preocupaciones existentes en la Unión Europea en relación con la privacidad de los usuarios.

De momento, se desconoce el coste de la suscripción para el uso de ambas redes sociales, pero las dos tendrían sus versiones gratuitas, así que lo único que cambiaría sería que el usuario que pague eliminaría los anuncios. Y es que Meta ha sufrido ya en sus propias carnes, aparte de la multa millonaria, el bloqueo de Threads, su gran alternativa a X (conocida antes como Twitter), en la Unión Europea debido al uso que hace de los datos de los usuarios.

Meta está ante un arma de doble filo, ya que por un lado iría a la par que las exigencias de las leyes europeas, pero podría sufrir un varapalo si las suscripciones no son lo suficiente; aparte de que se le daría toda la libertad para incluso incrementar la cantidad de anuncios que se pudieran ver desde las versiones gratuitas de ambas redes sociales, y así casi forzar a los usuarios a que pagasen por la de pago. Todo dependerá del precio y si finalmente el gigante tecnológico ve con buenos ojos a Facebook e Instagram de pago.