El nuevo giro en la desaparición definitiva del notch o recorte de la pantalla frontal son las cámaras bajo el panel. Aún no tenemos ningún móvil presentado con esta tecnología, pero son dos las marcas que apuestan por ella actualmente: Xiaomi y OPPO. Ambas presentaron un anticipo sobre un smartphone real, pero es la segunda la que ganaría en términos de primicia: el primer móvil con cámara bajo la pantalla se desvelaría mañana 26 de junio.

Sabíamos que OPPO tenía previsto desvelar su tecnología porque así lo comunicó en forma de avance. La desvelará en el MWC de Shanghai, un evento tecnológico que se celebra en la ciudad china entre el 26 y 28 de junio, ambos inclusive. Ahora bien, el vicepresidente de la marca, Brian Shen, se ha encargado de aplicar una pizca de modestia aclarando que la calidad de imagen aún no está a la altura de lo esperado.

La tecnología de cámara bajo la pantalla está lista, pero aún necesita mejorar para estar a la altura del resto de cámaras

Tal y como ya vimos en el ejemplo de Xiaomi, la idea es que una segunda pantalla, que ocupa el área de salida del objetivo, funciona dando continuidad con el resto del panel. Cuando esa segunda pantalla está activa el frontal se ve uniforme; en el momento en que hace falta utilizar la cámara delantera el segundo panel se hace transparente para dejar pasar la luz al sensor. Este funcionamiento, repetimos, es el que detalló Xiaomi, pero es de suponer que OPPO haya utilizado una tecnología similar en su futuro móvil.

Según ha destacado Brian Shen en su perfil de Weibo, y tras comentar una actualización de un usuario ante un mensaje del propio perfil de OPPO, la aplicación de la nueva tecnología de captura necesita mejorar. Brian aclara que es consciente de los defectos de esta primera versión ya que, como él mismo especifica, la calidad de imagen no está a la altura de lo esperado.

Mensaje de Brian Shen en Weibo traducido por Google Chrome

Igual que vimos en los escáneres de huella bajo la pantalla, la tecnología de las cámaras aún no está madura; de ahí que haya margen de mejora. Habrá que ver qué efectos tiene sobre la imagen capturada este tipo de tecnología y si realmente empeora lo suficiente las fotos como para no valer la pena a la hora de hacer selfies.