Newspaper Boy, como Paper Boy ¡pero con violencia!

Newspaper Boy, como Paper Boy ¡pero con violencia!

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Newspaper Boy, como Paper Boy ¡pero con violencia!

Una peculiar revisió: Newspaper Boy, como Paper Boy, nos mete en la piel de un repartidor de diarios pero deberemos volar las casas con dinamita. ¡Boom!

18 febrero, 2015 10:39

Paperboy fue un juego de Atari que nos hizo invertir muchas de las valiosas horas de nuestra infancia repartiendo periódicos en el barrio de nuestra NES o Master System, asustándote cada vez que, sin querer rompías una ventana, y eso es lo que nos propone Newspaper Boy Saga: causar destrucción a golpe de periódico.

Newspaperboy, como Paperboy, nos mete en la piel de un repartidor de diarios, pero en esta ocasión hay una poco sutil diferencia, y es que los diarios que repartiremos en este juego es de los que provocan una onda expansiva, y no porque hable de los sobres de Bárcenas o de los trapicheos de Monedero, sino porque en este caso incluyen un precioso cartucho de dinamita.

El objetivo del juego no será otro que tratar de volar por los aires todas las casas del vecindario rompiendo todas las ventanas con nuestros explosivos periódicos, mientras recogemos monedas y esquivamos obstáculos como coches o retretes abandonados en medio de la calzada (un barrio extraño). Y no nos olvidemos de la relajante posibilidad de dar un periodicazo en la jeta a los paseantes.

Noticias de destrucción masiva

El juego también nos permitirá modificar nuestra bicicleta para convertirla en una máquina de matar digna de Carmaggedon y mejorar nuestros explosivos.

Aunque Newspaper Boy es gratuito, incluye compras integradas en la aplicación para personalizar nuestra bicicleta o comprar nuevas armas con las que ayudar a este aprendiz de Unabomber a arrasar con el vecindario. Los niveles del juego son cortos e ideales para entretenerte mientras esperas el metro o mientras estás en el trono.

Sin duda, es una de las revisiones de un clásico más curiosas que hemos visto: un cruce entre Paper Boy y GTA parecía imposible pero aquí lo tenemos. Y decían que los diarios de papel estaban muertos.