Google Stadia ya permite comprar el mando por separado

Google Stadia ya permite comprar el mando por separado

El Androide Libre

Google Stadia: todos los desafíos a los que se enfrenta el "futuro de los videojuegos"

Google Stadia ya está entre nosotros, pero la nueva plataforma está generando muchas dudas por un lanzamiento aparentemente flojo. ¿Cuáles son sus desafíos?

19 noviembre, 2019 20:19

Hoy Google ha decidido lanzar Stadia, su propio servicio de streaming de videojuegos. Se trata de una de las apuestas más ambiciosas por parte de Google, dónde están poniendo todo lo posible por competir de tú a tú con grandes del videojuego como Sony, Microsoft o Valve.

Huelga decir que Google no es la única con intenciones de entrar al mercado del videojuego a través del streaming, ya que compañías como Nvidia lo están haciendo excelente con Geforce Now, y no ha tenido el mejor de los comienzos, tal y como cuentan algunas de las primeras impresiones del servicio.

¿Es Stadia un producto inacabado? ¿Qué dificultades plantea? ¿Llega demasiado pronto? ¿Llega demasiado tarde? ¿Qué armas tiene para triunfar?

Google Stadia, un resumen de sus aspectos clave

La industria del videojuego es una industria que en las últimas décadas ha crecido a niveles exponenciales. Hemos pasado de títulos que literalmente eran dos barras y una bola a gráficos fotorrealistas con narrativas que ya les gustaría tener a muchos éxitos de Hollywood. Todo esto ha sido posible gracias a una evolución en el hardware, con unas evoluciones que hemos visto marcadas como generaciones de consolas.

Una consola suele nacer con unas especificaciones, y durante 5-7 años los desarrolladores le sacan el máximo potencial, siempre teniendo en cuenta las limitaciones técnicas. Cuando sale una nueva consola, la evolución de los componentes suele eliminar muchas barreras técnicas a los equipos creativos.

La premisa de Google Stadia, y en esencia casi cualquier servicio de streaming, es eliminar esos límites generacionales, dando a los desarrolladores capacidades de cómputo a una mayor escala. Esta potencia se encuentra en unos centros de datos diseñados por la propia Google, con las siguientes implicaciones:

  • No necesitas una consola: como el juego se ejecuta remotamente, tu viejo PC, tu televisión, tu portátil o tu propio móvil son ahora la consola.
    • El principal beneficio que Google vende aquí está en que se acabaron las descargas y actualizaciones, un problema de las consolas actuales. Pulsa en jugar y juega.
  • No tienes que alquilar un servidor:  Stadia no es por si mismo un servicio de suscripción, sino una plataforma más en la que si compras un juego, puedes jugarlo inmediatamente, para siempre, y sin ningún coste adicional para jugar con calidad 1080p.
    • Los juegos que compres se quedan en tu cuenta para siempre.
  • ¿Entonces eso que dicen de la suscripción? si quieres jugar en calidad 4K a 60 fotogramas por segundo tienes que suscribirte a Stadia Pro (10 euros al mes). Con esta suscripción desbloqueas los mejores gráficos y además vas recibiendo una colección de juegos gratuita a la que puedes jugar mientras sigas suscrito.
    • Como dato extra, para jugar hoy en día en calidad 4K a 60 imágenes por segundo necesitas un ordenador muy baro.

El desafío más importante: la propia calidad y estabilidad del servicio

El primer traspiés de Google Stadia lo pudimos ver ayer, cuando salieron las primeras reseñas. Si bien el producto parece funcionar, varios analistas han tenido, incluso con buena conexión, problemas de rendimiento en los juegos.

Este es el gran desafío de los servicios de streaming, que al ejecutarse de forma remota tiene la responsabilidad de funcionar perfectamente. Este desafío no es únicamente de Google, sino de toda la industria, y es un problema que seguramente lleves años sufriendo.

¿No te ha ocurrido que a veces estás jugando en línea y el juego funciona con retardos? Ese fenómeno se conoce comúnmente como lag, y sucede en juegos que la única información que comparten con los servidores son órdenes de ordenador, las cuales requieren un ancho de banda mucho más limitado.

Los servicios de streaming intercambian como órdenes las pulsaciones que realices en el mando, teclado o ratón. Esa información debe de ser enviada al centro de datos, ser procesada por el juego, y después enviar la imagen del juego a nuestro dispositivo. Es un reto técnico muy complejo.

Reducir la barrera de entrada, la gran virtud del «streaming»

Una gran ventaja que tendrá Google Stadia es su accesibilidad cuando el servicio esté preparado para la modalidad gratuita (durante los primeros meses, solo los compradores del pack de Stadia podrán usar el servicio).

Lejos de competir contra una consola, la modalidad gratuita de Stadia ofrece un gran punto de partida para entrar en el mundo del videojuego. No necesitas comprar una consola, ni un PC gamer. Únicamente compras el juego al que quieres jugar y ya puedes disfrutarlo.

Esta ventaja abre el servicio a un inmenso número de jugadores, los que se terminan comprando una consola para jugar a un juego o dos (juego al que después juegan mucho, o no tanto). También es un gran punto de partida para captar a una nueva generación de jugadores, los cuales solo necesitarán un viejo ordenador de oficina para acceder a juegos para los que antes necesitaban una consola.

Aquí los precios de los juegos tienen un gran peso. En el lanzamiento oficial hemos tenido un sabor agridulce, ya que si bien la mayoría de títulos ya estaban disponibles en todas las plataformas de juego, al ser juegos que llevan un tiempo ya están rebajados en estas, mientras que en Stadia cuentan con el precio original.

Este es un problema temporal de la plataforma a nivel inicial, ya que conforme vayan saliendo nuevos juegos veremos que estos están al mismo precio en todas las plataformas.

Su mayor arma: YouTube

Hablar de nuevas generaciones suele llevarnos casi directamente a YouTube, y es que los jovenzuelos (y no tan jóvenes) por línea general aman YouTube. Y Google desde el primer momento comprendió que teniendo una de las plataformas más importantes de emisión de vídeo en directo, no aprovecharla sería perder una sinergia que es clave para el futuro de la plataforma.

Uno de los aspectos cruciales de Stadia es la integración con YouTube, ya que los propios creadores de contenido tienen herramientas que hacen absurdamente fácil compartir tus partidas. Pero ahí no queda la cosa, y es que los propios espectadores podrán ponerse en la situación de sus streamers preferidos.

Cuando estés viendo un vídeo en YouTube y el juego sea compatible con Stadia, tendrás un acceso directo para jugar (y comprarlo si aún no lo has hecho). Pero este botón no solo permitirá abrir el juego, sino revivir el fragmento del vídeo que representa.

Esta característica (que desconocemos cuando estará disponible) es bestial y abre una nueva forma de jugar a videojuegos. Un ejemplo muy práctico es que puedes hacer vídeos que planteen desafíos a tu comunidad, como derrotar a todos los jefes finales de un juego con el arma más básica, pero hay mil ejemplos más. Tiene potencial de ser una nueva forma de jugar que solo estaría disponible en Stadia.

Google aquí no lo tiene demasiado complicado para promocionar Stadia. Basta con llegar a acuerdos con los YouTubers más relevantes del sector del videojuego y que sean los propios gameplays los que hagan que los potenciales nuevos usuarios deseen usar Stadia.

Google Stadia va a contrarreloj y tiene un plazo de un año

A día de hoy Stadia no es nada recomendable, y eso lo tenemos claro. Ninguna de sus potenciales virtudes está activa de momento:

  • El servicio necesita ser pulido.
  • Tiene una barrera de entrada que exige pagar 129 euros por el paquete Premiere de Stadia (o haber reservado hace unos meses el pack Founders, también de 129 euros).
  • Los juegos que hay en su mayoría ya estaban en otras plataformas a precios mucho más bajos.
  • Si quieres jugarlo en móvil, necesitas un Google Pixel.
  • Las herramientas de YouTube no han sido anunciadas.

Pero Stadia no es una apuesta de presente, sino de futuro. Era evidente que al ser un servicio de red tendría problemas de conexión, y lo que tenemos hoy no es más que una beta. Una beta que debe darse prisa en materializarse como un producto que realmente valga la pena.

El momento clave ya está fijado, y son las navidades de 2020. Tanto Sony como Microsoft están trabajando duramente en la próxima generación de consolas, Playstation 5 y Project Scarlett, consolas que harán que muchos usuarios se planteen qué hacer en la nueva generación.

Estas dos compañías trabajan también en su propio servicio de streaming, y probablemente ofertarán la posibilidad de jugar a los títulos de nueva generación en consolas actuales gracias al poder del streaming.

Verano de 2020 es el momento clave para servicios como Stadia.

Probablemente estas consolas sean presentadas en junio durante el E3 y se pongan a la venta para la campaña navideña. Google, Nvidia y otras tantas se jugarán pasar a la primera división del mercado del videojuego durante el verano de 2020.