Las cámaras de smartphones están muy avanzadas pero aún les queda para llegar a sustituir a una cámara réflex de verdad, aunque los móviles cada vez ofrecen más comodidades.

Cada nuevo modelo que sale al mercado cuenta con una mejor cámara integrada. Las principales mejoras que hay cada año están centradas en este apartado. El sensor fotográfico se ha convertido en un factor importante a la hora de decantarte por un smartphone.

Somos conscientes de la tremenda calidad que puede darnos la cámara de nuestro smartphone. Ahora las aplicaciones de cámara son mucho más completas e incluyen modos que dan más juego a la hora de hacer fotografías. Tenemos el ya conocido modo manual que te permite tocar valores como la exposición, distancia focal, velocidad de obturación e ISO. También hay otras que nos permite modificar el balance de blancos incluso.

Pero hay una distancia aún considerable entre la calidad fotográfica que puede darnos un smartphone y la que puede darnos una cámara réflex dedicada para la fotografía. Sí, repetimos, los smartphones de alta gama de la actualidad dan muy buenos resultados pero una cámara fotográfica es una cámara fotográfica.

Los objetivos intercambiables dan más juego

Los mejores smartphones que podemos comprar en la actualidad incorporan sensores fotográficos respetables. Sony hace unas buenas cámaras para dispositivos móviles al igual que Leica para Huawei como las Carl Zeiss. Las calidad que ofrecen los smartphones con los mejores sensores del mercado es notable. La diferencia es que mientras un smartphone tiene un único sensor, en las cámaras réflex seguimos teniendo objetivos intercambiables. Ya sea uno para retratos como para fotografías de lejos.

Esto con los ya caídos en el olvido teléfonos modulares se podía llegar a conseguir. Un módulo de cámara distinto según el tipo de fotografía que quisieses hacer. Hay terminales como el Moto Z con su mod de cámara que permiten ir un paso más allá con la cámara que trae tu smartphone. Lo mismo ocurría con el LG G5 y algún que otro terminal de Sony que tenía como accesorio un objetivo de cámara. Pero esto sigue sin ser equiparable a lo que obtendríamos con una cámara dedicada para ello.

Hay objetivos que cuestan más que el Galaxy Note 8 y que son capaces de ayudarte a obtener una fotografía mucho mejor que la que harías con un smartphone. Cuando se ven esos vídeos de gran calidad que dicen que está grabado con un smartphone, en realidad hay un juego de objetivos detrás que hacen que el resultado sea mucho mejor. Sí, el procesado lo hace el smartphone, pero tiene muchas ayudas.

Los modos acercan al smartphone a una reflex

Las aplicaciones de cámara integradas en los nuevos smartphones incluyen gran variedad de modos. Desde el ya tan instaurado modo manual donde jugar con más parámetros hasta otros para retratos o embellecer. Este último hace que obtengamos unos resultados distintos a los que tendríamos con una cámara. Se aplican una serie de filtros antes de capturar la imagen y eso ahorra a la mayoría de usuarios tener que usar un programa de edición.

Aunque tengamos el modo manual, siguen habiendo parámetros que no podremos cambiar en los smartphones de hoy en día. Por ejemplo, la apertura es algo que está fija en los smartphones. La ISO no se puede cambiar en todos o la velocidad de obturación no es igual que en una cámara fotográfica. Pero.. ¿Es realmente necesario tanta ‘parafernalia’ en un smartphone?

La mayoría de usuarios hace fotografías de lo que ve y no necesita de una calidad fotográfica excesiva. Al que le guste la fotografía, tendrá una cámara buena en su casa. Mientras que la cámara de un smartphone sirve para inmortalizar un momento, la cámara fotográfica te deja ir más allá. Aunque cada vez más smartphones están dotados de mejores cámaras y llegará el momento en que una cámara digital casi no tenga sentido.

La comodidad de poder tener la fotografía ya disponible para compartir

En mi opinión, creo que esto es lo principal que llama a un usuario a tomar las fotografías con su smartphone en lugar de con una cámara. El proceso de salir a hacer fotos con tu cámara es:

1. Coge tu cámara, que no será pequeña y cárgala todo el rato que quieras hacer fotos
2. Haz todas las fotos que quieras
3. Importa las fotografías a tu ordenador
4. (Opcional) Edita las que te gusten en tu programa de edición favorito
5. Copia las fotos a un servicio en la nube o envíalas como quieras a tu smartphone
6. Compártela por redes sociales

Esto hace que a veces no te apetezca llevarte la cámara a la calle y es por eso que yo, personalmente, a veces la dejo en casa. Sin embargo, con un smartphone es mucho más fácil. Pesa muchísimo menos, no ocupa espacio y no tienes que llevar algo más encima porque siempre sueles llevar el móvil encima.

Además, hay muchas aplicaciones de edición de fotografías en Android que te permiten corregirlas para publicarlas a tus redes sociales. Todo desde tu smartphone, sin tener que subirlas a ningún servicio de almacenamiento en la nube para mandarlas del PC a tu móvil.

En mi opinión, creo que muchos usuarios optan por hacer fotografías con su smartphone por la comodidad que este ofrece. No tienes que llevar más de lo que siempre llevas ni tienes que mover las fotografías entre dispositivos. Todo desde uno y los resultados, sinceramente, no se notan demasiado tras la compresión en las redes.

Y vosotros, ¿soléis hacer fotografías con vuestro smartphone?