Image: Estado autonómico y reforma federal

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Ensayo

Estado autonómico y reforma federal

Varios Autores

23 mayo, 2014 02:00

Banderas autonómicas en el Senado español en Madrid. Foto: Javier Carro

No resulta sorprendente este renovado interés por el federalismo. Las demandas independentistas que se han suscitado en Cataluña y en el País Vasco han reavivado, en algunos partidos políticos, como forma de resolución de la crisis, unas propuestas federales que no son demasiado bien conocidas por muchos ciudadanos. En cualquier caso los títulos que se reúnen en este comentario no son respuestas oportunistas generadas por urgencias editoriales, sino frutos de investigaciones concienzudamente realizadas.

En el conjunto de libros que ahora comentamos se aborda el fenómeno federal, tanto en su perspectiva histórica como en la de la teoría política. A ellas se añaden sugerentes comparaciones de la situación española con la de otros sistemas federales existentes en el mundo.

En el plano de la investigación histórica se mueve, por ejemplo, El federalismo. La libertad protegida, la convivencia pactada (Alianza, 2014), el estudio de José Antonio Piqueras, catedrático de historia de la Universidad Jaime I de Castellón. El libro forma parte de una colección en la que también se han abordado otras ideologías políticas determinantes para la comprensión de la vida política en los doscientos últimos años como son el liberalismo y el republicanismo.

Piqueras insiste acertadamente en la importancia de la idea del contrato entre los individuos para la construcción del edificio federal. Una idea de contrato asentado sobre firmes convicciones filosóficas derivadas de la Ilustración. A esos planteamientos iniciales añade una detallada reflexión de la experiencia federalista en la España del siglo XIX, que alcanza su punto culminante en la experiencia republicana de 1873. El autor incorpora además una excelente visión de la huella del federalismo en la América española, fruto de una prolongada dedicación al estudio de los países americanos.

También en un plano netamente histórico se mueve Tres maneras de entender el federalismo (Cátedra, 2014), la investigación de Jorge Cagiao, profesor de la Universidad de Tours. Una introducción general, dedicada a la caracterización del federalismo da paso al estudio de las posiciones políticas de tres destacados políticos republicanos de la segunda mitad del XIX. A través de ellos el autor consigue una actualización de la imagen del federalismo español, acuñada en los años sesenta del siglo XX (Hennesy, Trujillo) con un utillaje conceptual y metodológico que estaba necesitado de una profunda revisión.

La percepción del Estado de las autonomías como una variante de la fórmula federal podría servir de guía para la lectura de esta nueva edición del ensayo de Eliseo Aja, Estado autonómico y reforma federal (Alianza, 2014) firmado por el catedrático de Derecho constitucional de la Universidad de Barcelona. En el se defiende la oportunidad de "una reforma constitucional que transforme el sistema autonómico en federal, como estrategia para abordar los graves problemas existentes" en este momento de la vida española. Una propuesta que él ha podido estudiar detenidamente en su condición de miembro del Consejo de garantías estatutarias de Cataluña.

La reforma constitucional parcial que Aja propone en su libro estaría centrada en los artículos dedicados a la organización territorial del Estado que exigiría, probablemente, la colaboración de los dos partidos hegemónicos si se pretendiera alcanzar la mayoría cualificada de los dos tercios de la Cámara. Una propuesta de este tipo que, en todo caso, tal vez carezca de la necesaria unanimidad y, por supuesto, quedaría muy por debajo de las expectativas generadas por las propuestas independentistas que están planteadas actualmente.

En el volumen coordinado por Xavier Reyes, Estado, nación y libertad. Tres conceptos a examen para la regeneración de España (Silex, Fundación Dos de Mayo, 2014), que es una reunión de trabajos sobre la sociedad española actual y su inserción en el plano internacional, resulta especialmente sugerente y lúcida la aportación de Francesc de Carreras, catedrático de la Universidad de Barcelona, sobre la Nación española y el Estado de las autonomías. En ella el profesor Carreras insiste certeramente en la suma de voluntades individuales -expresión del poder constituyente- para configurar el Estado federal. Un Estado federal, nos advierte, que no procede, en ningún caso, de un pacto o tratado entre estados, que respondería más bien a la fórmula confederal. Como bien se preocupa de precisar Carreras, "los Estados son instrumentos, no son fines" y el Estado mejor organizado resultaría ser "aquel cuya capacidad para garantizar la libertad y la igualdad de los ciudadanos es mayor". Una consideración que se aleja abiertamente de los ensayos de ingeniería social que ahora protagonizan algunos nacionalismos en la vida política española.

Finalmente, La reforma federal. España y sus siete espejos (Biblioteca Nueva, 2014), el trabajo que ha coordinado Juan José Solozábal -catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid- sitúa la propuesta de una reforma constitucional, en sentido federal, frente a los modelos que le proporcionan el sistema político de los Estados Unidos, y de Canadá, así como los ensayos federales que se han realizado en algunos países europeos. Esos sistemas federales serían los espejos en los que podrían mirarse los quisieran protagonizar esa hipotética reforma constitucional española. Del conjunto de los trabajos, ya sean predominantemente históricos como de carácter jurídico, se desprende la idea, ampliamente compartida, de la equivocidad de la fórmula federal y de las dificultades de su aplicación práctica en la situación española actual. Tampoco se puede ofrecer, como señala Solózabal, ninguna garantía de la capacidad integradora de esa fórmula federal en la que algunos parecen haber depositado tantas esperanzas.

Por otra parte, las diversas aproximaciones al federalismo que contienen estos volúmenes no prestan siempre la suficiente atención a las verdaderas características de las demandas nacionalistas, que parecen poco inclinadas a contentarse con las soluciones que pueda brindarles la aplicación de las fórmulas federales. Tal vez no haya que esperar demasiado tiempo para comprobarlo.