Image: Javier Calvo: Salinger fue un magnífico estratega y un manipulador

Image: Javier Calvo: "Salinger fue un magnífico estratega y un manipulador"

Letras

Javier Calvo: "Salinger fue un magnífico estratega y un manipulador"

El traductor de Salinger nos brinda sus impresiones sobre esta falsa "biografía oral" de Shields y Salerno

17 enero, 2014 01:00

Javir Calvo. Foto: Jordi Soteras

El lector atento a las novedades de la literatura anglosajona estará ya más que acostumbrado a encontrarse, libro a libro, en novelas, biografías o ensayos, con el nombre de Javier Calvo (Barcelona, 1973) en los créditos de las más variopintas traducciones. Se trata de uno de los traductores más prolíficos e hiperactivos (y mejor reconocidos) del panorama literario en español. También es un escritor que, con su última novela, El jardín colgante (Seix Barral), se llevó el premio Biblioteca Breve en el año 2012.

Con la traducción del muy esperado Salinger de David Shields y Shane Salerno, Calvo ha afrontado un auténtico tour de force con un libro semejante a una jungla biográfica que sólo se deja desbrozar a machetazos. Con su polifonía de innumerables voces y la presencia huidiza de un autor que parece guardar sus secretos, como un ídolo de piedra en lo más profundo de la espesura. No es uno de los secretos menores el atractivo sin aparente fecha de caducidad que su obra y su figura continúan propiciando.

-¿Por qué queremos tanto a Salinger?
-A lo largo de esta biografía, los autores mencionan en distintas ocasiones una cuestión que me parece central para entender su atractivo: la hipótesis acerca de si la desaparición de Salinger en un momento clave (cuando su estrella empezaba a decaer) no será la verdadera razón de que su figura se magnificara tanto. Creo que debajo de la tesis principal del libro de Shields y Salerno, que explican la reclusión del autor por razones religiosas y la herencia de la neurosis de guerra, se oculta la realidad.

-¿Y cuál es esa realidad?
-La realidad de que nos encontramos ante un magnífico estratega y un manipulador de la publicidad. Fue de esta forma como consiguió que sus cuatro libritos, en lugar de olvidarse, no pararan de crecer y crecer. La estatura de esos cuatro libros es real, pero también lo es la inteligencia con que Salinger se convirtió a sí mismo en un mito, una figura constantemente revalorizada debido a su escasez.

-¿Hay un antes y un después de traducir una biografía como ésta? ¿Cómo ha cambiado la imagen que tenía del autor? ¿Y de su obra?
-El proceso de la traducción me ha obligado a acercarme a la literatura existente sobre Salinger, los libros de Ian Hamilton, Margaret Salinger, Joyce Maynard, etc.Todo ella conlleva un componente de inmersión y también de aprendizaje. Pero se trata, en realidad, del mismo proceso que uno debe seguir cada vez que traduce un libro.

-Por cierto, ¿qué es lo más difícil en una traducción así?
-Concretamente, en Salinger, la dificultad para el traductor tiene que ver con su condición de falsa "biografía oral", donde en realidad lo que se mezclan son los registros oral, escrito y literario, todos a un mismo nivel. Esto genera un patchwork de voces y registros muy desconcertante, donde el traductor siente al mismo tiempo el impulso de uniformar los registros y la obligación de respetar el origen de las fuentes.

-Esta biografía localiza el punto de inflexión de la vida y la obra de Salinger en en su experiencia en la contienda mundial. ¿Qué hace exactamente la guerra con el autor de El guardián entre el centeno?
-Esto no es algo que me corresponda a mí responder. Es cierto que el libro ofrece una tesis muy concreta, que afirma que la narrativa de Salinger trata principalmente de la guerra y sus efectos, y que su vida también fue un reflejo de los traumas y las neurosis generadas por su participación en la contienda bélica. El lector es quien tiene que juzgar si esa tesis tiene sentido o no lo tiene. Personalmente, no puedo evitar asociar el peso tan grande que tiene la guerra en esta biografía con el hecho de que, tras la muerte de Salinger, los autores descubrieran cierta correspondencia suya con compañeros de su misma unidad militar. La muerte de Salinger no generó mucho material nuevo de cara al biógrafo, de manera que el hallazgo de esas cartas, por humilde que fuese, pudo acabar magnificando el episodio bélico. En todo caso, el libro presenta una tesis extrema y arriesgada y, como explicaba, no me corresponde a mí juzgarla.

-Después de muchos años, la tensión creadora desatada por la guerra desaparece y el miedo parece recuperar el protagonismo. Salinger desaparece de la escena pública y se da a unas filosofías orientales que, según Shields y Salerno, agostan su creatividad. ¿Cómo interpretar esos años?
-Bueno, la biografía tampoco resulta especialmente clara en ese sentido, porque presenta la religión como factor que limita o reprime la creatividad del autor, pero al mismo tiempo, paradójicamente, no deja de aludir al hecho de que Salinger se pasó toda la vida escribiendo, casi hasta el final de sus días.

-La faceta epistolar de tan oculto autor, en gran parte inédita, está muy presente en el libro, al igual que sus conversaciones a lo largo de todo tipo de encuentros más o menos fortuitos, ¿Cómo es el Salinger íntimo con que se encontrará el lector de estas cartas, en la distancia corta?
-Ciertamente el Salinger de las cartas es el más controvertido, aunque tampoco se puede decir que en ese sentido el libro de Shields y Salerno aporte gran cosa nueva. Era conocido desde hace muchos años que Salinger usaba las cartas para seducir a las mujeres y a menudo engañarlas, y aunque Salinger era muy celoso de su intimidad, ya hace décadas que su correspondencia circula por exposiciones, subastas y en forma de extractos.

-Una de las grandes noticias de la biografía es la existencia de cinco libros inéditos de Salinger que se publicarían en 2015. ¿Qué cree que podemos esperar de estos libros? ¿Sería preferible que quedasen guardados bajo llave?
-A día de hoy nadie puede imaginar cuál será la calidad literaria de esos manuscritos. Sin embargo, si la voluntad expresa del autor fue que se publicaran tras su muerte, no veo por qué deberían quedar inéditos. Lo que me parece escandaloso son otros casos en los que el legado póstumo de los autores es gestionado por los herederos y los agentes literarios al margen de la voluntad del autor y de formas a menudo poco escrupulosas.