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Letras

Adam Zagajewski: "Mantengo un diálogo muy estrecho con Machado"

16 diciembre, 2010 01:00

Su paso por Madrid coincide con la publicación en español de su ensayo Solidaridad y soledad, pero esta vez, el poeta ucraniano Adam Zagajewski (Lvov, 1945) viene a hablarnos durante dos días de poesía en la Residencia de Estudiantes, dentro del ciclo Maestros x Maestros de la poesía contemporánea organizado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) y la propia Residencia.

Adam Zagajewski, que por su disidencia política hubo de exiliarse a Berlín, París y más tarde Estados Unidos, hasta que pudo volver a Polonia tras la caída del comunismo, es un gran ensayista, crítico literario, narrador y poeta de nuestro tiempo que acaba de obtener el prestigioso European Poetry Prize.

Luis Muñoz, organizador de estas jornadas, fue el encargado de presentar al poeta polaco que dedicó su primera conferencia del pasado martes a "Antonio Machado para extranjeros". Zagajewski, que habla de inspiración como una condición fundamental en la vida, explicó que el poeta de Soria le habla interiormente, una experiencia que afirma sentir solo con Machado, al que nombra en uno de sus poemas. El escritor polaco habló de sí mismo y de su forma de escribir. Autor comprometido con su tiempo, piensa que aunque sea una minoría, la voz del poeta se escucha y que entre este tipo de escritor y el ensayista hay una relación estrecha: “los dos buscan la verdad. El ensayo es más intelectual, se busca la verdad a través de otros autores. La voz del poeta es más directa. Significa otra forma de citar, como si fuera un atajo”.

Al día siguiente, leyó con voz envolvente y monótona sus poemas en polaco, mientras eran traducidos al español en dos inmensas pantallas. Desde Una charla con Friedrich Nietzsche hasta De las vidas de las cosas, pasando por Zurbarán o Grandes naves, Zagajewski leyó veintiséis poemas de gran belleza y poder lírico, provenientes de las numerosas traducciones publicadas por las editoriales Acantilado y Pre-Textos. La silenciosa audiencia se dejaba llevar por el sonido de las palabras en polaco hasta que Zagajewski interrumpió la lectura sonriente para dirigirse a un público "muy obediente". Como lo lleva haciendo desde hace un tiempo, la Residencia de Estudiantes regaló a los asistentes un libro con los poemas leídos esa noche por su autor. Fue una noche mágica, difícil de olvidar.

El cultural.es estuvo con el poeta minutos antes de la lectura. En ese encuentro habló de la poesía como algo que permite hacernos ver lo fascinante que es el mundo más simple y cotidiano. Zagajewski considera que el escritor se encuentra a mitad de camino entre lo que le dicta su psique y la invención. Antes de ponerse a escribir, confiesa leer a otros poetas y, de ellos, Machado es con quien mantiene el diálogo más estrecho. A los 19 años, una noche de insomnio, escribió inspirado su primer poema que jamás ha publicado. Zagajewski, cuyo nombre es uno de los frecuentes en la lista de candidatos al Nobel, parte de la ficción para explicar la realidad histórica en la que vive.

- ¿Por qué escogió a Antonio Machado en lugar de otro poeta?
- Machado es muy especial para mí. Tengo un diálogo con él desde siempre, aunque no lo pueda leer en español. Por eso escogí precisamente hablar de Antonio Machado para los extranjeros.

- ¿Piensa usted que la sociedad escucha hoy en día a los poetas?
- La sociedad en su mayoría, quizá no, pero una minoría selecta desde luego que sí. En Polonia se lee poesía y hay muy buenos poetas. Existen muchos sites en internet exclusivamente consagrados a la poesía, por ejemplo, y que tienen seguidores.

- ¿Qué hay en común entre un poeta y un ensayista?
- Los dos buscan la verdad del mundo y del ser humano. Es una forma diferente de acercarse a ella. El ensayo lo hace desde la voz colectiva, a través de otros textos. El poeta sin embargo, busca las respuestas en su interior. Es una voz íntima. Un atajo para llegar a lo mismo.

- ¿Es usted un escritor de rutina?
- Sí pero solo en el sentido de disciplina, de espera. Escribo casi todos los días, pero ninguno de mis días se parece.

- En varias ocasiones ha hablado del estado de escribir poesía. ¿Es concentración, meditación, un momento de trance, un diálogo con un ser superior...?
- Es una bella pregunta. Son estados psíquicos, del espíritu que prepara el poema. Hay que estar atento, mirar, esperar y escuchar. Se trata de una larga preparación. A veces, no siempre, aparece el estado de “gracia”. Lo que llaman ustedes “el ángel”. Como si el poeta escuchase un dictado y su invención. Paul Valery lo negaba, pero yo estoy convencido de que sí existe.