Image: Un toque de humor en época de crisis

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Letras

Un toque de humor en época de crisis

El Museo Morgan muestra la economía a través de un centenar de viñetas del New Yorker

23 enero, 2009 01:00

"Alguien con un interés muy especial en verle, Senador"

EFE
Las adversidades económicas de Estados Unidos vistas a través del humor de casi un centenar de viñetas publicadas en el semanario The New Yorker se exponen desde hoy y hasta mayo próximo en el Museo y Biblioteca Morgan de Nueva York.

La muestra "Sobre el dinero: Viñetas para The New Yorker", abierta al público hasta el 24 de mayo, reúne unas ochenta ilustraciones originales, creadas entre 1927 y 1997, de treinta dibujantes destacados de la revista como Charles Barsotti, George Booth, Dana Fradon o Lee Lorenz.

"Es curioso cómo al ver estas viñetas te percatas de que los ciclos económicos se repiten una y otra vez a lo largo de la historia", señaló hoy a Efe la comisaria de la exposición, Jennifer Tonkovich, en referencia a un momento como el actual en que la economía de este país y del resto del mundo pasa por momentos difíciles.

"Hemos aprendido a encontrar el humor en este tipo de situaciones y es reconfortante saber que lo podemos aplicar siempre porque se trata de períodos recurrentes", añadió Tonkovich.

Las ilustraciones pertenecen en su totalidad a la colección privada de Melvin Seiden, quien ha recopilado casi 1.500 obras publicadas en el semanario, y complementan la colección del museo sobre humor y sátira, que abarca piezas desde la época renacentista al siglo XX.

Algunos de los dibujos de la exposición incluso reflejan las correcciones que sufrieron durante el proceso de edición del semanario.

The New Yorker refleja desde 1925 en sus páginas los asuntos de mayor controversia social en EEUU, y a través de esta exposición se puede apreciar la evolución de los diversos estilos de viñetas que han pasado por la revista a lo largo de su historia.

"Sobre el dinero" incluye dibujos de los primeros años de la revista, así como trabajos de dibujantes que pasaron por la redacción de The New Yorker entre los años setenta y noventa, cuando las cuestiones económicas cobraron popularidad en estas caricaturas de la realidad.

Las adversidades económicas plasmadas en cada una de las viñetas se refieren a aspectos tan diversos como la política, el mercado inmobiliario o incluso el sexo, siempre en clave de humor y con una inyección de sátira punzante.

Seider comenzó a adquirir dibujos de The New Yorker en los años setenta, y centró su atención entonces en ilustraciones sobre el ámbito empresarial, que aún hoy representa la temática principal del grueso de la colección.