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Electrónica, en la Casa Encendida. Lugo celebra su Semana do Corpus. Tres solistas con gancho. Eugenio Oneguin llega al Villamarta

19 abril, 2007 02:00

Matmos. Foto: Matador Records

Electrónica, en la Casa Encendida
El festival Electrónica en abril regresa a La Casa Encendida de Madrid este fin de semana con un gran cartel. Tres días de inmersión en las propuestas de música electrónica de mayor actualidad, las que marcan el rumbo que tomará el sonido en el futuro. El hip hop en su vertiente y faceta más vanguardista es este año el principal foco de atención gracias a dos artistas que coinciden en su amor tanto por las rimas como por la producción: EL-P (mañana), presentando su esperadísimo nuevo disco, I'll Sleep When You're Dead, y Edan (el próximo domingo), un erudito musical experto en la mezcla y el "scratch". Igualmente apetitosa es la presencia de Kode 9+The Spaceape (mañana), cuya colaboración ha contribuido a afianzar el "dubstep" del sur de Londres como género musical del año 2006. El nombre de mayor prestigio en el cartel es Matmos (domingo, 22), alquimistas de sonidos revolucionarios (han utilizado como fuente de creación páginas de la Biblia y cerebros humanos). Responsables del sonido del Vespertine de Bjürk, en La Casa Encendida presentan su nuevo disco, un homenaje a sus artistas más admirados (William Burroughs y Patricia Highsmith, entre otros intérpretes). La muestra incluye también un apartado dedicado exclusivamente a artistas de vanguardia de la electrónica portuguesa. Nombres como André Gonçalves, Paulo Raposo y Tam son algunos de los participantes. J. MIGUEL MARCOS

Lugo celebra su Semana do Corpus
En múltiples ocasiones, las ciudades pequeñas tienen capacidad y tirón para configurar programaciones de interés. Lugo acumula XXXV ediciones de su Semana do Corpus lo que le ha permitido un puesto en el panorama gallego. Con un presupuesto pequeño, incluye una programación lo suficientemente interesante como para incluir a artistas de gran peso. Así, la soprano Cirstina Gallardo-Domâs abre esta edición el próximo sábado con el pianista Nauzet Mederos y un programa en torno a Puccini. El plato fuerte vendrá con una ópera de Haendel, Rodrigo, en versión concierto (21 de mayo), que será dirigida por Eduardo López Banzo y contará con un reparto de grandes nombres encabezado por María Bayo y Viviva Genaux. Entre otras actividades, hay que destacar al pianista Paul Lewis (27 de abril) y al barítono Peter Harvey (15 de mayo).

Tres solistas con gancho
Tres grandes nombres, tan carismáticos como diferentes, recalan estos días en España. El pianista Michel Camilo lleva su gira española al Maestranza de Sevilla el sábado y el domingo con la Sinfónica de Madrid, bajo la dirección de López Cobos, con el que afrontará su propio Concierto, así como la Rapsodia in blue de Gershwin, entre obras de Copland y Stravinski, que tendrán al director como gran reclamo musical. Otra estrella, en pleno fulgor, es la jovencísima violinista Hilary Hahn, que actuará junto a la ONE en el Auditorio Nacional con una obra de extrema dificultad: el Concierto de Schoenberg bajo la responsabilidad de Josep Pons. Por último, otro violinista en el candelero, el también norteamericano Joshua Bell acudirá a Málaga el día 27 de abril con la Academy of Saint Martin in the Fields. El músico interpretará el "concierto para violín" por excelencia: el opus 61 de Beethoven.

Eugenio Oneguin llega al Villamarta
El Teatro Villamarta de Jerez va a verse envuelto esta misma tarde en las cálidas melodías de Eugenio Oneguin, obra maestra del Chaikovski operista, quien, en un año fatídico, 1877 -el de su ruptura con Antonina Milioukova-, fue capaz de escribir la Cuarta Sinfonía y poner en pie este drama de Poushkin, a cuyos versos destinó una música llena de efusión, de vigorosos y delicados acentos. Esto lo consiguió a través de un lenguaje de extraordinaria fluidez y una amenidad, una naturalidad y un encaje literario muy convincentes, que deja al descubierto dos almas sensibles: Tatiana, cándida y amorosa que, tras una maravillosa evolución, aparece engalanada con los dones de una mujer en plenitud, y Lenski, como ella, atraído por Oneguin.

Sus respectivas arias constituyen dos de los números fuertes de una partitura bien ligada desde un punto de vista motívico. Frente a ellos, la fatuidad y diletantismo del protagonista, que al final se queda solo. Tatiana ha de ser una lírica ancha, vibrante, generosa y expresiva. Ainhoa Arteta, especialmente querida en Jerez, puede reunir esas virtudes en el comienzo de su madurez artística. A su lado, el barítono ruso Vladimir Chernov, un reconocido Oneguin, el tenor de la localidad Ismael Jordi, en una parte que va bien a sus condiciones de lírico-ligero y el bajo Felipe Bou, de excelente línea de canto, adecuado, aunque no sea profundo, para delinear la bella aria del príncipe.

Vladimir Ponkin, un cuarentón originario de Irkutsk (Siberia), antiguo discípulo de Rozhdestvenski, se adivina idóneo para el foso.

La escena, que sirve una producción de la ópera de Oviedo, es cosa del madrileño Horacio Rodríguez Aragón. A. R.