Una imagen de 'Las gentiles'

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Cine

'Las gentiles': ¿Por qué se suicida un adolescente?

El director sevillano Santi Amodeo indaga en la adolescencia y el alarmante aumento de suicidios entre jóvenes de los últimos años. “Quería entender cómo terminan matándose jóvenes con vidas normales, no hay grandes dramas”, dice el director

3 junio, 2022 02:56

A Ana (África de la Cruz) y Corrales (Paula Díaz) les guste elucubrar con lo que pasaría si murieran. En Instagram han abierto un perfil en el que cuelgan fotos de ellas mismas como si estuvieran muertas para “disfrutar” de los honores y el dolor que tal acontecimiento produciría. “El 70 o 80% de las entradas en redes sociales de la protagonista son verídicas", cuenta el director Santi Amodeo, que retrata esta situación en Las gentiles. "No está basada en una sola historia real sino en muchas. El origen fue una serie de suicidios que sucedieron en Gales en 2009. Ya entonces intenté levantar la película pero entonces las redes sociales no estaban tan en boga y los productores no entendían que tratara ese asunto. Diez años después las redes ya están mucho más presentes, no solo en la vida de los jóvenes, y he podido hacerla”.

Tras enterarse de esas muertes en el Oeste de Gran Bretaña, Amodeo comenzó a indagar en los Facebook e Instagram de los desdichados protagonistas de esa inexplicable epidemia de tristeza. “Al investigar encontrabas desde chicas que el día anterior a matarse contaban que se habían hecho la manicura a otros que colgaban posts más duros diciendo que se querían morir y mostrando técnicas", explica el director. "Comencé a recopilar información sobre gente que se ha suicidado y fui construyendo la historia”. Por desgracia, desde aquel primer contacto con el caso galés, el suicidio adolescente se ha convertido en una verdadera plaga. "En aquella época era la tercera causa de muerte y ahora es la primera”, asegura.

Fascinación con la muerte

Ana, una chica de unos 16 años con ganas de vivir, se “enamora” de Corrales, una joven más atormentada e intensa que ella. Viven uno de esos “romances” de amistad tan propios de la adolescencia, esa época en la que las emociones están más a flor de piel que nunca. “En la película yo no quería dar ninguna explicación", continúa Amodeo. "Quiero reflejar lo que vi. Cada uno tendría sus problemas personales para llegar a esa situación, pero observé esa fascinación con la muerte y también la facilidad que ahora existe para conectar con otras personas como tú. Desde luego la pandemia ha contribuido, pero ese contacto con personas que también quieren morir puede ser un estímulo. Me contó una amiga mía que de joven lo intentó y fracasó porque no hizo bien el nudo de la soga cuando se colgó. Ahora mismo seguro que encuentras cómo hacerlo”.

La brutalidad del suicidio se vuelve aún más dolorosa cuando sucede en personas jóvenes, no solo por lo rápido que abandonan este mundo. “Me fascina la adolescencia dramáticamente", confiesa el director. "La paradoja hablando de este tema es que sueltan vida. Todo es nuevo y todo es mágico, hasta lo malo. Unos padres que perdieron a su hijo contaban que la noche anterior estaba tan alegre y contando sus planes. De repente, cogen un desvío equivocado y acaba en tragedia. Muchos padres ni se enteran de que sus hijos están mal porque no hay grandes dramas ni grandes tragedias previas. Muchas veces empieza todo como un juego y en algunos casos esa fantasía se acaba convirtiendo en realidad”.

El misterio del suicidio

El principal motor para Amodeo a la hora de indagar en el suicidio ha sido descubrir, precisamente, por qué jóvenes con vidas aparentemente normales acaban allí. "Tengo dos amigas que intentaron suicidarse y las dos me contaban que no recordaban grandes dramas, no es que sufrieran malos tratos o hubiera una explicación clara. En Las vírgenes suicidas (Sofia Coppola, 2000) hay un padre opresor y hay un motivo. Mi experiencia mostrando la película a los jóvenes es que entienden muy bien esa falta de un sentido absoluto para esos actos”.

A la hora de buscar “culpables” de esta epidemia de suicidios el director no ha querido demonizar las redes sociales. “En las redes sociales los jóvenes también despliegan una gran creatividad”, opina Amodeo. “Casi todo lo que vemos en la película está inspirado en cosas que he visto. Se copian mucho entre ellos pero hay una explosión de creatividad muy interesante. Me lo paso muy bien con las actrices porque me encanta la manera que tienen de ver la vida. He intentado no tener ese discurso contra las redes porque los jóvenes no lo viven así”.