Image: Cultura sólo subvencionará películas culturalmente aptas

Image: Cultura sólo subvencionará películas "culturalmente aptas"

Cine

Cultura sólo subvencionará películas "culturalmente aptas"

Esta calificación dependerá de una comisión de expertos cuya composición se desconoce

26 mayo, 2010 02:00

Ángeles González-Sinde, ministra de Cultura.

Juan Sardá / Alberto Ojeda
Cuando por fin parecía que Guardans tenía vía libre para imponer sus polémicas tesis en el cine español, resulta que no tiene dinero. En una nueva pirueta hacia el vacío de la infausta Ley del Cine, el Ministerio anuncia un tijeretazo importante a la partida del cine, que en algunos casos puede llegar al 50%. Como es habitual en su recorrido, que empezó con el PP y persigue a los socialistas como una maldición gitana, de momento se sabe poco sobre la verdadera magnitud de la catástrofe. Las noticias son confusas. Al parecer, las ayudas a la amortización (las que se obtienen, de forma sustanciosa y automática si la película supera los 400.000 euros en taquilla) tendrán un máximo de 400.000 euros, la mitad que antes. Lo más grave, sin embargo, parece que la subvención máxima anticipada será de un millón y medio de euros y no de dos, lo que da al traste a la famosa tesis de Guardans de hacer menos películas y más caras. Al final, simplemente habrá menos.

Otra novedad importante es que la nueva Orden será sensible a las reclamaciones de Cineastas contra la Orden, que no ganaron la batalla en Bruselas pero sí parecen haber impuesto parte de sus tesis a la enésima corrección de la ley. El Ministerio anuncia un borroso y difícilmente cuantificable certificado de "aptitud cultural" que deberá decidir si la película merece dinero público. Todo ello, en arreglo al principio de interés cultural a que obligan las directivas europeas. Semejante decisión la deberá tomar un comité de expertos especialmente elaborado para la ocasión que el nuevo zig zag de Guardans se saca de la manga. De nuevo, esta confusa nueva comisión parece contradecir las líneas maestras marcadas por el ICAA en torno a la promoción de la industrialización del cine español.

De momento, sólo hay un borrador. El borrador número dos millones dirá el sufrido sector. El borrador ha sido enviado a las partes (básicamente, productores) para que hagan sus alegaciones y en quince días podrá ser, o no, realidad. En principio, el Gobierno iba a tirar la casa por la ventana con el cine y este sector fue uno de los pocos que no se vio cercenado por los recortes anunciados en octubre del año pasado cuando, mientras casi todos bajaban, el ICAA aumentaba su dotación de 80 a 100 millones de euros. Ya Gerardo Herrero aseguraba hace dos meses a El Cultural que dudaba que se fuera a producir el aumento y a principios de mayo Pedro Pérez, presidente de la FAPAE (asociación mayoritaria de productores) expresó su temor a un recorte ante el silencio de Guardans a sus requirimientos en cuanto a presupuestos.

Aptitud cultural, un concepto escurridizo para los directores

Manuel Gutiérrez Aragón:: "Me gustaría tranquilizar al sector, porque se trata sólo de una exigencia legal de Bruselas, que no tiene calado real ni trascendente, y no pasa de ser un legalismo que no afecta al contenido: para la Comunidad Europea tienen tanta trascendencia cultural la comedieta más zafia como la versión cinematográfica del clásico más sublime. Una película, solo por el hecho de ser rodada, tiene ya, en sí misma, un valor cultural incuestionable. Lo peor, la mala noticia de verdad, es la rebaja de las subvenciones, brutal, pero como la que va a sufrir el resto del país en todos los órdenes. Eso sí que puede ser decisivo".

Vicente Aranda: "Es un concepto restrictivo utilizado para justificar el recorte. Creo que va en contra de lo que tiene que ser el cine: un fenómeno industrial que necesita financiación y por descontado subvenciones. Vaya usted a saber, a lo mejor ese concepto restrictivo a mí me beneficia. Pero me parece un concepto muy abstracto y sospechoso. El cine tiene que tener también su zona comercial, porque ella posibilita que se hagan otro tipo de películas más refinadas intelectualmente".

Isabel Coixet: "La verdad es que ya me cansa este debate de las subvenciones. Yo creo que sólo se deben apoyar primeras y segundas películas. Y basta. Luego tiene que haber unos empresarios, los productores, que arriesguen su dinero. No sé si eso es ser culturalmente apto o no, pero es lo que pienso".

Jaime Rosales: "Me considero un jugador y me gusta salir al campo conociendo las reglas. No me gusta polemizar en estas cuestiones ni sigo el día a día de las batallas del cine español. Me parece que la Orden lleva tiempo tratando de contentar a todos, lo cual es imposible, y tratando de poner parches a un hecho insoslayable: no hay dinero. El nuevo concepto de culturalmente apto me parece que es marear de nuevo la perdiz. Lo mejor que le podría pasar a España es que no se tocara el BOE en dos años. Cuanto más tocan, peor".