Image: José Lourenço

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Exposiciones

José Lourenço

7 julio, 2005 02:00

J. Lourenço: Sin título, 2005

My name’s Lolita Art. Almadén, 12. Madrid. Hasta el 30 de julio. De 638 a 2.668 e.

José Lourenço (Lisboa, 1975) pertenece a la nutrida generación de jóvenes artistas portugueses, liderada por João Onofre, João Pedro Vale o Joana Vasconcelos, entre otros, que desde finales de los noventa han ido dejándose ver en galerías españolas y en alguna que otra gran cita internacional. Pero si cierto es que en esta nueva hornada no han destacado demasiados pintores -tal vez podríamos hablar de Antonio Olaio, cuya obra se pudo ver en Palma de Mallorca el año pasado -, también lo es que en generaciones anteriores tampoco es fácil encontrar artistas portugueses dedicados a la pintura y sólo podemos hablar de casos aislados, el más notorio Pedro Calapez. En su primera individual en Madrid, Lourenço presenta una decena de cuadros de medio formato bajo el epígrafe Lugares, título que se entiende aquí de forma un tanto ambigua. Porque mientras en algunos trabajos se aprecia una mirada fragmentaria, centrada en un amasijo de líneas y ángulos, en otros Lourenço perfila un paisaje concreto, pero un paisaje instalado en medio de la nada, con carreteras que conducen a ninguna parte -estos cuadros de autopistas recuerdan a los de su compañero de galería, Pedro Esteban, con sus cuadros de carreteras leonesas realizados hace tres o cuatro años-. Hablamos pues de una práctica esquemática de líneas férreas y colores planos que huyen de la mera representación geométrica, y por tanto del frío rigor formal, para dirigirse hacia una cálida poética de evocaciones, un juego de construir imágenes a la manera de ese otro pintor tan urbano que, por cierto, cuenta con una buena legión de admiradores en Portugal: Julian Opie.