Image: Turner Prize 2013: Sehgal, Shrigley y dos más

Image: Turner Prize 2013: Sehgal, Shrigley y dos más

Arte

Turner Prize 2013: Sehgal, Shrigley y dos más

25 abril, 2013 02:00

De izquierda a derecha y de arriba a abajo, las obras de Shrigley, Sehgal, Yiadom-Boakye y Prouvost.

La Tate londinense ha hecho públicos los nombres de los cuatro finalistas al pretigioso premio. El ganador se dará a conocer en diciembre.

Se acaba de hacer pública la selección de los cuatro artistas que competirán por el premio Turner de 2013 y cuyos trabajos podrán verse este año en Derry-Londonderry, en Irlanda del Norte, en el marco del programa de la Ciudad Cultural del Reino Unido de 2013. El ganador, para el que serán las 25.000 libras del galardón, se conocerá el próximo 2 de diciembre con la parafernalia mediática a la que nos tienen acostumbrados los británicos. El premio se organiza en años alternos en la Tate Britain y en otra institución del país, y es la primera vez que se organiza en una ciudad fuera de territorio inglés.

Los seleccionados son Laure Prouvost, Tino Sehgal, David Shrigley y Lynette Yiadom-Boakye, cuyas respectivas exposiciones han tenido todas lugar en la ciudad de Londres. Dos hombres y dos mujeres. Una francesa que vive en Londres. Un alemán medio inglés. Una inglesa de origen ghanés. Un inglés pelirrojo. Todo correcto.

Laure Prouvost tuvo una exposición en la Whitechapel de Londres poco después de recibir el premio Max Mara para mujeres artistas. Su muestra dio mucho que hablar por el carácter seductor, libre y cautivador de su obra, musical y sugerente aunque algo tendente a una afectación excesiva. El sentido del humor y el magnetismo de las imágenes son, sin embargo, indiscutibles. Si están en Londres este fin de semana, el sábado a las siete de la tarde podrán ver una performance suya en la Tate Britain en el marco de la exposición Schwitters in England.


Obra de Laure Prouvost en la Whitechapel

Tino Sehgal ha sido seleccionado por su aclamada performance These Associations, en la Sala de las Turbinas de la Tate Modern. Sehgal venía de triunfar en dOCUMENTA(13) con un trabajo extraordinario, y éste de Londres mantuvo el nivel. La performance requería la participación de decenas de actores que creaban una sucesión de encuentros basados en una lógica azarosa y orgánica, en la empatía entre actores y público, en el movimiento enigmático y fluido de los performers, unas veces sigiloso y otras frenético.


These Associations, de Tino Sehgal en la Sala de las Turbinas

David Shrigley es un clásico del arte británico. Conocido en España tras sus exposiciones en Estrany-de la Mota y el CAB de Burgos, ha sido seleccionado por su disparatada exposición en la Hayward Gallery. Shrigley es autor de dibujos y esculturas que parecen (y lo son) formalmente ingenuos, pero son verdaderos dardos hacia los bienpensantes, que han de resguardarse del torrente de incorrección política que fluye por sus exposiciones.


Obra de David Shrigley en la Hayward Gallery

Finalmente, la pintura de Lynette Yiadom-Boakye camina entre lo grotesco y lo onírico. Seleccionada por su exposición en Chisenhale Gallery, la artista nacida en 1977 es uno de los nombres en boca de todos a la hora de señalar a los pintores y pintoras más relevantes del momento. Viene de la Trienal del New Museum, de la Bienal de Lyon, del Studio Harlem. Su carrera avanza a gran velocidad a través de una práctica que se encuentra a medio camino entre un John Currin o una Marlene Dumas.


Detalle de una de las pinturas de Lynette Yiadom-Boakye en la Chisenhale Gallery

No va a salir de pobre quien puje en las apuestas por Tino Sehgal. No recuerdo un año en el que haya un candidato tan claro como el artista residente en Berlín. El premio Turner no designa a nadie como el mejor artista del momento. Tan sólo significa un fogonazo momentáneo de celebridad y 25.000 libras que permiten seguir trabajando o pagando el alquiler. Ayuda, sí, y mucho, pero no quiere decir gran cosa. Creo que Lynette Yiadom-Boakye y Laure Prouvost están fuera de las quinielas. Shrigley podría ganar. Es uno de los mejores representantes, junto a Jeremy Deller o Mark Leckey, de ese arte caustico tan inglés y tan soberbio a veces. Su trayectoria le avala y frente a sus obras nos hemos partido todos de risa, pero creo que la balanza debería caer del lado de Sehgal.

Nadie en los últimos años ha sabido transformar las estructuras de producción y recepción del arte como lo ha hecho Sehgal. Y en un contexto artístico en el que todo parece ya inventado y en el que los artistas se las ven y se las desean para no repetirse, esto tiene un mérito enorme. Sus trabajos para dOCUMENTA(13) y para la Tate Modern, bastante próximos, epataban por la intensidad con la que afectaba a la experiencia del visitante desde la más absoluta inmaterialidad. Como Nauman y Salcedo y muy al contrario que Kapoor y Whiteread, Sehgal desoyó los dictados tiránicos del objeto en el gran templo de la intervención que es la Sala de las Turbinas, y es el artista que con mayor rigor y acierto puede cuestionar la maquinaria del mercado del arte. No parecería tener mucho sentido que fuera nominado para no ganarlo.