Image: Percepciones espaciales

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Arte

Percepciones espaciales

26 julio, 2000 02:00

Dora García: "Imágenes Heartbeat", 1999

Bienal de Pontevedra. Pazo da Cultura y Facultad de Ciencias Sociales. Pontevedra. Hasta el 1 de Octubre

La XXVI Bienal de Pontevedra se inaugura el próximo 29 de julio en el Palacio de la Cultura y en la Facultad de Ciencias Sociales de la ciudad gallega, bajo el lema El espacio como proyecto, el espacio como realidad. Esta convocatoria viene a animar el somnoliento panorama estival de las artes españolas con una propuesta arriesgada en la que se dan cita jóvenes artistas españoles, portugueses y brasileños. María de Corral, su comisaria, ha ofrecido a EL CULTURAL algunas de las claves de su selección.

El próximo sábado arranca la Bienal de Pontevedra en su XXVI edición, cita que se revela imprescindible para analizar las propuestas más interesantes de la escena gallega así como los talentos emergentes del panorama internacional. Una evento que, desde su creación en 1969, ha sufrido diversas transformaciones hasta llegar a su formato actual, siendo tres las etapas que definen su trayectoria. Una primera, desde su nacimiento hasta 1981, en la que los artistas competían por una mención en las diferentes categorías del certamen. La segunda, a partir de 1982, que nació con la firme intención de descubrir los valores más innovadores y las tendencias más vanguardistas no sólo en el ámbito gallego sino también a escala nacional e internacional. Y esta tercera, que abarca desde 1990 hasta hoy y tiene en su periodicidad bianual su principal característica. Con José Carlos Valle Pérez como director y comisariada por la crítica de arte y responsable de la Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación "la Caixa" María de Corral, la edición actual presenta dos novedades con respecto a muestras precedentes: la introducción de un nuevo espacio expositivo, el de la Facultad de Ciencias Sociales, ubicada en el centro histórico de la ciudad, y la apertura hacia los artistas brasileños. María de Corral cuenta a EL CULTURAL sus impresiones sobre el proyecto.

Jóvenes propuestas

Lo primero que llama la atención al enfrentarse a esta Bienal es la corta edad de los artistas participantes, todos ellos nacidos con posterioridad a 1960, muchos de los cuales presentan proyectos creados para la ocasión. Un grupo de creadores que, si bien podemos conocer por su participación en concursos y breves apariciones en ferias o muestras sobre todo de carácter colectivo, no responden al prototipo de artistas que acuden a estas citas, por lo general más consagrados y con propuestas menos sorprendentes de cara al público. Una manera de actuar que para María de Corral ha sido siempre su línea de trabajo. "Tenía un gran interés en que fuesen artistas que realizasen un trabajo muy sólido. Muchos de ellos llevan años trabajando pero no han tenido la oportunidad de mostrar su obras en bienales o ferias importantes donde es habitual que se den a conocer las obras a nivel internacional. Me interesaba hacer una presentación conjunta homogénea, pero también que si vienen los críticos de fuera pudiesen ver algo que no suelen poder conocer ni cuando están en estos países, porque siempre se les muestra a los mismos artistas".

Creadores brasileños como Lucia Koch, Jarbas Lopes, Marepe, Sandra Cinto, Rochelle Costi, José Damasceno, Adrianne Gallinari, Raquel Garbelotti, Ana María Tavares, portugueses como António Olaio, João Onofre, Baltazar Torres, Joana Vasconcelos, Miguel Palma, Francisco Queiroz y el grupo Entertainment & Co., que conforman João Tabarra y João Louro, y españoles como Marti Anson, Alberto Barreiro, Montse Rego, Tere Recaréns, Carmen Nogueira, Daniel Guerrero Miracle, Diana Larrea, Maider López, Dora García y Javier Peñafiel sitúan sus reflexiones e investigaciones acerca de las distintas concepciones del espacio. De ahí el título de la Bienal: El espacio como proyecto, el espacio como realidad. "Pienso -dice María de Corral- que ya desde mediados o finales de los noventa se ha producido el cambio hacia el siglo XXI, al igual que a finales de los ochenta ya estábamos en los noventa, porque los cambios artísticos se producen con anterioridad al tiempo cronológico. Me parece que el tema del espacio, el espacio como parte de la obra, no como espacio contenedor, está latente en la obra de muchos artistas, de la misma manera que a finales de los ochenta y principios de los noventa los temas dominantes fueron el género y el cuerpo".

Alta calidad individual

"Creo -continúa De Corral- que el cambio en la percepción del espacio en nuestra vida ha sido brutal a finales de la década; el problema de la vivienda, el fenómeno de la destrucción de la naturaleza... me interesa cómo esto afecta a la creación de los artistas". Pero sobre todo se intuye que existe una voluntad de evidenciar los diferentes modos de actuación, la curiosidad de comprobar cómo los artistas coinciden en un tema y lo expresan o realizan de distinto modo: "Me atrae lo específico de cada país, de cada zona, cómo en un momento de globalización emergen proyectos de alta calidad individual. De ahí la inclusión de Brasil, siendo en todo momento consciente de que hacemos una bienal para Pontevedra y de que hay que adaptarse a este contexto a la hora de la selección final. Brasil ha tenido una vinculación histórica con Portugal que se ha interrumpido en cierta manera en lo que se refiere al arte contemporáneo".

Como novedad respecto a anteriores ocasiones, la Bienal se celebrará en dos sedes, separadas por unos cientos de metros, forzando así a un recorrido que invita al espectador a habitar la ciudad, propuesta que en Venecia está teniendo éxito y que aquí encaja por el tema que la sostiene. "Teníamos la necesidad de utilizar dos edificios muy diferentes, dada la diferente forma de expresarse de los artistas. Por un lado el Palacio de la Cultura, un nuevo contenedor museal, clásico en cuanto a la idea que tenemos para una bienal, y por otro la Facultad de Ciencias Sociales, mucho más pobre e impuro, que se encuentra en un estado de abandono, otra realidad de la que participamos y en la que vivimos".

La XXVI Bienal de Pontevedra avanza por su actitud arriesgada tanto en artistas como en proyectos realizados ex profeso para este encuentro, una ambiciosa exclusividad que demanda un esfuerzo a nivel de organización y administración que intuimos fructífero.