El martes 15 de julio, a las 12:30 del mediodía, el Palacio de Carlos V se convirtió en escenario de una cita inédita: la primera edición de los Premios Granada a la Cultura Europea de EL ESPAÑOL. Con la Alhambra como telón de fondo, el edificio inauguró un reconocimiento que pone en valor el papel de Granada como punto de encuentro entre legado, creación y proyección internacional.
Organizados por este periódico, a través de Magas y El Cultural, junto al Ayuntamiento y con el apoyo de una red de patrocinadores, los galardones nacen para reconocer a personalidades, instituciones o entidades cuya labor incide de modo relevante en la realidad sociocultural de la ciudad, y refleja la diversidad y riqueza del panorama español.
Esta entrega eligió a dos nombres que resumían bien esa idea de cultura que Granada y EL ESPAÑOL quieren proyectar: Alejandro Amenábar, autor de algunas de las películas más influyentes del cine español reciente, y la Fundación Loewe, uno de los referentes europeos del mecenazgo contemporáneo.
Premiar al primero implicaba destacar a alguien que compone cine con ambición autoral. Reconocer a la segunda era recordar que sin estructuras que sostengan e impulsen a los artistas, la vocación de estos se convierte en anécdota.
El jurado lo tenía claro desde el principio. En su primer año, los Premios Granada a la Cultura Europea de EL ESPAÑOL no debían limitarse a una figura decorativa. Hacía falta señalar dos formas de hacer cultura: la del creador que arriesga desde la narrativa visual, y la del mecenas que apoya para que eso sea posible.
Retrato de los galardonados.
La ceremonia, conducida por la directora del vertical ENCLAVE ODS, Charo Izquierdo, tuvo lugar en el auditorio del Palacio de Carlos V, protegido por un escenario circular que siempre impone. No solo por su arquitectura, sino por lo que representa: una pieza única del Renacimiento español en medio del estilo nazarí de La Alhambra.
“Granada es musa, duende, inspiración y activación cultural. Estos galardones son un hito en este décimo aniversario de EL ESPAÑOL y un acto de acompañamiento a la candidatura de Granada como Capital Europea de la Cultura en 2031”, reivindicó la periodista en la apertura del acto.
La elección del lugar no fue casual. La ciudad quiso demostrar que su pasado patrimonial no le impide ser un actor contemporáneo. Al contrario: lo potencia. En las butacas, además de los protagonistas, se sentaron responsables institucionales, figuras del ámbito cultural, artistas y representantes de empresas colaboradoras.
Alejandro Amenábar, mejor Trayectoria
El cineasta subió al escenario con esa mezcla de contención y vértigo que tienen los creadores cuando no están detrás de una cámara, sino bajo el foco. “Admiro a Pedro J. porque es una leyenda del periodismo desde que era niño”, comenzó, entre sonrisas, antes de referirse al “honor” que sentía por recibir el premio en “un cónclave por el liderazgo de las mujeres en el mundo de la cultura y de la empresa”.
Alejandro Amenábar sube al escenario para recibir su premio.
Paradójicamente —añadió—, su próximo retoño cinematográfico, El cautivo, “trata de un hombre, y además, una cárcel masculina”. El título, que se estrenará en septiembre en el Festival Internacional de Toronto (TIFF), narra uno de los capítulos más oscuros de la vida de Miguel de Cervantes: sus años de reclusión en Argel.
Pero Amenábar quiso tomarse la licencia de rescatar otro personaje en la sombra: su madre. “Era una mujer de armas tomar, una madre coraje. Presumiblemente le enseñó a leer y a escribir", cuenta sobre aquella Leonor de Cortinas que movió cielo y tierra hasta reunir los ducados que le liberaron”.
Ese gesto de libertad resonó con el elogio que Pedro J. Ramírez, presidente ejecutivo de EL ESPAÑOL, le dedicó al otorgarle el premio: “Los periodistas somos contadores de historias verdaderas; los creadores de ficción, como tú, lo sois de lo verosímil o de lo aquello que se encuentra en la frontera con lo ferazmente inverosímil”.
A las espaldas del hispanochileno hay toda una mochila cargada con imágenes: Tesis, Abre los ojos, Los otros, Mar adentro, Ágora… Cada título es ya parte del acervo colectivo, una especie de subconsciente audiovisual que millones de europeos comparten sin necesidad de conocerse.
Si Granada aspira a ser capital cultural, no es solo porque pueda exhibir monumentos, sino porque sabe vincularlos a voces actuales. Amenábar representa una figura del séptimo arte contemporáneo que no se limita a contar historias, sino que las compone con una visión que atraviesa géneros y épocas.
En su discurso, lanzó un mensaje cálido al lugar que le acoge: “Le deseo toda la suerte en su candidatura para 2031. Esta ciudad, indispensable para comprender la historia de España y Europa —desde la guerra de las Alpujarras hasta la trágica muerte de Lorca—, debe seguir reivindicando la diversidad, la inclusión y la libertad de pensamiento”.
El mecenazgo de la Fundación Loewe
También fue un día de celebración para Sheila Loewe, presidenta de la fundación que lleva el apellido familiar y que, desde su creación en 1988, se ha convertido en un ejemplo de compromiso con las artes en Europa. La alcaldesa, Marifrán Carazo, fue la encargada de entregarle el galardón en la categoría de Mecenazgo.
Sheila Loewe, fotografiada durante su discurso.
“Mi padre está con el corazón partido porque siempre ha estado enamorado de Granada. Aquí han pasado muchas cosas importantes para Loewe y la Fundación”, confesó. Recordó cómo su antecesor fue nombrado embajador de honor tiempo atrás, y cómo en esta ciudad organizaron un encuentro de diseñadores que acabaría siendo el germen de la Asociación de Creadores de Moda de España.
La institución que dirige desde hace años —y que sirve como puente entre la moda, la artesanía y la cultura— ha demostrado que la alta costura también puede bordar versos, elevar el barro o consagrar la danza. “Este reconocimiento es una ilusión enorme. Pero recibirlo en esta ciudad es un premio en sí mismo”, agradeció.
Carazo, al otorgarle el galardón, rindió homenaje a ese vínculo sentimental y creativo entre entidad y ciudad. “Enrique Loewe fue capaz de crear colecciones maravillosas inspiradas en La Alhambra. Esa es la Granada que inspira: la Granada musa, la que nos ayuda a seguir construyendo una marca cultural en base a lo que somos y a lo que aspiramos a ser”.
Granada, legado y futuro
No podían faltar las sorpresas en una mañana como esta. Durante el acto, EL ESPAÑOL también entregó un reconocimiento especial a la propia Marifrán Carazo por su implicación en la organización de los premios y por el impulso decidido de la candidatura de Granada como Capital Europea de la Cultura 2031.
Foto de familia durante el acto celebrado en el Palacio de Carlos V granadino.
“Cuando se sueña con intensidad y uno se rodea de las personas adecuadas, los sueños se cumplen”, agradeció desde el auditorio. La ciudad andaluza, recordó, ha sido sede de los Goya, es refugio de artistas, y respira cultura en cada esquina: "Este es un momento clave para su proyección internacional que todos estamos construyendo".
Un premio con forma y fondo
Cierto es que los galardones no eran estatuillas al uso. Para esta primera edición, EL ESPAÑOL confió la tarea de su diseño al madrileño Gonhdo (acrónimo de Gonzalo Hernández Sánchez de Ocaña), con el objetivo de que los reconocimientos tuvieran también un valor artístico y simbólico.
Las piezas combinan escultura, pintura y narrativa visual. Están construidas a partir de una base de madera y una estructura metálica recubierta con una escayola pintada a mano. Sobre su superficie, ha incluido elementos que aluden a Granada, a los premiados y a este periódico.
"Al recibirlos, quiero que sientan que son personales para ellos, que son exclusivos y que no hay absolutamente nada parecido en la faz de la Tierra. Y que al verlos se sientan identificados y los hagan suyos. Estos premios son únicos", expresó en una entrevista concedida para la ocasión en El Cultural.
Los patrocinadores
Apoyados por instituciones y empresas que comparten esta visión, los galardones de EL ESPAÑOL son una muestra de lo que puede lograrse cuando se alinean valores, recursos y compromiso.
En la red de patrocinadores se encuentran el Patronato de la Alhambra y Generalife, el Ayuntamiento de Granada, GEGSA, la Candidatura Granada Capital Europea 2031, la Junta de Andalucía y ALSA.
Completan la lista la Cámara de Comercio de Granada, Cosentino, Eurostars Hotel Company, Evolus, Fundación Caja Rural Granada, Grupo Molina Olea, La Cueva de 1900, Lumiére Catering, Granada Premium Mercedes-Benz, Moeve, Philip Morris y Teatro Flamenco.