Ilustración: Ulises

Después de pasar tres años, ocho meses y tres días investigando sobre el Santo Grial, Javier Sierra (Teruel, 1971) presenta estos días El fuego invisible, la novela con la que ha ganado el Premio Planeta.

¿Qué libro tiene entre manos?

El misterio de la creación artística, de Stefan Zweig. Es la transcripción de una conferencia que pronunció en Buenos Aires en 1940 y en donde se pregunta por las mismas cosas que los protagonistas de mi Fuego invisible.



¿Ha abandonado algún libro por imposible?

¡Muchos!



¿Con qué personaje le gustaría tomarse un café mañana?

Si pudiera hacer milagros, con Umberto Eco.



¿Recuerda el primer libro que leyó?

Recuerdo el primero que me impresionó: Veinte mil leguas de viaje submarino.



¿Cuáles son sus hábitos de lectura: es de tableta, de papel, lee por la mañana, por la noche...?

Si hablamos de leer, y no de investigar o husmear, recurro al papel. Y prefiero hacerlo al caer el día.



Cuéntenos alguna experiencia cultural que cambió su manera de ver la vida.

Recuerdo el día que, siendo niño, visitando el artesonado mudéjar de la catedral de Teruel, me contaron que esa maravilla había estado oculta varios siglos tras un techo de escayola hasta que una bomba, durante la Guerra Civil, lo desveló. Desde ese día, cada vez que entro en un recinto como ese, me pregunto qué otras maravillas estarán emparedadas aguardando su "bomba".



Después de conquistar el Planeta con El fuego invisible, ¿ha descubierto al fin "de dónde vienen las ideas"?

Sí. Pero es un secreto casi intransferible. Aunque en El fuego invisible apunto cómo alcanzarlo... solo el lector decidirá si quiere o no saberlo.



¿Por qué ha elegido el Santo Grial como eje del relato?

Porque el grial se inventó en una novela del siglo XII como algo capaz de iluminar. Me pareció una metáfora muy adecuada para el misterio que rodea a toda creación artística, desde el Paleolítico a nuestros días.



¿Dónde está, qué o quién es, el grial de Javier Sierra?

El verdadero grial es el arte. Y hablo de arte, no de artificio. De esa "materia inmortal" que, a veces, es capaz de crear el ser humano para conmover a sus semejantes.



¿Qué le gustaría que descubriera el lector con su libro?

Que también él, o ella, es capaz de alumbrar algo más valioso que su propia vida.



¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?

Si es arte, da igual que sea contemporáneo o no. El arte verdadero está por encima del tiempo. Y si no emociona, no es arte.



¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?

Si pudiera permitirme el capricho, me encantaría un Fra Angelico.



¿Le importa la crítica? ¿Le sirve para algo?

Lo malo de la crítica, desde la perspectiva del autor, es que siempre llega tarde. Por eso le presto la atención justa.



¿Recuerda la película que ha visto más veces?

Desde luego: Encuentros en la Tercera Fase, de Steven Spielberg. Durante años creí que era una película de extraterrestres, pero después descubrí que habla de nosotros, de lo que somos y lo que anhelamos.



¿Le gusta España? Denos sus razones.

España es una dolorosa, permanente y estimulante contradicción. Un lugar capaz de lo más sublime y de lo más abyecto, en el que la libertad se vende muy cara. Pero me encanta. Si he decidido quedarme a vivir en ella es porque creo que, por encima de todo, está llena de vitalidad.



Regálenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país.

Ahí la tiene: ¿Y si creáramos una especie de programa Erasmus para que jóvenes de distintos lugares de España estudiaran una temporada en otras comunidades autónomas y conocieran realidades diferentes de las suyas? Curaríamos de golpe mucho provincianismo y despertaríamos la curiosidad en una edad clave. Ella es, no lo olvidemos nunca, la "madre" de todo desarrollo cultural.