María García Yelo

Hoy arranca una nueva edición del festival PHotoEspaña mirando a Latinoamérica y con García Yelo como nueva directora.

Sustituye a Claude Bussac, recientemente nombrada Directora General de Exposiciones y Festivales de La Fábrica, y que estuvo al frente del Festival PHotoEspaña durante 8 ediciones. Sin duda, son buenos tiempos para María García Yelo (Madrid, 1977) que suma así, nuevo proyecto a los que ya acumula en la casa de subastas Christie's (2008-2013), el Museo Reina Sofía (2005-2008) y el Museo Esteban Vicente (2002-2004). Dice estar contenta con esta nueva etapa y con la fotografía como motor de trabajo, y es consciente del mal momento económico que ha llevado al festival a uno de sus momentos más complejos. Pero es optimista.



Pregunta.- ¿Qué tiene de interesante un proyecto como PHotoEspaña? ¿Qué le ha motivado para ponerte al frente de él?

Respuesta.- La pregunta fácil (y breve) de responder sería qué tiene de no interesante PHotoEspaña. El festival es un proyecto vertiginoso, posible gracias a la tenacidad de creadores, especialistas, entidades públicas y privadas y organizadores, que cada año se conjuran para sacarlo adelante. La concepción y puesta en marcha de PHotoEspaña supone vivir entre el micro-infarto y el éxtasis. Éstas son muy buenas motivaciones para trabajar en él.



P.- ¿Tenía otros vínculos profesionales con el campo de la fotografía?

R.- Mi formación es en Historia del Arte, con la especialidad en contemporáneo. Cuando llegué a la facultad, la fotografía formaba parte del concepto 'arte' desde hacía mucho tiempo. Desde entonces, a través de los distintos proyectos en los que he participado, siempre ha sido un medio más sobre y con el que trabajar. Dicho esto, hasta ahora no había tenido una relación tan estrecha, directa y amplia con la fotografía ni con los fotógrafos. Y cada día me asombran la fortaleza de las redes y la energía que irradian.



P.- ¿Qué es la fotografía hoy?

R.- Bueno, recordando uno de los miedos de Woody Allen, creo que la fotografía hoy es como el universo: una gigantesca masa en expansión. Da vértigo y es posible que el polvo en suspensión nunca llegue a reposar. El medio fotográfico esta intrínsecamente unido a la tecnología y su desarrollo, así que su potencial parece cuasi infinito.



P.- ¿Sigue abierto el debate entre artistas y fotógrafos o está todo mucho más integrado de lo que parece?

R.- Se continua oyendo distintas argumentaciones pero creo es un debate camino de extinguirse. La producción artística actual es a menudo híbrida y la fotografía es un medio de expresión para quienes son considerados fotógrafos 'puros' tanto como para quienes la utilizan como herramienta complementaria. Dicho esto, en el ámbito estrictamente fotográfico, la conciencia de serlo es muy sólida, y ahí radica su extraordinaria salud.



P.- Destaque lo mejor de PHotoEspaña 2015.

R.- "Preferiría no hacerlo", como diría Bartleby, por seguir con las citas. Estoy demasiado cerca como para poder destacar unos proyectos sobre otros. La lista de autores, exposiciones y actividades es larga, así que dejo a cada uno que haga sus elecciones.



P.- ¿Y a cinco fotógrafos jóvenes a los que seguirle la pista?

R.- Cinco son pocos, pero inicio el listado: Mariela Sancari, Aleix Plademunt, Miguel Ángel Tornero, Ding Musa, Cecilia Lutufyan...



P.- ¿Y cinco clásicos que habría que recuperar?

R.- Éstos son deberes que se van haciendo poco a poco: Lola Álvarez Bravo, Julio Zadik, Tina Modotti, Juana Biarnes, Enrique Meneses. Pero hay muchas más deudas.



P.- Colita, último Premio Nacional de Fotografía, expone en la galería Fernández-Brasso. ¿Qué destacarías de su trabajo?

R.- La obra de Colita es reflejo de su carácter: libre, intensa y coherente. La exposición que se celebrará en Madrid recorre su trayectoria y presenta algunos de los hitos de nuestra historia reciente. La selección la ha hecho la propia autora, así que será Colita en estado puro.



P.- Hay quien piensa que el formato está algo agotado, que PHE no es lo que era. Obviamente, los recortes han sido fundamentales...

R.- El festival cumple dieciocho años. La situación de la fotografía en 1998 no tiene nada que ver con la de 2015. Tampoco la ciudad ni el país son los mismos. PHotoEspaña se intenta adaptar a los cambios, evidentemente también a causa de la necesidad de buscar nuevos colaboradores, soportes y espacios. No obstante, es un proyecto consolidado del que han surgido otros hoy ya autónomos y, aunque es necesario reflexionar sobre cómo es el festival, es importante no actuar como un péndulo al antojo de la dirección desde la que sople el aire. Repensar y adaptarse es sano, pero con responsabilidad y calma.



P.- ¿Hay una exposición central? ¿Un motor sobre el que pivoten el resto de exposiciones?

R.- Hay un foco de atención central, que es la fotografía latinoamericana, mayoritariamente con autores, especialistas e instituciones de allí pero, también, con miradas desde el exterior del continente. Por eso el lema este año es "Nos vemos acá".



P.- Con todas las plataformas de redes sociales que hay, ¿qué es lo mejor y lo peor de esta difusión de fotos que hay actualmente?

R.- Es imposible ponerle puertas al campo. Las redes sociales son un fenómeno imparable y también el acceso y la producción de imágenes a través de dispositivos de muy distinto tipo. Se podría incluso abrir el debate sobre si la captación de instantáneas genera "fotografía" o si habría que buscar nuevos términos. Lo mejor y lo peor se cruzan constantemente: qué es comunicación y qué es información, los límites de la libertad de expresión, dónde acaba y dónde empieza la intimidad... En todo caso, sobre este asunto soy cualquier cosa menos una autoridad competente: PHotoEspaña tiene y genera contenido a través de las redes sociales pero, a título personal, carezco de identidad o actividad en ninguna red social. Es en este momento cuando creo oír un intenso murmullo de fondo...



P.- Parece ser que el fotolibro se lleva todos los elogios últimamente en el campo de la foto. ¿Por qué lo merece?

R.- El fotolibro es un fenómeno imparable e hijo de su tiempo. Se ha convertido en un extraordinario aliado para los fotógrafos, que encuentran en este soporte nuevas vías de expresión y de difusión de su trabajo. El festival desarrollará este año la PhotoBookWeek, en el Espacio de La Fábrica, un programa de actividades y encuentros, y la convocatoria al Premio del Libro PHotoEspaña ha dado carta de naturaleza a este soporte entre sus categorías.



P.- De tres pasos hacia el futuro. ¿Cómo le gustaría que fuera PHE 2016?

R.- Un, dos, tres... Un festival de todos, cada día un poco más.