Quinientos años después de su nacimiento, Santa Teresa de Jesús, Teresa de Ávila (1515-1582), sigue moviendo al asombro cultural y espiritualmente. Mujer contemporánea por excelencia y una de las cumbres de la mística universal, poseía un prodigioso castellano casi cervantino y fue capaz de remover conciencias y certezas. Llevada de su entusiasmo cultivó además la poesía lírico-religiosa, sujetándose menos que otros a la imitación de los libros sagrados y siendo, por tanto, más original. Sus versos son de estilo ardiente y apasionado, como nacido del amor ideal en que se abrasaba Teresa, amor que era en ella fuente inagotable de mística poesía. Luis María Anson celebra en El Cultural la música interior de su prosa; su biógrafa Olvido García Valdés, su trayectoria y actualidad; Elena del Rivero la interpreta desde el presente, Juan Mayorga la sube a escena en La lengua en pedazos y, además, repasamos todas las novedades bibliográficas y expositivas. Comienza su año.

- El éxtasis de Santa Teresa, por Luis María Anson. La poesía de la Santa no es desdeñable pero no pasa de discreta. Sin embargo, su prosa es, tal vez, después de la de Cervantes, la más destacada del Siglo de Oro. Asombra su sencillez, la claridad sintáctica, la contenida adjetivación, la música interior.   

- La activista, la ensimismada, la escritora, por Olvido García Valdés. ¿Quién fue esa mujer, enferma casi siempre y monja, en cuyos textos nos cuenta experiencias tan subidas como las de Juan de la Cruz, y que al mismo tiempo se enfrenta con castas influyentes y eclesiásticos poderosos?

- ...Y yo soy para mi Amado. Cabe imaginar la sorpresa, incluso la ira, que los encendidos versos de Teresa de Ávila, desbordados de pasión mística y trascendente amor, provocaron en los inquisidores de su tiempo. "Con simplicidad y religión: que lleve más estilo de ermitaños y gente retirada", afirmaba.

- ...Y tan alta vida espero..., por Elena del Rivero. La artista dedica una instalación a Teresa de Ávila, porque desde el convento, único lugar de reflexión y estudio para las mujeres de épocas pasadas, y aún sufriendo los ataques inquisitoriales, traspasó sus rejas y se instaló en el mundo. Mujer contemporánea por excelencia.

- La lengua en pedazos, por Juan Mayorga. Ganar para el teatro la palabra de Santa Teresa fue mi primer objetivo. Me propuse arraigar palabra y personaje en una situación ficticia pero verosímil en cuyo centro estuviese el grave gesto de la todavía monja de la Encarnación de abrir la primera de sus fundaciones.

Libros

- Teresa de Jesús: V centenario de una pasión, por Rafael Narbona. Santa Teresa de Jesús ocupa un lugar destacado entre los clásicos del Siglo de Oro y su experiencia mística no es un vestigio de un pasado irracional, sino una invitación a la vida interior y al amor hacia nuestros semejantes.

- Crítica de Para vos nací. Un mes con Teresa de Jesús (Ariel), de Espido Freire, por José Manuel Benítez Ariza. Un primer mérito de este personal ensayo es su huida de todo sensacionalismo, abordar las opiniones preexistentes desde un aplastante sentido común.

- Entrevista con Espido Freire: "Decir que los éxtasis de Santa Teresa eran orgasmos es simplificar". La escritora se propuso escribir con Para vos nací un retrato que nos ayudase "a tener una visión más contemporánea" de la Santa, y que trascendiese sus aportaciones religiosas.

- Crítica de Malas palabras (Lumen), de Cristina Morales, por Ángel Basanta. La escritora granadina celebra el quinto centenario del nacimiento de Teresa de Jesús para adentrarse en el pensamiento y el modo de ser de Teresa de Cepeda y Ahumada en su triple condición de mujer, monja y escritora.

  - Crítica de El castillo de diamante (Espasa), de Juan Manuel de Prada, por Jesús Nieto Jurado. La recreación que hace Prada de Santa Teresa triunfa por lo arriesgado: va y viene de la comicidad cotidiana al misticismo, pero vive por sí misma. El autor se en el conocimiento profundo del tiempo histórico que relata.

- Crítica de Teresa de Jesús. La construcción de la santidad femenina (Cátedra), de Rosa María Alabrús y Ricardo García Cárcel, por Luis Ribot. No se trata de una biografía, sino de un análisis en profundidad de la religiosidad española. Colocar a Teresa de Jesús en esos tiempos recios, en sus propias palabras, y analizarlos a ambos de forma armónica es el gran acierto del libro.

- Infantil: Mi primer Santa Teresa (Lunwerg y Fundación Villalar), de Mariano Veloy con ilustraciones de Óscar del Amo. Desde su niñez, Teresa fue una muchacha que se salió dela norma. Así lo constatamos cuando se escapa de casa junto a su hermano para librar batallas contra el infiel o cuando se encomienda a la Virgen al quedar huérfana con solo trece años.

- Fernando Delgado gana el Premio Azorín con Sus ojos en mí, la historia del joven fraile que enamoró a Santa Teresa. Santa Teresa de Jesús no solo vivió enamorada de Dios; también lo estuvo de un hombre de carne y hueso: Jerónimo Gracián. Ella tenía 60 años cuando conoció a este fraile joven, aventurero, inteligente y atractivo. Este amor fue “intensísimo, pero no carnal”.

Exposiciones

- Teresa de Jesús marca el camino. Cuadros de Rubens, Alonso Cano, Zurbarán, Rivera, un grabado de Durero… Lienzos y papeles de nuestros maestros que se unen en esta ocasión para dotar de imagen a una de las grandes voces de la literatura española. Teresa de Jesús llega a la Biblioteca Nacional con la exposición central del V Centenario.

- El Camino llega a su lugar. La Biblioteca Nacional muestra, en el marco de la exposición Teresa de Jesús. La prueba de mi verdad el manuscrito de Camino de perfección, joya, en muy buen estado de conservación, del Monasterio de las Carmelitas Descalzas de Valladolid.

- Santa Teresa se actualiza con la creación artística. El Museo Nacional de Escultura de Valladolid estudia la influencia de la espiritualidad, el misticismo y lo sagrado en el arte contemporáneo con piezas de una veintena de artistas como Marina Abramovic, Pilar Albarracín, Francis Alÿs, Louise Bourgeois, Dora García, Cristina Lucas, Soledad Sevilla o Bill Viola.