El Cultural

Algo se mueve

2 septiembre, 2010 02:00

No deja de ser curioso que algo que debería ser antiguo es nuevo. O sea, que para millones de usuarios es absolutamente habitual ver las películas no a través de dvd sino de ficheros digitales. Sin embargo, hasta hace poco, lo tenían difícil para hacerlo de forma legal. Tres nuevas iniciativas de peso vienen a cambiar el panorama y prometen, ahora sí, una revolución en el consumo audiovisual. Sony anuncia su propio ITune, Apple alquilará películas y series de televisión online (además de lanzar una Apple TV que permitirá verlo todo cuando se quiera) y Google convertirá su popular YouTube en un inmenso videoclub.

Hace unas semanas hablaba de la desaparición del soporte físico en el mercado cultural y la tendencia es cada día más imparable. La industria, que es conservadora y tiende por su propia naturaleza a perpetuar sus viejos privilegios, ha tardado demasiado en reaccionar a los gustos y costumbres del público. Inmersa en un debate identitario totalmente abtuso porque al final, el público es el que manda. Incluso Apple, esa compañía que está transformando el mundo a base de ingenio y astucia, se ha movido tarde. Pero se ha movido. El siguiente paso es que todo eso pueda suceder en España.

De momento, aun costará que llegue. El motivo del retraso es, cómo no, la piratería. El temor de las majors está justificado, para éstas, colgar ellas mismas en la red sus productos significa, en este momento, facilitar la vida a los piratas. Asombroso que la ministra dijera el otro día que está "orgullosa" de la "ley Sinde". No sé de qué demonios estará orgullosa, porque la "ley Sinde", si existe, brilla por su ausencia. O sea, que más bien se le debería caer la cara de vergöenza por no haber coseguido, ¡aun!, que se aplique. Este mismo verano, ha quedado claro. Un municipio catalán no sólo ha decidido dejar de luchar contra el Top Manta, también le ha destinado un lugar en el pueblo para que dicha actividad se pueda desarrollar sin problemas. La información que publicó Variety, en portada, redundaba en un profundo y absoluto asombro.