Carlos Alcaraz, en la Laver Cup

Carlos Alcaraz, en la Laver Cup EFE

Tenis

¿Corre Alcaraz riesgo de lesión? Radiografía de su calendario, su pasado y su cuerpo camino de la temporada con más partidos

El tenista murciano estrena su condición de número 1 en Tokio como pistoletazo de salida a un exigente cierre de año.

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A horas de su estreno en el ATP 500 de Tokio, Carlos Alcaraz inicia la recta final más exigente de su carrera profesional. El español lleva disputados 69 partidos oficiales esta temporada, con un balance de 62 victorias y 7 derrotas que lo sitúa como líder absoluto del circuito.

Su récord de encuentros en una temporada son los 77 de 2023, cuando logró 65 triunfos y sufrió 12 derrotas en su año más prolífico. Si completa todos los torneos que le quedan hasta diciembre, Alcaraz no solo superaría ese registro sino que se plantaría en los 90 partidos en una sola campaña.

El murciano afronta cinco competiciones oficiales consecutivas: Tokio, Shanghai, París-Bercy, ATP Finals y potencialmente la Copa Davis si es llamado para las Finales por David Ferrer. Además, Alcaraz tiene programadas dos exhibiciones lucrativas: el Six Kings Slam en Arabia Saudí y un partido en Nueva Jersey contra Tiafoe para diciembre.

Esta carga de trabajo, tras un año de mucho desgaste, llega en el momento determinante. Los datos revelan un patrón: las últimas semanas del año han sido históricamente las más problemáticas para el físico de Carlos Alcaraz.

En 2021 se retiró del US Open por un desgarro fibrilar en el cuádriceps, perdiéndose cuatro semanas de competición y algunos torneos importantes. La temporada 2022 terminó abruptamente en noviembre con una lesión abdominal que lo privó de las ATP Finals y la Copa Davis.

Los últimos dos años no sufrió tanto hacia el final, pero sí acumuló varias lesiones. En 2023 fueron hasta cuatro, incluyendo problemas desde el inicio en la pierna derecha que lo mantuvieron alejado del Open de Australia —el único Grand Slam que se ha perdido en su carrera—.

El año 2024 no fue diferente: lesiones en el antebrazo derecho le costaron Montecarlo, Barcelona y Roma durante la primavera europea.

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El 2025, por fin, fue otra cosa. Lo cual celebran en el equipo que acompaña a Alcaraz en cada torneo porque parece que se ha dado con la tecla. Sus únicos problemas —una contractura en el aductor derecho acompañada de molestias en el isquiotibial izquierdo— vinieron en Barcelona, en la final del Godó, y aunque se intentó, no forzó para jugar en Madrid.

Alcaraz ha aprendido a dosificar. Por eso tampoco fue a jugar a Toronto, a causa de la fatiga tras la final de Wimbledon. Del mismo modo que se bajó de la eliminatoria de la Davis ante Dinamarca tras ganar el US Open.

Los peligros que se avecinan

Una mejor gestión preventiva que también se pondrá a prueba en esta recta final de curso, que será exigente. El calendario asiático-europeo presenta algunos desafíos únicos. Por ejemplo, esos 41.000 kilómetros de vuelos atravesando cinco zonas horarias en ocho semanas consecutivas de competición.

El jet lag severo afecta directamente la recuperación muscular y los patrones de sueño, factores críticos para prevenir lesiones musculares recurrentes.

Todos los torneos se disputarán exclusivamente en pista dura, la superficie con mayor índice de lesiones según estudios epidemiológicos del circuito profesional. La investigación científica demuestra que las pistas duras incrementan 2.52 veces el riesgo de retiros por lesión comparado con otras superficies.

A favor de Alcaraz, como decimos, juega la evolución en la gestión de su equipo médico, que ha mostrado decisiones más preventivas durante este año. Sin embargo, los factores protectores podrían resultar insuficientes ante la magnitud de los riesgos acumulados que presenta este calendario maratónico y sin precedentes.

La presión adicional de mantener el número 1 mundial hasta fin de año añade estrés mental que puede traducirse en sobresfuerzo físico. Alcaraz defiende 1,000 puntos ATP cruciales en este período, haciendo cada partido una batalla por su posición en el ranking mundial frente a Sinner.

La exhibición Six Kings Slam se presentaría como una oportunidad de oro para reducir riesgos, ya que no otorga puntos oficiales pero sí fatiga acumulada. Pero sí muchos millones, a los que pocos jugadores están dispuestos a renunciar.

Saltarse este evento le permitiría a Alcaraz una semana crucial de recuperación entre Shanghai y París-Bercy, reduciendo significativamente la carga corporal total. Sin embargo, ese escenario de renunciar a jugar en Arabia es, por ahora, irreal.

El calendario previsto de Alcaraz

ATP 500 de Tokio (24 al 30 de septiembre)

Masters 1000 de Shanghai (del 1 al 12 de octubre)

Six Kings Slam en Arabia Saudí (del 15 al 18 de octubre)

Masters 1000 de París (del 27 de octubre al 2 de noviembre)

ATP Finals 2025 en Turín (del 9 al 16 de noviembre)

Finales de la Copa Davis en Bolonia (del 18 al 23 de noviembre)

Exhibición en New Jersey, Estados Unidos, vs. Frances Tiafoe (7 de diciembre)

Estos condicionantes podrían resaltar que existe un riesgo real, y hasta elevado siendo extremistas, de que Alcaraz se pudiera ver afectado por problemas físicos en el final de la temporada más exigente en su trayectoria.

Algo ha cambiado en el círculo deportivo de Alcaraz, que hace un año expresaba su desazón por tanta carga de partidos: "En ocasiones no me siento motivado en absoluto. Es un momento difícil. Como dije muchas veces, el calendario es muy ajustado, muchos torneos, no tengo días libres o no tantos como quisiera".

"En ocasiones, realmente quiero tomarme algunos días para mí, pero no puedo porque tengo que entrenarme, viajar. Además el jet lag a veces me afecta viajando por el mundo. Así que a veces no quiero ir a los torneos, no voy a mentir", decía durante la Laver Cup de 2024.

Pero Alcaraz cambió el chip, su equipo hizo ajustes y el resultado fue el Alcaraz más regular que se ha visto este año, con apenas siete derrotas en individual y camino de su récord de partidos oficiales jugados en una temporada. Imparable. Al menos por ahora.