
Carlos Alcaraz abraza la Copa de los Mosqueteros, el trofeo de campeón de Roland Garros
Los retos de Alcaraz tras tocar la cima en París: una cita con la historia en Wimbledon para romper con el legado de Borg
El tenista español podría ser el segundo más joven de la historia en ganar seis Grand Slams y el único junto al sueco en ganar dos años seguidos el Channel Slam.
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A su manera, pero sigue conquistando Grand Slams día sí y día también. Salvó tres bolas de partido ante Sinner y se llevó uno de los duelos más épicos de siempre para ganar Roland Garros. Alcaraz ya pasará a la historia a pesar de tener 22 años. Pero quiere más y, si es feliz, seguirá en la batalla.
Porque talento le sobra al tenista murciano. Un jugador capaz de poner la bola en cualquiera de las dos esquinas, sobre la línea o cerca de la red. Un deportista capaz de derrotar sistemáticamente al imbatible para el resto. Algo inigualable.
La final ante Rune en el Conde de Godó ha sido la única mancha en una gira de tierra impecable. De matrícula de honor. Y eso que la derrota llegó fruto de una lesión. Fue la única excepción a un balance de 22 victorias en 23 partidos sobre la arcilla este año.
Una racha que se inició tras un tiempo de desconexión en la Riviera Maya con su familia a principios de abril y le sirvió para recargar pilas y volver como un vendaval. Ganó Montecarlo, después Roma y tocó el cielo en París conquistando Roland Garros.
Un torneo impecable en el que dejó una exhibición casi sin precedentes contra Tommy Paul en cuartos de final y donde tumbó al número uno del mundo que no había cedido ningún set hasta la fecha. Y todo ello haciéndolo de una forma mágica.
Conquistó el segundo Roland Garros de su carrera. Lo hizo de forma consecutiva. Ahora toca parar, recargar pilas e iniciar en unos días el camino hacia la conquista de su sexto Grand Slam con Wimbledon. Palabras mayores.
Cita con la historia
Ganar Wimbledon supondría mucho para Carlos Alcaraz. Volver a ganar un major y sumar seis siendo tan joven supondría un golpe de la mesa y mandar un serio aviso al 'Big Three'. Quedaría mucho camino por recorrer, pero también un gran tramo hecho.
Sin ir más lejos, el tenista de El Palmar se convertiría en el segundo más joven de la historia en ganar sus primeros seis Grand Slams. Un récord que ahora mismo ostenta el legendario Björn Borg al lograr su sexta corona con 22 años, un mes y dos días.
Alcaraz lo lograría con 22 años, dos meses y 15 días. Es decir, lograría batir a figuras como Nadal, que lo hizo con 22 años y siete meses o a un Roger Federer que lo consiguió con 24 años, un mes y tres días.
Conquistar el All England Club le dejaría en una posición privilegiada, pero también le auparía a la altura de Borg como el único tenista en la historia en lograr dos años consecutivos el doblete Roland Garros - Wimbledon.

Alcaraz posa con el trofeo de Wimbledon. REUTERS.
El sueco llegó incluso a realizar el Channel Slam durante tres años consecutivos y Rafa Nadal se quedó muy cerca de encadenarlo. Ganó ambos torneos en 2008 y repitió en 2010. En 2009 no pudo brillar en la hierba fruto de una lesión.
Nuevo capítulo
Alcaraz se presentará en tierras británicas como máximo favorito. Nadie duda de ello. Como tampoco lo hace al pensar que el murciano y Jannik Sinner firmarán otro duelo vibrante. El italiano, con la necesidad de reinar y recortar distancias en el palmarés con el español, no podrá fallar.
Hasta el momento, Sinner únicamente ha ganado un torneo sobre hierba. Fue en el ATP500 de Stuttgart de 2024 donde se impuso a Hurkacz.
En cuanto a su experiencia en Wimbledon, Sinner no sabe lo que es ganar el título después de cuatro participaciones. En 2021 cayó en primera ronda, en 2022 sucumbió en cuartos ante Djokovic, en 2023 el serbio le ganó en semis y en la última edición fue Medvedev quien le mandó a la lona en los cuartos.
Ahora llega más preparado. Quizá en el mejor momento de su carrera a pesar de la última derrota contra Alcaraz en París. Un partido que también se merecía ganar. Eso sí, el transalpino deberá cambiar el chip y buscar la manera de derribar y superar a su mayor quebradero de cabeza.
Alcaraz, en cambio, seguirá jugando a su manera. Le está funcionando y su confianza está por las nubes. Da igual quien se le ponga delante, irá directo a por el trofeo que se entrega el 13 de julio en el All England Club.