Las 3 jugadas de Alcaraz que hicieron vibrar a la Arthur Ashe en la final contra Ruud del US Open

La Arthur Ashe tiene un nuevo ídolo. Su nombre es Carlos Alcaraz (El Palmar, 2003), campeón del US Open y nuevo número 1 del tenis mundial. Durante la última semana ha enamorado a los miles de neoyorquinos y personas de otros lugares que se han acercado al barrio de Queens. En la final contra Casper Ruud, el tenista murciano volvió a dar un recital con su juego. [Narración y estadísticas: Carlos Alcaraz 3-1 Casper Ruud].

Los 'puntos imposibles' de Alcaraz se han puesto de moda en Nueva York. Carlos ya lo hizo ante Jannik Sinner con un golpeo nunca antes visto y ante Frances Tiafoe con una colección de jugadas brillantes. El noruego Ruud se unió a su lista de víctimas, y eso que el alumno de la academia de Rafa Nadal también dejó acciones sobresalientes.

Alcaraz buscó, sobre todo, la efectividad siguiendo estrategias como el 'saque y volea', pero también hubo hueco para sus lujos. Desde las dejadas que tanto le caracterizan hasta los puntos de puro despliegue físico. De su raqueta hizo una varita y con su magia volvió a enloquecer a las masas.

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Fue Ruud el que llevó la batuta en los puntos más espectaculares de la primera parte del partido. El noruego se confirmó como un rival muy sólido y, por momentos, comió la moral al español. Además, dejó claro que no es un tenista que solo aguanta a los rivales para llevarlos hasta la extenuación.

El gran cambio de Alcaraz

El cambio de tornas en las mejores jugadas no llegó hasta la recta final del tercer set. Primero fue en un punto del saque de Ruud para el 4-4. Alcaraz, que no regaló nada durante todo el partido, se vino arriba con una larga jugada en la que llegó a un par de bolas que parecían inalcanzables.

Comenzó salvando una derecha profunda de Ruud que botó cerca de la línea. El noruego sabía que podía hacerle daño si le jugaba cerca de los pies. Ruud insistía buscando bolas con mucho peso hacia su revés para después irse con decisión a la red. Ahí fue cuando Alcaraz empezó a tomar la iniciativa del punto. 

Consiguió que la volea del pupilo de la Rafa Nadal Academy no fuera del todo convincente y se lanzó como un rayo a levantar una bola que parecía morir tras el primer bote. Le buscó con el paralelo obligando a Ruud a hacer una volea imposible que se quedó mansa en mitad de pista. Ya con mucha clase y todo a favor, sacó su mano a pasar para ganar el punto con una bandeja de derechas que levantó a todo el público de la Arthur Ashe. 

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Otro mazazo sin respiro

El segundo gran punto del partido llegó solo unos minutos más tarde. Le había costado a Alcaraz dar la vuelta a la tendencia de esos peloteos imposibles, pero terminó haciéndolo. También en el tercer set, pero esta vez con su saque y bola para empatar la manga a seis juegos después de haber tenido Ruud oportunidad de poner el 2-1. En ese momento, el murciano sacó todo su arsenal de golpes y de acciones técnicas increíbles. 

Se la jugó con una dejada a la que Ruud consiguió llegar con solvencia. El noruego abrió pista con un revés profundo a dos manos que puso en aprietos a Alcaraz. Este respondió con una derecha cruzada muy potente que obligó a Casper a retorcerse sobre la cinta para detener la bola en una acción de reflejos felinos. La bola volvió a quedar casi muerta, pero 'Carlitos' la levantó hundiendo la punta de la raqueta y obligando a correr a Ruud hacia la línea de fondo. 

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Sin ángulo, sin fuerzas y sin margen de reacción, Casper se sacó una bola por debajo de las piernas de una factura y de una belleza altísimas. Podía ser el punto del torneo. Sin embargo, su globo se quedó extremadamente corto, por lo que Alcaraz remató el punto con un smash potente y certero para poner del revés la Arthur Ashe que volvía a vibrar con el tenista español. 

Alcaraz cierra a lo grande

El último gran punto de Alcaraz ejemplifica a la perfección las diferentes caras que ha exhibido Carlos en un partido para la historia. Fue, precisamente, el que le daba la victoria, el punto con el que conseguía levantar su primer Grand Slam y convertirse en el nuevo número uno del mundo. Todo a la vez. 

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Después de haber pasado por muchos altibajos, momentos épicos y algunos de desconexión, Alcaraz se abrazó a su saque para cerrar el partido por todo lo alto. Un envío directo con el que demostró al mundo su fuerza y su poderío. El español ya es el jugador más en forma del planeta tal y como justifica su nueva posición en el ránking de la ATP. 

En un encuentro en el que gracias a su saque consiguió aguantar los arreones de Ruud, fue de nuevo con un ace con lo que consiguió solventar la papeleta más complicada, la de cerrar el juego que le acreditaría inmediatamente como el nuevo campeón del US Open. 

A sus 19 años, Carlos Alcaraz entra en la historia del tenis por la puerta grande tras convertirse en el número uno más joven de la historia y después de haber levantado su primer trofeo del Grand Slam en la pista más grande del planeta. La Arthur Ashe y el jugador de El Palmar irán, para siempre, de la mano.