Nadal asalta los octavos de final de Roland Garros a lomos de su derecha

Si la lógica del ranking se cumple, a Rafael Nadal le queda un partido para enfrentarse a Novak Djokovic en Roland Garros. Este viernes, el español eliminó 6-3, 6-2, 6-4 a Botic van de Zandschulp y el serbio venció 6-3, 6-3, 6-2 a Aljaz Bedene. En consecuencia, si ambos superan su próximo encuentro de octavos de final (ante Felix Auger-Aliassime y Diego Schwartzman, respectivamente) se verán las caras el martes en un cruce de alto voltaje entre los dos tenistas que han dominado los grandes escenarios del circuito con puño de hierro. [Narración y estadísticas]

Por primera vez en todo el torneo, Nadal se encontró abajo en el marcador desde el arranque. Un break inicial de van de Zandschulp (1-0) puso en alerta al español, que inmediatamente le devolvió el golpe a su contrario para empezar desde el principio (1-1) subiendo sensiblemente su nivel de concentración para coronar el cruce de un bocado.

12 fotos

Desde ese comienzo turbulento, el campeón de 21 grandes no volvió a conceder ni una sola oportunidad al holandés, que se pasó el resto de la tarde observando cómo Nadal se movía a toda velocidad para producir tiros fabulosos que vio pasar sin poder hacer otra cosa que seguirlos con la mirada, y nada más. 

El español, claro, puede estar contento: llegaba al torneo tras caer derrotado en Roma con muchísimos problemas en su pie izquierdo y se ha plantado en los octavos de final de Roland Garros sin ceder un solo set, y acercándose a una buena versión que le permita competir cuando las cosas se pongan feas. Eso es ya, en la siguiente ronda, el próximo domingo: Nadal tiene un test de altura para saber exactamente dónde se encuentra en su lucha por la Copa de los Mosqueteros.