Nadal, durante el partido ante Dimitrov.

Nadal, durante el partido ante Dimitrov. Eric Gaillard Reuters

Tenis Masters 1000 de Montecarlo

Nadal luce intocable: avanza en Montecarlo de paliza en paliza

El español llega a cuartos de final tras abrumar 6-1, 6-1 a un mal Dimitrov.

15 abril, 2021 16:45

Después de una paliza, otra. Rafael Nadal se metió este jueves en los cuartos de final del Masters 1000 de Montecarlo llevándose por delante a Grigor Dimitrov (6-1, 6-1) en otro partido que dejó una conclusión clara: algo muy raro debe pasar para que el campeón de 20 grandes no aspire a todo en la gira de tierra batida que acaba de comenzar. [Narración y estadísticas]

“Obviamente, él ha jugado demasiado agresivo y ha cometido muchísimos errores: es un partido que tiene poco que analizar por mi parte”, aseguró Nadal tras el encuentro. “La realidad es que estoy en cuartos de final y es una noticia positiva para mí. Habría preferido otro tipo de encuentro hoy, pero es lo que hay”.

Nadal le propinó un 5-0 a Dimitrov en 18 minutos. Una carta de presentación como esa haría hablar a las piedras. Tiro a tiro, el español destruyó cualquier plan que su contrario hubiese preparado para meterle mano al número tres mundial, que en su estreno hizo exactamente lo mismo con Federico Delbonis. El búlgaro, un tenista plástico, puro arte en movimiento, jugó desdibujado, condenado por los errores no forzados que acumuló hasta terminar enterrado. 

El español, claro, fue culpable de la gran parte de esos desatinos, que terminaron con Dimitrov rompiendo la raqueta en dos al verse 1-6, 0-3 en 40 minutos. Para lograr esa desesperación en su oponente, Nadal atacó la victoria exhibiendo la mejoría que ha implementado en su patrón de tierra batida de toda la vida: jugar más agresivo, ir a buscar la pelota, tirar con intención. 

Todo ese aluvión de tenis cayó sobre el revés a una mano de Dimitrov como una plancha de hierro. De principio a fin, el búlgaro jugó el partido derrotado, con una alarmante sensación de abatimiento, agachada la cabeza. Así se despidió el número 17 de Montecarlo: en 56 minutos y sin decir ni mu.

“En los entrenamientos he estado haciendo las cosas muy bien, pero eso luego hay que reflejarlo en los partidos”, dijo el número tres. “En ninguno de estos dos primeros encuentros he sido muy exigido. Mañana seguro que será una historia distinta y espero estar preparado”.