Nadal, durante el partido ante Mmoh.

Nadal, durante el partido ante Mmoh. Dean Lewins EFE/EPA

Tenis Abierto de Australia

Nadal gana a Mmoh y sigue sumando días en el Abierto de Australia

El español llega a la tercera ronda (6-1, 6-3, 6-2 al estadounidense) y logra más tiempo para recuperarse de la espalda.

11 febrero, 2021 13:36

Rafael Nadal sigue arañando el tiempo que necesita para recuperarse de los problemas en la espalda que lleva semanas arrastrando. El jueves, el número dos del mundo, tumbó 6-1, 6-3, 6-2 a Michael Mmoh y accedió a la tercera ronda del Abierto de Australia, donde se enfrentará el sábado a Cameron Norrie, vencedor 3-6, 7-5, 6-3, 7-6 a Roman Safiullin. Sin muchas conclusiones que poder extraer, la victoria al menos le permite tener como mínimo un par de días para intentar arreglar las limitaciones que amenazan con truncar su asalto al tíulo de campeón. [Narración y estadísticas]

“Siempre intento mejorar”, dijo luego Nadal. “Ha sido positivo ganar en tres sets. Son buenas noticias para mí en todos los sentidos. Ahora estoy concentrado en intentar prepararme para los próximos encuentros, que serán más duros”. 

Como en su estreno del martes ante Laslo Djere, Mmoh tampoco fue rival para Nadal, no le puso en peligro ni amenazó su victoria en una noche apacible. La situación más peligrosa del cruce la provocó una espectadora que se cebó sin ningún motivo con el español, gritándole desde la grada cuando sacaba con 5-4 por el segundo set, increpándole y haciéndole varias peinetas que Nadal recibió con una sonrisa antes de ser expulsada de la pista. Lejos de descentrarse, el número dos respondió conectando tres aces (¡tres!) para afianzar una ventaja que pronto convirtió en triunfo.

El estadounidense, más de 90 kilos de puro músculo, no intimidó ni un poquito a Nadal con una puesta en escena propia de un combate de boxeo. Con rostro muy serio, cara de pocos amigos, y vistiendo una camiseta sin mangas que dejó al descubierto unos brazos como vigas de acero, Mmoh se plantó en una Rod Laver Arena techada como consecuencia de la lluvia para enfrentarse por primera vez en su carrera a Nadal. 

Una vez se puso la pelota en juego, sin embargo, Mmoh quedó al descubierto, imposible meterle mano a Nadal con tantas carencias y tomando una mala decisión tras otra para intentar suplirlas. Nunca supo el estadounidense qué hacer, aunque fue encontrando su sitio con el paso de los minutos. Al principio, Mmoh se quedó en el fondo de la pista sin ningún éxito, incapaz de incomodar al español desde atrás. Luego, el 177 mundial se lanzó a la red con regularidad, un territorio que le resulta familiar porque suele formar parte de su esquema de juego habitual, pero vio cómo las pelotas le pasaban como aviones y desistió. Finalmente, el estadounidense se volvió al fondo y adaptó una posición más agresiva que le ayudó a plantar algo de batalla.

Manteniendo el saque que estrenó el primer día para cuidar de su espalda, el mallorquín sirvió con menos temor que ante Djere y no encajó ni un solo break, aunque bajó considerablemente la velocidad y la potencia de su saque. Mantuvo, además, la libertad de movimientos que ya exhibió en el debut, sin problemas para desplazarse y golpear la pelota. En consecuencia, completó un buen encuentro que tampoco le sirve para mucho, a falta de una buena prueba que mida su estado real. Ese momento llegará cuando tenga al otro lado a un rival de entidad que le obligue a ir al límite.