Robert Griffin, exjugador de la NFL.

Robert Griffin, exjugador de la NFL. REUTERS

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Robert Griffin, exjugador de la NFL, sobre su falta de conciencia con el dinero: "Muchos jugadores no saben lo que ganan"

El ex de Washington pensó que le habían estafado con su primer gran contrato en el fútbol americano.

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Alberto Marcos
Publicada

Robert Griffin III, conocido mundialmente como RG3, pasó de ser una de las grandes sensaciones de la NFL a convertirse en una voz muy escuchada cuando se habla de dinero, impuestos y educación financiera en el deporte profesional.

En sus entrevistas ha confesado el impacto que le causó descubrir cuánto se reducía su primer gran contrato tras pasar por el filtro fiscal, hasta el punto de resumir su desconcierto en una frase que muchos jóvenes deportistas podrían hacer suya: "No sabía lo que me quedaba tras los impuestos".

Cuando los Washington Redskins le firmaron su contrato de novato en 2012, las cifras que aparecían en los titulares rondaban los 21,1 millones de dólares, con un bonus de firma de unos 14 millones.

Sin embargo, cuando el dinero llegó a su cuenta, RG3 se encontró con apenas 6,9 millones de ese bonus, menos de la mitad de lo esperado, y llamó a su agente pensando que "se habían llevado todo".

Ese episodio le hizo entender de golpe el peso real de los impuestos sobre los ingresos de un deportista de élite, especialmente en tramos altos donde la carga total puede acercarse al 50% al sumar impuestos federales, estatales y otros conceptos. Desde entonces, Griffin repite que muchos jugadores "no saben lo que realmente ganan" porque nunca han aprendido a leer una nómina, un contrato o el impacto fiscal de sus decisiones.

Ahorros y el lado oscuro del éxito

La experiencia de RG3 encaja en un patrón que él mismo ha denunciado: jóvenes de 20 a 22 años que pasan en cuestión de meses de no tener casi nada a firmar contratos multimillonarios, sin formación financiera básica.

Griffin ha hablado en podcasts y conferencias de cómo el desconocimiento lleva a gastar como si el número bruto del contrato fuera dinero "limpio", sin contar impuestos, comisiones y gastos fijos.

Por eso insiste en tres ideas clave para los deportistas profesionales: entender cuánto es el ingreso neto real después de impuestos y comisiones, planificar el ahorro pensando en el corto ciclo de vida de una carrera deportiva, y buscar asesoramiento fiable en vez de dejarse llevar por el entorno o por compras impulsivas.

Su relato se ha convertido en una herramienta de concienciación: RG3 reconoce que, pese a sus estudios y su inteligencia, tampoco estaba preparado para gestionar esa avalancha de dinero, y que tuvo que aprender "a golpes" el lenguaje de los impuestos y la planificación financiera.

Símbolo de fragilidad en la NFL

En lo deportivo, Robert Griffin III irrumpió como una superestrella en la NCAA con Baylor, donde ganó el Trofeo Heisman en 2011 gracias a una temporada espectacular como quarterback dual threat, letal tanto pasando como corriendo.

En el draft de 2012 fue elegido en el número 2 global por Washington, y su año de novato fue histórico: récord de passer rating para un rookie, una ratio touchdown-intercepción sobresaliente y un título de Rookie Of The Year que lo colocó como rostro del futuro de la franquicia.

Sin embargo, su trayectoria se torció pronto por las lesiones de rodilla, especialmente el grave problema de ligamentos que sufrió en playoffs ante Seattle, y por el desgaste en su relación con el cuerpo técnico. Tras su etapa en Washington, pasó por los Cleveland Browns y más tarde por los Baltimore Ravens, ya como suplente, alternando momentos puntuales de buen rendimiento con nuevas lesiones que frenaron cualquier opción de volver a ser el RG3 dominante de su debut.

Con más de 9.000 yardas de pase, 43 pases de touchdown y casi 1.700 yardas de carrera en siete temporadas, Griffin dejó huella como uno de los talentos más electrizantes de su generación, pero también como ejemplo de lo rápido que puede cambiar el destino en la NFL.

Esa mezcla de éxito fulgurante, caída abrupta y aprendizaje financiero posterior hace que su historia sea especialmente valiosa cuando habla de impuestos, ahorro y de por qué no basta con firmar un gran contrato para estar realmente a salvo económicamente.