Álex Villar, saltador BASE

Álex Villar, saltador BASE Escuela de Especialistas Ángel Plana

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Muere Álex Villar, saltador BASE, a los 34 años tras sufrir un accidente

Este viernes, se encontraba practicando saltos cuando, en un peñasco de Punta Calva, encontró su trágico final.

6 mayo, 2023 13:10

Tragedia en el deporte español. Álex Villar, conocido por cruzar el arco de Piedrafita y con más de 1000 saltos a sus espaldas, murió este viernes 5 de mayo después de sufrir un accidente en un peñasco de Punta Calva, en el Valle de Chistau, que se encuentra ubicado en el municipio de Plan (Huesca).

Allí se encontraba Álex Villar practicando saltos y donde encontró su trágico final. Fue el Grupo de Rescate e Intervención de Montaña de Boltaña el que recibió el aviso alrededor de las 10:30 horas de la mañana. Cuando llegaron a la zona del siniestro, hallaron el cuerpo del deportista en un canal pedregoso y no fue hasta que llegaron a él cuando confirmaron su muerte.

Su nombre se convirtió en un fenómeno viral cuando hace cuatro años logró pasar por el arco de Piedrafita, en la Sierra de Partacua, también en Huesca. Aunque lo suyo con el salto BASE viene de más lejos, fue en 2015 cuando empezó con ello, iniciándose en el paracaidismo dos años antes, en 2013. En 2014, ya comenzó con el speed flying y el parapente.

Profesionalmente, se dedicaba a ser instructor de parapente, paracaidismo y salto BASE. Álex Villar se formó también en la Escuela de Especialistas Ángel Plana, formando parte de la promoción 2015/2016.

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El propio Ángel Villar era consciente del peligro que suponía practicar este tipo de disciplinas. Así lo dejó claro en una pasada entrevista con el Heraldo de Aragón: "El que improvisa se mata a la primera, es un deporte con un riesgo alto que lo practicamos gente profesional que nos lo tomamos muy en serio, no es ninguna locura como piensa mucha gente".

El salto de Piedrafita

Su hazaña más comentada, aplaudida y admirada fue el mencionado 'vuelo' a más de 200 kilómetros por hora por el arco de Piedrafita. Madrileño de nacimiento, pero con su corazón en El Pirineo desde que era un niño, se lanzó en septiembre de 2019 desde 2550 metros con su traje de alas para volar a una velocidad entre los 190 y los 230 km/h. 

Esto para recorrer los 1500 metros, con un desnivel de 1000. Un año se preparó para lograr su objetivo. Como él mismo decía: "Una vez saltas, tienes un 50 por ciento de posibilidades de éxito". Entonces lo consiguió. Y esa hazaña será recordada para siempre, convirtiéndole en eterno.