Felix Baumgartner, 10 años después de romper la barrera del sonido

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Felix Baumgartner, 10 años después de romper la barrera del sonido: los secretos de un salto estratosférico

En el décimo aniversario de la misión Red Bull Stratos, Felix Baumgartner y otros miembros del equipo de trabajo recuerdan aquel salto estratosférico que se convirtió en un hito para la humanidad.

14 octubre, 2022 02:15

El 14 de octubre de 2012 una misión tuvo a millones de personas pegadas a sus pantallas. Su protagonista fue el austríaco Felix Baumgartner, que subió hasta el espacio y, desde una cápsula, se lanzó en caída libre. En su descenso a la Tierra rompió la barrera del sonido. Este viernes se cumplen diez años de aquel hito histórico.

Baumgartner nació en 1969, el año de la misión a la Luna de Neil Armstrong y Edwin F. Aldrin. Aquellos aventureros le inspiraron y más de cuatro décadas después pudo emularles de alguna manera. En 2005 se embarcó en el proyecto Red Bull Stratos. Siete años más tarde demostró que un ser humano podía caer a una velocidad de 377,1 metros por segundo (1.357,6 km/h) cuando el sonido viaja a 343,2 m/s.

Han pasado diez años, pero el salto de Baumgartner sigue estando muy presente. La programación aeroespacial y la tecnología espacial continúan alimentándose de los conocimientos resultantes de la misión, así como el mundo de la transmisión sufrió una revolución hasta nuestros días. Parafraseando a su héroe de la infancia, Felix protagonizó "un gran salto para la humanidad".

Felix Baumgartner, 10 años después de romper la barrera del sonido

Durante más de un lustro se trabajó en el concepto: la creación de la cápsula y la fabricación de los globos que debían llevarla hasta el punto de salto. "Fueron muchos altibajos", recuerda ahora Felix en un documental, 'SPACE JUMP: Cómo Red Bull Stratos captó la atención del mundo', que se estrena en el aniversario de este 14 de octubre en las plataformas de vídeo de la marca austríaca. En la cinta toman la palabra también muchos de aquellos otros que hicieron posible el salto.

El acontecimiento se canceló hasta en dos ocasiones y en la tercera, la definitiva, se fue retrasando varias horas hasta dar con la climatología y las condiciones atmosféricas idóneas. A las 17:30 horas empezó el ascenso, que duró dos horas y media hasta el momento de la caída. Alcanzó los 38.900 metros, marcando un récord como el vuelo en globo tripulado a más altura.

Baumgartner sigue imaginándose en su cabeza aquel momento, "muy pacífico y tranquilo". "Todo lo que allí podía escuchar era a mí mismo respirando", recuerda. Le hubiera gustado quedarse más en ese punto de calma que contados humanos alcanzarán alguna vez, pero una vez pusiera el pie fuera de la cápsula solo tenía 10 minutos de oxígeno. La temperatura en el exterior de la cápsula era de -9,3ºC.

Antes de saltar, dedicó un pequeño discurso a los millones que le veían. También en forma de legado: "Sé que todo el mundo está mirándome ahora, y deseo que pudiesen ver lo que yo logro ver. A veces, tienes que ir hasta lo más alto para entender cuán pequeño eres. Ahora, regreso a mi hogar". A sus pies tenía la Tierra. Y se lanzó.

Un estudio de TV volador

En su caída, Baumgartner batió tres récords mundiales más: velocidad vertical máxima (1.357,6 km/h), altitud de salida más alta (38.969,4 metros) y mayor distancia vertical de caída libre (36.402,6 metros). Su descenso duró 4 minutos y 19 segundos y sobre las 20:15 horas volvió a poner sus pies sobre la tierra.

La cápsula, con la que Felix se ha reencontrado para conmemorar su hito, cayó por su propia cuenta en una zona llana, a 88 kilómetros de donde lo hizo Baumgartner pocas horas antes. Para el austríaco, "todo se siente familiar" al volver a poner sus manos y sus pies sobre esa estructura metálica que se mantiene intacta. "Se siente como si fuera ayer", recalca.

Felix Baumgartner saltando al vacío

Felix Baumgartner saltando al vacío Red Bull

Aquella cápsula no era solo un medio para ascender a la estratosfera. "Era un estudio de televisión volador, porque lo que queríamos hacer era 'atar' a la gente a ese asiento en el borde del espacio y dejarles experimentar lo que yo experimentaba", explica. Desde la cabina se ofrecían varias vistas de cámara, todas controladas de forma remota. El salto se retransmitió en 77 canales de televisión en todo el mundo y en YouTube lo vieron 8.195 millones de usuarios simultáneos.

Tim Katz, director de YouTube, jefe de deportes y Asociaciones de Noticias, pone en valor aquella retransmisión que sigue siendo la más vista en vivo y por poco no rompió los servidores de la plataforma: "En las primeras dos semanas había más de 100 millones de reproducciones del evento. Diez años después cuenta con casi mil millones de vistas. Es increíble ver el interés que mantiene Red Bull Stratos en el tiempo". 

El futuro aeroespacial

El sector aeroespacial se abrió al futuro con este proyecto. La mente detrás de la misión era Art Thompson, al que han llegado a llamar con el tiempo un Da Vinci de la era moderna. Él se encargó de la construcción de la cápsula definitiva y otros modelos anteriores.

El director del proyecto da su visión en el documental: "El efecto que tuvo a nivel mundial en la educación y en la próxima generación de ingenieros aeroespaciales o de pruebas de vuelo fue enorme. Además, usamos la tecnología y los datos del sistema de soporte vital que diseñamos en la cápsula para cambiar la configuración de soporte vital de jets de gran altitud, incluyendo el U-2".

A la misión Red Bull Stratos se le deben otros avances como que los trajes espaciales ahora ofrecen una mejor movilidad y existen nuevos protocolos para proteger la vida de los aviadores expuestos a gran altura.

Felix Baumgartner durante la preparación para el salto

Felix Baumgartner durante la preparación para el salto Red Bull

Echando la vista atrás, Baumgartner recuerda de este modo lo que se consiguió con tanto trabajo detrás: "Éramos un grupo de personas ambiciosas con una visión que convertimos en realidad. Dejamos un legado, todos nosotros, porque todos jugamos un papel importante para que Red Bull Stratos fuera una misión exitosa".

"Después de diez años, es hora de celebrar", dice el piloto de la misión. Todavía le siguen recordando en la calle por su hazaña y hoy los niños a los que inspiró son adolescentes que sueñan con seguir sus pasos en otro tipo de aventuras. Su salto también empezó con esa ilusión propia de la infancia.

Uno de esos detalles que descubre el documental que se estrena este viernes es un dibujo que Felix hizo cuando tenía cinco años y que su madre guardó hasta dárselo en 2013: "Soy yo colgando debajo de un paracaídas. Y parece que estoy muy alto porque estoy justo al lado del Sol. Ni siquiera piensas en saltar en paracaídas o romper récords a esa edad, pero parece que en mi mente ya se estaba cultivando la semilla".

Acrobacias en helicóptero

Una década después Felix ha aparcado el paracaidismo, que practicó desde los 17 años y le llevó a saltar desde las Torres Petronas (Malasia) o el Cristo Redentor (Brasil) antes de su ascenso hasta el espacio. "Me lo dio todo", dice sobre el deporte en el que empezó. Ahora su pasión es volar en helicóptero.

Felix Baumgartner, en la actualidad, como piloto de helicóptero de exhibición

Felix Baumgartner, en la actualidad, como piloto de helicóptero de exhibición Red Bull

Baumgartner está considerado en la actualidad uno de los mejores pilotos de helicópteros en un mundo, el de las acrobacias, al que pocos se atreven a entrar. A sus 53 años, quiere pasar el resto de sus días dedicándose a ello. Forma parte de ese espíritu aventurero que le llevó a dar un salto estratosférico y romper la barrera del sonido. Un legado eterno.