Fernando Alonso, durante el GP de Brasil tras acabar en el podio.

Fernando Alonso, durante el GP de Brasil tras acabar en el podio. REUTERS

F1

Aston Martin pone en marcha el proyecto que puede mantener a Fernando Alonso en la marca tras su adiós a la Fórmula 1

La firma británica se estrena en el Mundial de Resistencia (WEC) con un coche diseñado, originalmente, por Adrian Newey y que encaja en los planes de futuro del asturiano.

Más información: Este es el día que Aston Martin mostrará por primera vez su coche de la temporada 2025

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Aston Martin ha dado el paso definitivo hacia la resistencia con la presentación oficial de su nuevo hypercar, el Valkyrie, concebido para competir tanto en el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) como en el campeonato de la International Motor Sports Association (IMSA).

Este movimiento supone un hito estratégico que no solo refuerza la posición de la escudería dentro del automovilismo, sino que podría abrir una puerta muy interesante para uno de sus pilotos estrella, Fernando Alonso, una vez que el asturiano decida poner fin a su etapa en la Fórmula 1.

Su actual contrato se extiende hasta finales de 2026, aunque no se ha cerrado la puerta a una posible renovación por alguna temporada más. El bicampeón ha dejado claro en numerosas ocasiones que, tras la categoría reina, planea seguir compitiendo en eventos como el Dakar o el WEC, que ya conquistó en el pasado.

Este Valkyrie, cuya versión de calle ha sido objeto de admiración por su diseño y aerodinámica, firmada por Adrian Newey, tiene como objetivo llevar a la marca a lo más alto de las competiciones de resistencia.

Pero lo más relevante, de cara al futuro de Fernando Alonso, es que este programa no es un simple experimento puntual: si el coche evoluciona tal y como la firma pretende, podría suponer un trampolín perfecto para prolongar la trayectoria competitiva del piloto español una vez concluya su periplo en la máxima categoría.

A esto se suma el interés de Max Verstappen en compartir equipo con Fernando Alonso en carreras de resistencia. El neerlandés ha reconocido que sería un honor correr las 24 Horas de Le Mans junto a quien ya es uno de los grandes nombres de la historia del automovilismo.

La versión de calle y de competición del Aston Martin Valkyrie

La versión de calle y de competición del Aston Martin Valkyrie

Verstappen, con experiencia en iRacing y ganas de abarcar nuevos retos, sería capaz de compaginar la Fórmula 1 con la resistencia, algo que Alonso ya hizo con notable éxito en su última etapa en McLaren, cuando disputó el WEC a la vez que competía en Grandes Premios.

Además, existe la posibilidad, cada vez más plausible, de que el neerlandés termine recalando en la escudería británica. Con esto, no suena descabellado pensar en una dupla Verstappen-Alonso pilotando el hypercar verde en las 24 Horas de Le Mans.

Exhibición imponente

El Valkyrie nace de la colaboración entre la fábrica de Aston Martin y The Heart of Racing, la estructura que ya gestionaba programas con modelos GT3 y que ahora asume la responsabilidad de alinear este nuevo LMH (Le Mans Hypercar) frente a gigantes como Toyota, Ferrari, Porsche o Cadillac.

Se trata de un coche que parte de un modelo de producción, algo poco común en esta categoría, lo que subraya el carácter vanguardista del proyecto. Si bien la versión de calle supera con creces los 1.000 caballos de potencia gracias a un motor V12 de 6,5 litros, la normativa de resistencia impone límites de potencia (hasta 680 caballos), así como un peso mínimo y un margen específico para la aerodinámica.

Estas restricciones obligan a los ingenieros a un delicado equilibrio entre rendimiento puro y fiabilidad, algo que ya han demostrado dominar en los múltiples test realizados desde mediados de 2024.

Las primeras pruebas en circuito se llevaron a cabo en trazados británicos como Donington Park y Silverstone. Posteriormente, el equipo se desplazó a otros rincones del mundo: Vallelunga en Italia, Jerez de la Frontera en España, Baréin y Qatar en Oriente Medio, así como Road Atlanta, Sebring y Daytona en Estados Unidos. En total, se han recorrido más de 15.000 kilómetros con el objetivo de afinar el comportamiento del coche y conocer en profundidad sus límites.

Un proyecto a largo plazo

La marca alineará dos unidades del Valkyrie en el Mundial de Resistencia (con sus característicos colores verdes) y una tercera en IMSA (en un llamativo tono azul). Los chasis inscritos en el WEC se preparan para debutar en los 1.812 kilómetros de Qatar el próximo 28 de febrero, un escenario perfecto para poner a prueba la fiabilidad y el ritmo del nuevo prototipo.

Mientras tanto, la versión destinada a IMSA tendrá su estreno algo más tarde, en las 12 Horas de Sebring, a partir del 12 de marzo. En el apartado de pilotos, destaca la presencia del español Álex Riberas, quien estará al volante del dorsal 009 junto a Marco Sorensen y Roman de Angelis en el WEC.

Se trata de un trío con experiencia consolidada, pues Riberas ha brillado en campeonatos de GT, especialmente en el territorio norteamericano. El segundo coche (dorsal 007) contará con Harry Tincknell, Tom Gamble y Ross Gunn, conformando una alineación altamente especializada en la resistencia.

La relevancia de este paso radica en que la firma no llega sola, sino acompañada por una nutrida competición con fabricantes de renombre dispuestos a pelear por la gloria en Le Mans y en el calendario de resistencia.

Marcas como Toyota o Ferrari ya han conquistado la mítica prueba francesa, pero la escudería verde quiere dejar su huella y, además, piensa en el largo plazo: desarrollar un programa capaz de atraer a pilotos top cuando den el salto desde la F1, entre ellos el dos veces campeón del mundo asturiano.

Horizontes posibles

Fernando Alonso siempre ha expresado su afán por combinar distintas disciplinas. Fue pionero en atreverse con las 24 Horas de Daytona y luego logró la victoria en dos ediciones de las 24 Horas de Le Mans, una de ellas al mismo tiempo que gestionaba sus compromisos en la Fórmula 1.

Además, el asturiano ha dejado claro que no descarta volver al Dakar, que ya disputó en 2020 con resultados prometedores. Este espíritu todoterreno se complementa a la perfección con los planes de la escudería, que busca no solo triunfar en la categoría reina, sino también cimentar una posición de vanguardia en la resistencia.

Por otra parte, Max Verstappen, quien en los últimos años se ha consolidado como uno de los grandes dominadores de la Fórmula 1, ha mostrado repetidamente su curiosidad por las carreras de larga duración.

Aunque su contrato con Red Bull le ata al menos hasta 2028, no ha negado la posibilidad de explorar otros horizontes, y siempre se ha mostrado dispuesto a embarcarse en aventuras fuera de los Grandes Premios, ya sea a través de campeonatos virtuales o de eventos reales.

Correr codo con codo con Fernando Alonso en la misma cabina de resistencia sería un evento tan mediático como atractivo para los amantes del motor. Más aún considerando que ambos cuentan con la versión de calle del Valkyrie, un modelo que conocen al detalle y cuyo ADN ahora se traslada a la competición oficial.

La perspectiva de ver a Alonso y a Verstappen compartiendo un hypercar en la mítica prueba de las 24 Horas de Le Mans genera un entusiasmo innegable. Además, la experiencia acumulada por el bicampeón español en pruebas de 24 horas se uniría a la ambición desenfrenada del neerlandés, que no se conforma con ganar en una sola disciplina.

El desembarco de la firma británica en un campeonato de resistencia cada vez más competitivo, sumado a la posibilidad de reclutar a pilotos consagrados, consolida el objetivo de alargar la vida deportiva de nombres ilustres más allá de la categoría reina.

Si el Valkyrie confirma su potencial frente a rivales de la talla de Porsche, Toyota, Ferrari o Peugeot, no es descabellado imaginar un futuro en el que Fernando Alonso prolongue su historia competitiva en la resistencia, tal vez junto a Verstappen, y persiga el objetivo de añadir más triunfos a su extenso palmarés.