El Deportivo y el Betis ponen este miércoles en Riazor su cuenta de partidos ligueros al día, en el encuentro que fue aplazado a principios de febrero, una cita con más morbo que entonces en los banquillos y que supone para ambos la oportunidad de alejarse de las posiciones de descenso.
El entrenador del Deportivo, Pepe Mel, que se hizo con las riendas del equipo la semana pasada, se reencontrará con el conjunto andaluz, al que dio dos ascensos a Primera división en otras tantas etapas en el banquillo verdiblanco. El bético Víctor Sánchez del Amo regresa por segunda vez a Riazor, tras haber dirigido a la entidad coruñesa en 50 partidos oficiales.
El partido, de la 21 jornada, fue aplazado a principios de febrero por los desperfectos que sufrió el estadio de Riazor, como consecuencia de las fuertes rachas de viento de un temporal que afectó aquellos días a Galicia.
El Deportivo, con su empate ante el Atlético de Madrid y su primer triunfo de la temporada a domicilio ante el Sporting de Gijón, que le sirvió además para estrenar su casillero de triunfos en 2017, afronta el partido a la misma distancia, cuatro puntos, del Betis (decimocuarto) que del Granada, decimoctavo.
Los blanquiazules se aferran al 'efecto Mel', que les ha permitido sumar cuatro puntos de los últimos seis en juego, los tres más recientes ante un rival directo, el Sporting de Gijón, y alejarse de las posiciones de descenso.
El nuevo técnico deportivista ha conseguido reactivar al equipo, recuperar anímicamente a sus jugadores, y ahora encara una cita en la que, además de alejarse del antepenúltimo puesto, le permitiría adelantar al Leganés, alcanzar al Málaga y meter en el lío al Betis.
Una de sus grandes preocupaciones es el cansancio acumulado en la plantilla blanquiazul, que ha tenido menos descanso que su rival ahora que el calendario se ha condensado.
El Deportivo jugó el jueves pasado, el domingo y lo hará este miércoles, mientras que su rival lo hizo el martes y el viernes de la semana pasada.