Luis Enrique, durante un entrenamiento con el PSG.

Luis Enrique, durante un entrenamiento con el PSG. Reuters

Fútbol

Luis Enrique (55), sobre su 1º sueldo en el Real Madrid: "Pasé de cobrar 20.000 pesetas en el Sporting a ganar 165.000"

El asturiano pasó de la precariedad de Segunda y Tercera División a la élite del fútbol europeo.

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Luis Enrique se formó en la escuela de Mareo, de la que incluso llegó a ser descartado por "pequeño y delgado" antes de regresar tras hincharse a meter goles en La Braña, el equipo de su barrio.

En ese Sporting todavía de economía ajustada, su sueldo de 20.000 pesetas (unos 120 euros) encajaba mejor con la escala salarial de un joven aprendiz que con el tópico de la estrella de Primera.

Aquellos años se midieron más en kilómetros de autobús que en ceros en la cuenta corriente. Campos complicados, dietas modestas y un contrato que apenas garantizaba estabilidad dibujaban la vida de un futbolista que todavía no sabía si el fútbol sería futuro o solo un paréntesis juvenil.

La escena que condensa el giro vital de Luis Enrique cabe en una nómina. "Cuando cobré mi primer sueldo como futbolista, fueron 165.000 pesetas; venía de ganar solo 20.000", ha contado él mismo, todavía con el asombro en la voz pese al tiempo transcurrido.

Aquella nómina no fue un capricho: fue directa para sus padres, para ayudar a pagar los intereses del piso familiar, un gesto que explica tanto como cualquier gol quién era ese chico que subía peldaños a toda velocidad.

Luis Enrique, en el banquillo de San Mamés durante el Athletic - PSG.

Luis Enrique, en el banquillo de San Mamés durante el Athletic - PSG. Reuters

En Gijón, Luis Enrique había compartido vestuario con instituciones del club como Ablanedo, Jiménez o Joaquín, sin más blindaje que su carácter competitivo y una polivalencia que ya despuntaba.

En Madrid, se encontró con un ecosistema radicalmente distinto: estrellas internacionales, presión mediática diaria y un club que esperaba rendimiento inmediato de cada peseta invertida.

La ficha de 160.000-165.000 pesetas mensuales lo situó en otra dimensión, pero no borró el origen. El mismo jugador que se emocionó al ver aquella cantidad en su cuenta seguía recordando que, no mucho antes, cualquier retraso en el pago del piso podía convertirse en preocupación familiar.

La historia que va de las 20.000 pesetas del Sporting a las 160.000 del Real Madrid resume una transformación colectiva, no solo personal.

A principios de los noventa, la Liga española empezaba a vivir un boom económico que multiplicó sueldos, cláusulas y expectativas, y el caso de Luis Enrique se convirtió en un ejemplo de cómo la cantera podía traducirse en activos millonarios.

Hoy, las cifras que rodean al asturiano como entrenador se miden en millones de euros, un contraste casi inverosímil con aquel primer sueldo de 20.000 pesetas en Mareo.

Pero, detrás de los números, permanece la misma imagen de origen: un chaval de barrio que, antes de pensar en coches o lujos, utilizó su primer gran salario para ayudar a pagar la hipoteca de casa.