Manuel Ruiz de Lopera, en una imagen de archivo

Manuel Ruiz de Lopera, en una imagen de archivo EFE

Fútbol

El Betis se estrena en la Cartuja mientras construye el nuevo Villamarín, el sueño inconcluso de Ruiz de Lopera hace 20 años

Los verdiblancos comenzaron la Liga con victoria (1-0) ante el Alavés en su primer partido fuera de su estadio habitual, sumido en unas obras que lo convertirán en uno de los mejores del campeonato.

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El 21 de octubre de 1997, el entonces presidente del Real Betis, Manuel Ruiz de Lopera, firmaba con el arquitecto Antonio González Cordón un contrato de construcción para construir un nuevo estadio que situaría a los verdiblancos entre la élite del fútbol mundial.

El nuevo recinto iba a tener 65.000 espectadores, la obra tendría un coste mínimo de 7.000 millones de pesetas y estaría listo en un plazo de tres años. Una escena propia del fútbol de los 90, donde los clubes eran muy presidencialistas y competían por fichajes mediáticos, estadios faraónicos y una atención mediática desmedida.

La obra nunca se completó (tan solo se ampliaron las gradas norte y sur), pero casi treinta años después, con Lopera ya fallecido y el club verdiblanco en un momento estable tras años de ascensos y descensos, las obras del Nuevo Villamarín han echado a andar.

Imagen renderizada del diseño del Nuevo Villamarín.

Imagen renderizada del diseño del Nuevo Villamarín. Redes Sociales

Este viernes, el Betis jugó su primer partido en su nuevo hogar: el estadio de La Cartuja. Durante dos temporadas, como poco, el recinto que ha venido siendo utilizado para disputar partidos de la Selección española o finales de la Copa del Rey, será el nuevo feudo bético.

El traslado ha provocado revuelo entre los aficionados por la molestia que implica la movilidad a La Cartuja, en la zona norte de la ciudad (mientras el Villamarín está en el sur). También ha alarmado a los comercios circundantes al Villamarín, que ven su volumen de negocio muy reducido.

Uno de los principales retos que representa tiene que ver con la movilidad. Muchos sevillanos asocian el estadio con los atascos y el caos, pero la ciudad se ha volcado para reforzar el transporte público y minimizar el impacto.

Imagen renderizada del diseño interior del Nuevo Villamarín.

Imagen renderizada del diseño interior del Nuevo Villamarín. Redes Sociales

Sin embargo, el sacrificio no solo cumple el viejo anhelo del expresidente, sino que situará al Betis en la élite del fútbol español. El nuevo proyecto tiene 2027 como fecha estimada de finalización y permitirá a los verdiblancos ampliar su competitividad.

Como ya han hecho otros clubes como el Real Madrid, el Atlético o el FC Barcelona, renovar y ampliar la carta de servicios de los estadios se antoja la principal estrategia para aumentar los ingresos con eventos, conciertos y servicios como los palcos VIP.

Con un 6% del aforo destinado a los asientos VIP, se estima que el club acumulará el 25% de la recaudación y se mantendrá el precio de los abonos regulares. También se construirá un hotel y una zona comercial con el objetivo de convertir el estadio en una fuente de ingresos los 365 días del año.

Como parte negativa, algunos vecinos alertaron de que el proyecto podría representar un riesgo para la convivencia, la seguridad o el descanso en las zonas circundantes y elevaron la queja al Defensor del Pueblo a finales de mayo.

Piden que no se privaticen espacios públicos, que no se haga un proyecto "de espaldas a los vecinos" y que respete "las necesidades del barrio", según citan en su escrito.

El proyecto de Lopera sirvió para ampliar las nuevas gradas de Gol Norte y Fondo entre 1998 y 2000, pero el resto del proyecto quedó inconcluso.

Con una asistencia media por encima de los 50.000 aficionados la pasada temporada y una de las aficiones más fieles de La Liga, el Nuevo Villamarín tendrá una capacidad de más de 60.000 asientos.

El nuevo estadio está diseñado por Rafael de La Hoz y el estudio Gensler, con una inversión de entre 80 y 150 millones de euros y la financiación de Goldman Sachs, con amplia experiencia en el fútbol español.

Además de ampliar el aforo hasta convertirse en el cuarto estadio más grande de La Liga, el estadio tendrá una cubierta completa e iluminación LED.

La Cartuja

El estadio de La Cartuja será el hogar del Betis durante las dos próximas temporadas, cumpliendo así un viejo sueño de un recinto con un historial de uso muy irregular.

Tras albergar el Mundial de Atletismo y verse frustrado el sueño olímpico en varias ocasiones, la hipótesis de que el Betis o el Sevilla se mudasen a la Cartuja de forma temporal (o definitiva) ha planeado en el horizonte durante años.

Por un motivo u otro, finalmente nunca se ha producido hasta ahora, pero a principios de siglo fue el Sevilla el que estuvo a punto de vender el Sánchez Pizjuán y trasladarse a la Cartuja como medida desesperada para pagar su deuda.

Vista del nuevo aspecto del estadio de La Cartuja.

Vista del nuevo aspecto del estadio de La Cartuja. EP Sevilla

La Cartuja se inauguró en 1999 y en los últimos años ha albergado conciertos, partidos de la Selección o finales de la Copa del Rey, entre otras cosas. También se han disputado allí dos finales de Copa Davis y una final de la Copa de la UEFA (2003).

Una vez confirmado como sede del Mundial 2030, se retiraron las pistas de atletismo y se amplió el aforo hasta las 70.000 plazas para convertirlo en estadio cinco estrellas. Eso significa que puede albergar finales de Champions.