El Barça le endosa una 'manita' al Real Madrid en la final de la Supercopa de España femenina

Sigue sin haber color en el fútbol femenino. La final de la Supercopa de España volvió a evidenciar que el Fútbol Club Barcelona es el claro dominador del panorama nacional y que no se atisba cambio de ciclo alguno al menos en el medio plazo. [Así vivimos la victoria del Barcelona ante el Real Madrid en la Supercopa de España femenina]

Las culés golearon con facilidad al Real Madrid para hacerse con su quinto entorchado en un partido sin demasiada historia que aireó las diferencias que le siguen separando del resto de equipos. Dieciséis victorias en dieciséis Clásicos, ese sigue siendo el claro bagaje para las catalanas. 

Graham Hansen abrió el marcador al filo de la media hora con algo de suerte, y en la primera mitad ya quedó todo visto para sentencia con el doblete de Ewa Pajor. Ya en la segunda mitad, sin reacción alguna de las blancas, un golazo de Patri Guijarro redondeó el marcador y confirmó la tercera Supercopa de España consecutiva para el FC Barcelona.

Las jugadoras del Barça celebran uno de los goles ante el Real Madrid en la final de la Supercopa. EFE

Treinta minutos de resistencia

Con la ilusión propia que da siempre volver a jugar una final, el Real Madrid quiso autoconvencerse de que esta vez le podría apretar las tuercas al Barça y sumar el primer título de su historia. Fue, sin embargo, un espejismo porque pronto se vio que las culés no estaban para bromas y querían su tercera Supercopa consecutiva.

Apenas ocho minutos tardó el Barcelona en adelantarse en el marcador, aunque fue algo efímero porque el tanto quedó anulado por fuera de juego. Ewa Pajor aprovechó un rechace de Misa en el área pequeña para perforar la portería, pero estaba unos centímetros adelantada en posición irregular. 

Este gran susto provocó una tímida reacción en el bando blanco. Primero fue Linda Caicedo la que hizo gala de su velocidad con una buena jugada por el costado izquierdo, mientras que después fue Lakrar quien remató de cabeza por encima de la portería defendida por Cata Coll. 

Quería sacar las garras el Real Madrid, pero no le quedó más remedio que encogerlas ante el empuje del Barça. Las catalanas se convirtieron con el paso de los minutos en las dueñas del choque y empezaron a encerrar a su rival en el área. 

La sensación de peligro era constante y Putellas perdonó el primero con un cabezazo desviado en el segundo palo. Se estaba salvando casi de forma milagrosa el equipo de Toril hasta que pasada la media hora se abrió el tapón de los goles.

Graham Hansen se alió con la fortuna -después de mucho buscarla- y su disparo desde fuera del área se envenenó tras tocar en una defensora del Real Madrid. Eso despistó a Misa, que se venció al lado contrario, y desembocó en el primer gol del partido. 

Joan Laporta, en el palco de Butarque presenciando la final de la Supercopa femenina. EFE

De nuevo quiso reaccionar el Madrid merodeando el área culé, pero el Barça sacó el aguijón para el segundo picotazo. Ona Batlle le ganó la espalda a Olga Carmona, apuró la línea de fondo y puso el pase de la muerte atrás para que Ewa Pajor, ahora sí, definiera en el área pequeña. 

El Barça entró por la banda derecha como quiso en esta primera mitad, una auténtica autopista convertida en la ruta del terror para el Real Madrid, que vio cómo su defensa hizo aguas por allí una y otra vez.

Parecía que la primera mitad se iba a terminar con esta 'corta' ventaja para las azulgrana, pero aún tenían un último golpe guardado. En el tiempo añadido, Pajor se aprovechó de un gran despiste de la zaga blanca en un córner para rematar a gol en el área pequeña y hundir la moral de las de Toril.

El golazo de Patri Guijarro

El Real Madrid necesitaba casi un fenómeno paranormal para poder darle la vuelta a la situación en esta final de la Supercopa de España, y por mucho que quisiera no hubo milagro alguno.

De hecho, la segunda mitad comenzó con un nuevo sobresalto para las de Toril por un penalti inexistente que la colegiada señaló sobre Aitana. Olga Carmona, incrédula, se abrió de brazos, y tras la revisión en el VAR se vio efectivamente que no había contacto alguno, así que la pena máxima fue anulada.

No se iba a librar igualmente el Real Madrid de encajar más goles en esta segunda mitad. Las blancas no fueron capaces de pisar el área culé mientras que el Barça seguía siendo el protagonista indiscutible con la posesión. 

En una de ellas, Patri Guijarro se asomó por la frontal del área, se vio libre de marca y sin presión, así que levantó la cabeza para fijar su mirada en la escuadra. También clavó allí el balón para hacer el cuarto, un golazo que hundió definitivamente al Real Madrid.

Todavía quedó tiempo para redondear la 'manita'. Alexia Putellas, después de tanto intentarlo, tuvo premio a su insistencia. En una jugada a balón parado, se encontró el esférico en el área pequeña tras un rechace y cabeceó a gol para poner el definitivo 5-0 que sigue dejando al Barça como claro dominador del fútbol femenino español.