Brahim celebra un gol con la Selección Española Sub21

Brahim celebra un gol con la Selección Española Sub21 EFE

Fútbol

De la diáspora al 'robo' de Brahim: así está ganando Marruecos la batalla por captar futbolistas a España

La nacionalización del jugador del Real Madrid es sólo el último capítulo de una pelea que ya ha acabado con varios más en los 'Leones del Atlas'.

13 marzo, 2024 02:15

Luis de la Fuente dará la próxima lista de la Selección este viernes 15 de marzo. Ya no podrá contar con Brahim Díaz (Malaga, 1999), que entrará por primera vez en una convocatoria del combinado de Marruecos. La nacionalización del futbolista del Real Madrid y su decisión definitiva ha sacudido esta semana los cimientos de la Federación Española de Fútbol (RFEF).

Brahim no es el primer jugador que opta por este camino. Nacido en Málaga, pasó por todas las categorías inferiores de la selección española. Llegó a debutar en un amistoso con la Absoluta y Luis Enrique, cuando era seleccionador, se lo llevó a una convocatoria en noviembre de 2021 sin que llegara a jugar. A partir de ahí se cortó la trayectoria internacional del delantero, que despegó a nivel de clubes en el Milan.

A Brahim le dolió que De la Fuente no se lo llevara hace tres veranos a los Juegos Olímpicos de Tokio ni a la Nations League el último. A partir de ahí, algo cambió en el pensamiento del jugador. Lo aprovechó Marruecos con acercamientos cada vez más constantes, la implicación directa del seleccionador Walid Regragui y la intervención directa del gobierno del rey Mohamed VI cuando se necesitó para agilizar el proceso de nacionalización. España perdió la batalla poco a poco hasta que no hubo más que hacer.

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En la RFEF aceptan con naturalidad que cada vez haya más casos de jugadores que tienen que elegir entre dos selecciones y optan por la que no es España. Pero con Marruecos, los casos se multiplican. Es una 'guerra' abierta en la que la tendencia ha cambiado y ahora son los 'Leones del Atlas' quienes captan más futbolistas.

La excepción en los últimos años ha sido Lamine Yamal. La joven perla del FC Barcelona, nacido en Esplugas de Llobregat y padres marroquíes, se decantó por España en agosto de 2023. Una reunión con los responsables de las categorías inferiores de la RFEF, Francis Hernández y Tito Blanco, fue clave. Lo que pidió Brahim en los últimos meses no fue mucho más que eso, pero con él no se siguió la misma estrategia y se ha acabado marchando.

Con Marruecos hay un largo historial de 'robos' de futbolistas. Se puede empezar por Achraf Hakimi, nacido en Madrid, que llegó a probarse en las inferiores de la Selección, con De la Fuente, pero no se sintió "como en casa", tal y como reconocería él mismo con el paso de los años.

Ez Abde, que sí nació en el país africano, llegó a elegir jugar con España cuando irrumpió en el primer equipo del Barça, pero dos meses después se arrepintió de su decisión y fue convocado con el combinado marroquí. Jugó la última Copa África. Los jóvenes Ilias Akhomach (Villarreal, 19 años) y Salim el Jebari (Atlético, 20) se decantaron también por Marruecos tras pasar por categorías más pequeñas de la Selección.

Academia y red de ojeadores

Todo tiene una razón de ser y la batalla que Marruecos está ganando a España reside en la apuesta por el fútbol que el país vecino viene haciendo desde hace más de una década.

En 2009, a las afueras de Rabat, en Salé, se inauguró una academia con el nombre del monarca Mohamed VI y un objetivo claro: formar a futuros jugadores internacionales. Marruecos venía tiempo sufriendo la fuga de sus mejores talentos y apostó por ofrecerles lo mejor dentro del país. Paralelamente, se creó una red de ojeadores para captar por toda Europa a promesas con raíces marroquíes nacidos en otros países -los llamados 'hijos de la diáspora'-.

Los jugadores de Marruecos celebran el pase a la semifinal del Mundial de Qatar

Los jugadores de Marruecos celebran el pase a la semifinal del Mundial de Qatar Reuters

14 jugadores de la selección de Marruecos que llegó a las semifinales del último Mundial de Qatar nacieron fuera de su país: cuatro en Países Bajos (Mazraoui, Amrabat, Ziyech y Aboukhlal), tres en Francia (Saiss, Harit y Boufal), tres en Bélgica (Amallah, Chair y El Khannous), dos en España (Achraf y Munir Mohamedi), uno en Italia (Cheddira) y otro en Canadá (Bono).

A muchos sorprendía que algunos de ellos eligieran jugar para Marruecos. La leyenda Marco van Basten llegó a llamar "estúpido" a Ziyech por elegir jugar con el país norteafricano en vez de Países Bajos.

El sistema de scouting con el que cuenta Marruecos ha permitido a su Federación reclutar jugadores de tanto talento. Se les localiza desde bien jóvenes -con Achraf fue hace ya más de una década- y en algunos casos, sobre todos los más recientes, se les lleva a la mencionada academia a entrenar unos días junto a las mejores promesas marroquíes de nacimiento. Hervé Renard, exseleccionador de Arabia Saudí y actual técnico de la selección femenina de Francia, llegó a estar involucrado en este proyecto.

Desde ese punto del reclutamiento se les explica la importancia de sus raíces, de la cultura, y se les pregunta por su interés en jugar para Marruecos. Sus cuidados hacia cualquier talento seleccionable contrastan con las estrategias de otros países africanos que sufrieron su propia diáspora durante la Historia. La selección de Ghana reclutó a Iñaki Williams solo meses antes del Mundial, pero fracasó en su intento de hacerlo con el neerlandés Cody Gakpo y los ingleses Eddie Nketiah y Callum Hudson-Odoi.

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Marruecos se refuerza con el 'fichaje' de Brahim, a quien se le ha prometido que será un pilar del ciclo hasta el Mundial de 2030. La cita se celebrará conjuntamente en Marruecos y España, además de en Portugal. La rivalidad entre anfitriones crece mientras el trasvase de jugadores entre selecciones no cesa.