Xavi, cabizbajo en un partido.

Xavi, cabizbajo en un partido. REUTERS

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¿Es Xavi el técnico idóneo para el Barça? Dos años de soflamas y quejas sin la excelencia prometida

Desde que llegó en noviembre de 2021 al banquillo culé, su equipo sigue sin llegar a ese nivel de excelencia en el juego al que todavía hace referencia.

14 noviembre, 2023 02:15

El Barça y el barcelonismo se hartaron de Ronald Koeman y de la manera que tenía de dirigir al equipo. Había conseguido llevar al conjunto culé a proclamarse campeón de la Copa del Rey, pero aquello no era suficiente y en noviembre de 2021 Joan Laporta presentó a Xavi Hernández como nuevo jefe de operaciones al mando del banquillo del Camp Nou.

Aquello fue una bocanada de aire fresco para todos los culés. La figura de Xavi Hernández representaba muchas cosas, un hombre hecho en la casa, que conocía el club y su filosofía como nadie, alguien que como futbolista practicó un juego excelso y que por supuesto quería transmitir ahora todo aquello desde el otro lado. 

Sus proclamas, además, fueron precisamente en esa línea desde el primer minuto. El catalán siempre hizo gala de querer llevar al Barça a ganar títulos, claro, pero no a hacerlo de cualquiera manera. Él quería un equipo reconocible, que maravillara en el mundo entero y que dominara a través de la posesión de principio a fin. Una afirmación muy ambiciosa para alguien que apenas tenía experiencia real en la élite como entrenador.

Xavi Hernández da instrucciones desde la banda.

Xavi Hernández da instrucciones desde la banda. REUTERS

Para ello necesitaba tiempo, estaba claro, pero en el fútbol si algo escasea es la paciencia tanto entre los dirigentes como especialmente entre la afición. Por eso, dos años más tarde y con tiempo más que de sobra como para haber asentado unas bases y unos cimientos, su equipo sigue sin hacer nada de todo aquello que prometió.

El Barça no maravilla. No somete a sus rivales. Tampoco levanta halagos en todo el mundo. Más bien todo lo contrario. En ocasiones saca los partidos adelante sin ningún tipo de brillo (hay ejemplos recientes) y a veces incluso protagoniza algún que otro pinchazo (también hay muestras de ello). Por eso, su figura comienza a estar más discutida que nunca.

La búsqueda incompleta

Dos años lleva el Barça de Xavi sin ser 'el Barça de Xavi'. El técnico catalán quería huir de la vulgaridad, del juego mediocre y de las victorias ajustadas para convertir a su Barcelona en un equipo diferente, de esos que llevan sello propio de autor. 

"Tengo mucha ventaja porque conozco al club y a los jugadores. El Barça es el club más difícil del mundo porque hay que jugar bien y ganar, no vale con ganar 1-0. Lo vamos a intentar, espero estar en el grupo de los Pep, Zidane y compañía, no de los otros". Estas palabras tan ambiciosas de Xavi Hernández son las que con el paso del tiempo se están volviendo en su contra de forma clara. 

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Con él, el Barça ha vuelto a ganar títulos y sobre todo conquistó una Liga cuatro temporadas después. Los culés vencen, es innegable, pero no lo hacen de la mejor manera y además por el camino ha habido fuertes batacazos que han debilitado la figura de Xavi al frente del banquillo.

Su primera eliminación en Champions League tuvo un pase porque, aún pudiendo revertir la situación, heredó un mal contexto tras el trabajo de Ronald Koeman. La caída en la fase de grupos de la temporada pasada no tiene ningún tipo de excusas y supone una mancha muy grande para su currículum, porque nunca antes el Barça había fracasado de aquella manera en Europa.

Esta temporada las cosas no van precisamente mejor. Es cierto que en La Liga el equipo está arriba, aunque marcha tercero por detrás del Girona y del Real Madrid, pero sus últimos partidos han evidenciado muchas carencias. Las victorias rácanas ante la Real Sociedad y el Alavés distan mucho de las promesas de Xavi y hasta se han llegado a escuchar silbidos en la grada.

Xavi Hernández y Carlo Ancelotti bromean antes de comenzar El Clásico.

Xavi Hernández y Carlo Ancelotti bromean antes de comenzar El Clásico. REUTERS

En Champions League, el día que el Barça podía firmar su pase a los octavos de final por primera vez en tres años se pegó un buen tortazo ante el Shakhtar Donetsk. La derrota ante los ucranianos escoció, pero también la pobre imagen que dio un equipo que parecía no tener alma ni ideas. Por eso, dos años después son varias las voces que discuten si realmente Xavi Hernández está preparado para un banquillo tan exigente como el del Barcelona.

Las numerosas excusas

Si hay algo que escama cada vez más en Barcelona, incluso dentro del club, sobre la figura de Xavi Hernández es la manera en la que encaja ciertos resultados negativos. No tiene demasiado buen perder el catalán, porque en más de una ocasión se le ha visto excusándose de formas cada vez más inusuales.

La última excusa extravagante la dejó en esta pasada jornada de La Liga tras ganar de forma pobre al Alavés. En esta ocasión, apuntó a la prensa como uno de los principales factores que impiden que el Barça desarrolle un buen juego, algo que se ha tomado incluso a mofa en muchos sectores del fútbol.

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"Sin duda lo que diga la prensa afecta, no tengo ninguna duda. Se generan situaciones y escenarios que no son los reales y afecta. Esto me ha pasado a mí como futbolista y le pasa a mis futbolistas, se genera una negatividad que no es buena", comentó el técnico catalán al respecto.

El colectivo arbitral también ha entrado dentro alguna vez de su catálogo de justificaciones para exculparse de un mal resultado. Suele hacer gala Xavi de que no le gusta hablar de los árbitros y que hay que apoyarles, pero como a todos los entrenadores hay momentos en los que la sangre le hierve por ello.

En lo alto del ránking aparece poner al césped como culpable de un mal resultado del Barça. Sucedió esta misma temporada en Getafe, cuando habló de cómo estaba el verde para justificar que su equipo no pudo pasar del empate.

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Y más aún, también en Getafe incluso habló del sol y de las horas de luz como una causa directa: "Estamos acostumbrados a jugar sin sol. Sin ánimo de que suene otra vez a excusa, estamos acostumbrados a jugar más de noche, es una evidencia", dijo. 

Son demasiadas justificaciones las que Xavi Hernández sigue poniendo para excusar malos resultados o actuaciones de su equipo. Por el momento, la excelencia prometida no aparece por ningún lado y dos años después, hay quien piensa que el crédito comienza a agotarse.