El drama del Barça: cuidar de las 34 especies animales que habitan el Camp Nou mientras duran las obras

El Barça está alcanzando su nivel deportivo más alto de los últimos años. Su reciente victoria ante el Real Madrid en El Clásico le acerca al segundo título de la temporada después del ganado frente a los blancos en la Supercopa de España. La Liga está en el bolsillo gracias a esos 12 puntos de ventaja. Un buen momento para que Joan Laporta afronte los problemas que tiene fuera del campo.

Los cimientos de la entidad culé se han visto zarandeados en las últimas semanas por el 'caso Negreira', el cual sigue sin resolverse y al que todavía le quedan capítulos, toneladas de tinta y muchas horas de tertulias radiofónicas y televisivas. Pero este no es el único asunto que ocupa la actualidad culé, ya que otro es la situación del Camp Nou. 

El Barça se ha metido en el proyecto más ambicioso y a la vez comprometido de su historia. El famoso 'Espai Barça' y esa inversión de 1.500 millones de euros. Un reto formado por el plan económico más enrevesado de la historia del club y que ahora se ve amenazado por la inflación que está azotando los mercados financieros de Estados Unidos, país del que procede buena parte del capital con el que se van a pagar la mayor parte de los plazos de esta faraónica inversión. 

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Sin embargo, este no es el único problema que tienen unas obras del Camp Nou que ya han comenzado. Y es que el Barça se ha suscrito a un plan de sostenibilidad que le obliga a tener especial cuidado con los seres vivos que habitan en los muros en ruinas de un Camp Nou que se cae a pedazos. Tras una profunda investigación, el Barça ha descubierto que hay hasta 34 especies animales que han hecho del feudo culé su propio hábitat.

Mamíferos, reptiles y sobre todo aves a los que ahora tienen que garantizar su seguridad durante el tiempo que duren las obras si no quieren incurrir en un delito medioambiental. Un nuevo problema, quizás un tanto surrealista, al que tiene que hacer frente un FC Barcelona que va a pasar verdaderas penurias para ver su estadio completamente remodelado. 

Las 34 especies del Camp Nou

El Camp Nou se ha convertido en los últimos años en un edifico en ruinas. Más que el estadio de uno de los mejores equipos del mundo, ha sido un lugar en el que se daban cita la suicidad, los pequeños desprendimientos, las situaciones de riesgo y hasta los excrementos de la enorme cantidad de animales que lo habitaban en compañía de los aficionados. Porque si algo ha sido el Camp Nou en las últimas temporadas ha sido un espacio compartido por personas y por otras especies.

Hace un año y medio salía a la luz un informe que evidenciaba que en el Camp Nou se habían disputado hasta 21 encuentros mientras el estadio padecía 120 patologías que multiplicaban el riesgo de desprendimientos. Una situación gravísima y de la que el Barça consiguió escaparse sin hacer mucho ruido. Unos hechos más graves incluso que lo que ahora se denuncia en el famoso 'caso Negreira'. 

El Camp Nou vacío antes de El Clásico REUTERS

Por aquel entonces, en octubre del año 2021, los aficionados azulgranas aseguraban como su casa se había convertido en un espacio de riesgo. Especialmente por la cantidad de excrementos de paloma que tenían que esquivar. Aprovechando los daños de las estructuras, estas aves anidaban hasta convertir los vomitorios, pasillos y diferentes plantas en lugares realmente desagradables. Sin embargo, lo que antes parecía algo hasta cómico, ahora se ha convertido en un problema serio de cara a las obras de remodelación que ya han empezado a llevarse a cabo. 

La gran cantidad de especies que se han podido ver en el Camp Nou y en los alrededores han obligado al club catalán a hacer algo parecido a un censo de las especies que han convertido el coliseo culé en su propia casa. Especies que ahora tienen un derecho adquirido y que les garantiza que el Barça tendrá que velar por su seguridad mientras duran las obras del estadio. Trabajos que están previstos, como poco, hasta el año 2026.

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El Barcelona es probablemente el primer gran club del mundo del fútbol que elabora una guía de la fauna que habita su estadio. En total son 34 especies las que ahora mismo comparten espacios con el resto de abonados. Esta decisión, que forma parte de un proyecto medioambiental realizado por la entidad culé, ha contado con la supervisión de Jordi Portabella, ecologista y excandidato a la alcaldía de la Ciudad Condal.

Ahora, Jordi se ha convertido en el encargado de desarrollar la nueva política de sostenibilidad del club. Y dentro de esta se encontraba el hecho de crear una especie de guía de las especies que se pueden encontrar en el Camp Nou, información que ya es un pilar sobre la nueva forma del club de adentrarse en la comunidad medioambiental.

El censo ha sido realizado por una empresa especializada que ha asemejado la estructura y el entorno del Camp Nou al de un acantilado ovalado y rodeado por árboles. En total se han contabilizado 34 especies de las cuales 31 son aves, dos reptiles y una mamíferos. A pesar de que hace meses el feudo azulgrana fue criticado por la suciedad y por esas enormes cantidades de excrementos que se podían encontrar en cada rincón, el club ha dejado claro a través de su estudio que no hay evidencia de plagas de ratas, aunque sí de ardillas que suelen estar de paso en la zona. 

El censo ha estimado que hay dos especies de vencejos, dos de martinetes, dos tipos de golondrinas y tres variedades de herrerillos. También hay tres especies de periquitos además de palomas, gaviotas, estorninos y urracas. Los equipos de investigación también encontraron tórtolas turcas, tres especies de pinzones, papamoscas cerrojillos, reyezuelos, currucas sardas y lavanderas blancas. Por último, se han notificado una pareja de cernícalos que ha criado en el estadio y una de halcones peregrinos, los cuales anidan en un edificio universitario cercano y cazan por los alrededores. Esta pareja es una de las siete que hay en la Ciudad Condal. 

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Junto con esta enorme cantidad de aves también hay salamanquesas, lagartos de pared y, por último, murciélagos, los defensores de los mamíferos en un Camp Nou absolutamente colonizado por el reino animal. Estos se han situado cerca de la tribuna presidencial, sobre los asientos reservados a Joan Laporta y a las personalidades más importantes de la sociedad catalana.

Un amplio catálogo de fauna que ahora se ha convertido en parte fundamental del Camp Nou en su peor momento, justo cuando tiene que comenzar el tramo trascendental de las obras. Este arrancará cuando finalice esta temporada, y ahí será momento de que el Barça cuide a su nueva 'grada de animación'. 

El plan de sostenibilidad

Tras arrancar los trabajos de remodelación del Camp Nou, el Barça descubrió que tendría un problema con la gran cantidad de especies que habitaban en sus cubiertas y graderíos. Por eso, aceptaron que era obligatorio realizar antes de que terminara el curso ese censo de especies animales. La ampliación de los graderíos para pasar de los 99.354 asientos actuales a los 105.000 que tendrá el nuevo estadio implica trabajos estructurales en zonas donde hay grandes nidos instalados. 

Por ello, el Barça, y en especial el departamento que lidera Jordi Portabella, está buscando la mejor manera de protegerlos sin tener que ver como les paralizan las obras. Como el párroco de un pequeño pueblo que no puede remodelar el tejado de su iglesia por tener una familia de cigüeñas en su torre, el Barça ha tenido que buscar planes alternativos para no terminar en el desastre. 

El Camp Nou, vacío.

Además de realizar labores específicas para la protección de esos nidos, tendrán que buscar nuevas zonas de nidificación que garanticen el regreso de las aves cuando terminen las obras. Todo para no destruir un ecosistema que ya se ha creado en el entorno del Camp Nou. "Hay una coexistencia histórica basada en el respeto mutuo".

"Es como si los humanos y los animales hubieran llegado a un acuerdo tácito. Por ejemplo, en las gradas estamos acostumbrados a que los murciélagos vuelen a nuestro alrededor durante un partido". Así lo explica Portabella. Los expertos que han estudiado el caso estiman que los estadios, y más con la composición el Camp Nou, son espacios urbanos únicos ya que ocupan grandes extensiones en las ciudades y que permanecen inactivos durante la mayor parte del tiempo. Además, en ellos convergen decenas de miles de aficionados que consumen grandes cantidades de comida y bebida que son aprovechados para estos nuevos habitantes. 

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Tal y como afirma Portabella, el club está muy concienciado con su nueva política medioambiental y ya estudia incluir lo que sería el 'Espacio Barça' en la remodelación del Camp Nou: "El Barça quiere ser parte de la solución al problema del cambio climático, no parte del problema". La entidad culé busca reducir su impacto medioambiental elaborando políticas propias para la generación de electricidad, el consumo de agua o el tratamiento de residuos.

Por último, diversos expertos apuntan a que el Barça podría ser el primer gran club de Europa que por una cierta necesidad empiece a llevar a cabo políticas como la del Dartford FC inglés. Este club ha ideado un modelo de conciencia medioambiental introduciendo en una de sus tribunas del estadio Princes Park una cubierta formada por vegetación para mejorar el aislamiento. Además, la electricidad del mismo procede de paneles solares y el agua de lluvia se recoge para regar el terreno de juego, que está colocado por debajo del nivel del suelo para reducir la contaminación lumínica y acústica.

El Barça intenta afrontar como puede un nuevo problema que ha golpeado de lleno el proyecto del 'Espai Barça', el cual parece no escaparse de ningún inconveniente y es que se podría decir que ahora se ha convertido en un 'nido' de problemas.