Fernando Torres celebra el segundo gol ante el Granada.

Fernando Torres celebra el segundo gol ante el Granada. Sergio Pérez Reuters

Fútbol

El Atlético no deja de creer

El conjunto del Cholo Simeone se hace con la victoria ante el Granada (3-0) y sigue al acecho del Barcelona. Koke, Fernando Torres y Griezmann anotaron los goles de la victoria. 

17 abril, 2016 20:14

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“Entusiasmo o alegría intensos, con tendencia al optimismo”. Así define la RAE euforia. Y sin saber muy bien si el término es acertado o no, lo cierto es que el Atlético de Madrid vive una sensación parecida: al acecho del Barcelona en Liga, semifinalista en Champions y de menos a más en este final de temporada. Cada vez más seguro, sin dudas en su juego y aplastando rivales maquinalmente, como si no costara esfuerzo. A veces, incluso, sin necesidad de hacer buenos partidos. El equipo del Cholo se planta sobre el campo, coloca su defensa, se ordena desde abajo y, como si fuera una rutina, define arriba. Ante el Granada, sin brillar en demasía, pero sumando una victoria que le acerca a la primera plaza gracias a los goles de Koke, Torres y Correa (3-0).


Lo lógico, cuando hay euforia y optimismo, es que también haya confianza. Y que en ese estado de gracia las cosas vayan bien. Incluso, que nada más comenzar el partido, todo se ponga a favor. Que el balón rebote en la defensa, que Koke se encuentre la pelota y que inaugure el marcador. Esas cosas suceden de vez en cuando. Ocurre, sin embargo, que lo anterior puede llegar a ser peligroso. Y bien que lo sabe el Atlético de Madrid, que tras marcar el primer gol, se dejó ir durante toda la primera parte y estuvo a punto de ceder terreno al Granada, que pudo empatar el partido con un cañonazo de Peñaranda que pegó en el palo.


Pero ocurre, también, que este Atlético es capaz de aguantar el tipo en esos momentos de bajón y medir los tiempos como nadie. Máxime cuando tienes a un tipo como Torres, un jugador que está en un estado de gracia parecido al de su equipo. En parte, gracias a Koke, que, una vez más, le regaló un balón de oro -ya hizo lo propio contra el Espanyol- para que hiciera el segundo. Y, de paso, para que se llevara una ovación en el día de los 'niños' -bonita paradoja- y se ganara ¿la renovación? Eso ya se verá. La realidad es que Fernando la está pidiendo a gritos en este final de temporada. Y bien que la merece. 


Confirmado que Torres no va de farol y que Koke está en el mejor momento de la temporada, el Atlético sigue sumando efectivos a su particular fiesta. El último de ellos, Correa, que aprovechó un contraataque para poner su firma en la victoria contra el Granada. Un gol que desata la euforia -o como la quieran llamar- y que permite al Atlético seguir creyendo en la Liga. Y, de paso, también soñando. Al fin y al cabo, nada puede salir mal de aquí a final de temporada. Y si no lo creen, pregúntenle a la afición, que acabó gritando: “Estamos orgullosos de nuestros jugadores”. Y el resto da igual.