Alejandro Valverde en su despedida de La Vuelta 2022

Alejandro Valverde en su despedida de La Vuelta 2022 Movistar Team

Ciclismo MOVISTAR TEAM

El adiós de Alejandro Valverde: 133 victorias y 20 años de un ciclista eterno para el deporte español

El ciclista español de Movistar ha puesto el punto y final a una trayectoria impecable a sus 42 años tras más de dos décadas como profesional.

8 octubre, 2022 19:56

"Ilusión por el futuro, tristeza por irme con este gran nivel y felicidad por el enorme trabajo que ha hecho el equipo. 21 años de profesional, muchos grandes momentos y ahora a disfrutar. Se acaba una etapa que me ha dado todo y de la que he disfrutado desde el primer día hasta el último en Italia. Gracias a los que me habéis acompañado en este camino y a los que me habéis transmitido vuestro apoyo y cariño. ¡Viva el ciclismo!".

Con estas palabras se ha despedido el que podría calificarse como el ciclista eterno. Alejandro Valverde Belmonte ha puesto fin a su carrera profesional con 42 años tras cruzar la línea de meta en Como. Un Giro de Lombardia que ha puesto un colofón brillante a una de las trayectorias más ilustres de la historia del deporte. 

El murciano cuelga la bicicleta tras más de dos décadas en la primera línea de batalla y lo ha hecho como solo él sabe, estando entre los mejores. Por Alejandro han pasado los años, las victorias, los títulos y hasta las lesiones, pero nunca ha perdido su clase, su talento, su ambición y sus ganas por seguir conquistando grandes retos. Es, ante todo, un enamorado de la bicicleta. Solo así se conecta una generación tras otra sin bajarse de los podios. 

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La bici ha sido su vida y lo seguirá siendo. Por ello, tras su despedida, aún le queda la exhibición del Critérium de Saitama en Japón, seguirá vinculado a su segunda familia, la del Movistar Team, con la que ha recorrido un camino brillante y emocionante. 1394 carreras desde que debutó en el año 2002. 133 victorias. 348 podios (un 25%). Y 651 Top10 (47%). Números de un ciclista eterno que se ha consagrado como gran leyenda del ciclismo mundial con su sexta plaza en un Lombardía que ya es historia del deporte. 

Alejandro Valverde se despide del ciclismo en Il Lombardia

Alejandro Valverde se despide del ciclismo en Il Lombardia Movistar Team

Un palmarés de altura

Alejandro Valverde Belmonte ha puesto fin a su carrera profesional en el último Monumento del año, Il Lombardia. Estaba entre los grandes favoritos a llevarse el triunfo después de haber hecho tercero en los Tre Valli Varesine hace unos días y de haber cuajado una temporada de Clásicas en Italia para enmarcar. La de La Vuelta, con baño de masas en Madrid incluido, fue la despedida soñada ante toda la afición. 

Sin embargo, quedaba la competitiva, peleando hasta el último día por sumar la victoria 134 de su carrera profesional. No ha llegado por centímetros. No obstante, estos tiros al palo no empañan el impresionante palmarés que ha conseguido el murciano durante los más de 20 años que ha estado como profesional. Alejandro llegó al pelotón internacional siendo un niño y se marcha siendo el 'abuelo', como cariñosamente le pican en el autobús el Movistar Team todos sus compañeros y asistentes, quienes a lo largo de estos años se han convertido en su segunda familia. 

El 'Bala' ha puesto punto y final a una de las carreras más impresionantes de todos los tiempos. Por méritos propios, siempre será considerado uno de los mejores corredores en toda la historia y, sobre todo, uno de los más completos. Capaz de brillar en Grandes Vueltas, en Mundiales, en etapas de montaña, en llegadas lanzadas o en Clásicas. 

Al frente de su asombrosa vitrina de trofeos están su maillot arcoíris y su medalla de oro en el Mundial de Innsbruck 2018. Una prueba diseñada para él y en la que hizo vibrar a un país entero. Después de muchas medallas, por fin consiguió el gran reto de su carrera, el sueño por el que había peleado de manera incansable durante tanto tiempo. 

A ese Mundial también le añade las platas conseguidas en Hamilton 2003 y en Madrid 2005, y los bronces logrados en Salzburgo 2006, en Limburgo 2012, en Florencia 2013 y en Ponferrada 2014. Un total de siete medallas para un ciclista único, más que ningún otro. Además, tiene también otros cuatro Top10, resultados que le convierten en uno de los grandes especialistas de esta prueba en toda la historia.

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El capítulo de Grandes Vueltas no es menos brillante para él. Su mayor logro llegó con el triunfo en La Vuelta del año 2009, la única grande de su palmarés. Sin embargo, el 'Bala' ha logrado hacer podio en las tres. Concretamente, un total de 9. Un tercer puesto en el Giro de Italia de 2016 en su única participación, un tercer puesto en el Tour de Francia en el año 2015, tres segundos puestos en La Vuelta (2006, 2012 y 2019) y tres terceros puestos en la carrera de casa (2003, 2013 y 2014). 

Un recital de buenas participaciones, regularidad y longevidad, ya que entre su primer podio en una grande y su último pasaron 16 años. Además, tiene 17 etapas ganadas en Grandes Vueltas: 12 en La Vuelta, 4 en el Tour de Francia y una en el Giro de Italia. Un ciclista único capaz de adaptarse a esfuerzos de un día o de dar la talla durante tres semanas, casi siempre ayudando también por el camino a otros corredores como Nairo Quintana, Mikel Landa o Enric Mas. Un líder con vocación de servicio público. 

Valverde, durante muchas fases de su carrera, fue un corredor de vueltas de tres semanas. Sin embargo, su versatilidad y su espíritu camaleónico le permitieron ser también estrella en carreras de siete días. Así acumuló triunfos en la Volta a Cataluña (2009, 2017 y 2018), la Itzulia (2017) o el Critérium de Dauphiné (2008 y 2009). En su extenso palmarés cuenta con podios en pruebas tan importantes como la Paris-Niza (2005 y 2012) o el Tour de Romandía (2006).

Si el 'Bala' era capaz de brillar en carreras por etapas, hacía lo propio también en pruebas de un día. Su terreno más fuerte eran las Ardenas. Allí ganó cuatro Monumentos en la Lieja-Bastoña-Lieja y cinco ediciones de la Flecha Valona. Nadie en la historia tiene más triunfos que él en esta prueba, ni más dobletes en estas carreras ni más podios. Y es el segundo que más victorias acumula con 9, solo superado por las 10 de Eddy Merckx

Además, en su palmarés cuenta también con dos Clásicas de San Sebastián, con tres campeonatos de España en ruta, el último en 2019, y con uno de contrarreloj, el ganado en 2014, cuando hizo oro sobre la 'cabra' y plata sobre la 'flaca'. Por si todo esto fuera poco, cuenta con podios en pruebas tan importantes como el Giro de Lombardía (2013, 2014 y 2018), la Amstel Gold Race (2013 y 2015) o la Strade Bianche (2014, 2015 y 2022). 

Valverde es un ciclista acostumbrado a ganar en cada carrera en la que ha participado. Desde que arrancaba la temporada en febrero o marzo hasta que la cerraba en octubre. Solo así se consigue tener el récord de triunfos en la Vuelta a Andalucía (5), la Vuelta a la Comunidad Valenciana (3) o en la Vuelta a Murcia (5), la carrera de casa para él. En cuanto a premios individuales, recibió la Bicicleta de Oro en el año 2018 y la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo en 2014 entre otras grandes distinciones. Y comparte junto a otra leyenda como Sean Kelly el honor de haber sido el ciclista que más veces ha terminado como número uno de la clasificación UCI con cinco.

Alejandro Valverde celebrando su triunfo en el Mundial de Innsbruck 2018

Alejandro Valverde celebrando su triunfo en el Mundial de Innsbruck 2018 RFEC

Siempre bajo los focos

Alejandro Valverde Belmonte nació en Las Lumbreras, Murcia, el 25 de abril de 1980. Siempre se ha definido como una persona campechana y muy enamorado de su tierra y de la vida sencilla. De hecho, mientras la mayoría de ciclistas han pasado casi todos sus días preocupados por los vatios, los potenciómetros y por calcular hasta el último gramo de comida que se llevaban a la boca, el murciano ha cimentado su carrera en las sensaciones y en las salidas con su famosa 'grupeta', a quienes ha torturado muchas mañanas para intentar seguir el ritmo de uno de los mejores del planeta. 

Esa humildad y cercanía no le han restado ni un ápice de seriedad, rigurosidad y profesionalidad. Sin embargo, el justo equilibrio entre esos dos mundos es lo que le ha permitido tener una carrera tan longeva y tan repleta de éxitos, sin perder nunca el amor por la bicicleta ni el hambre por los triunfos y los retos. 

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La pasión por el ciclismo le viene de familia. Su padre le inculcó desde muy pequeño el amor por el ciclismo, ya que era corredor amateur y gran aficionado. Alejandro recibió su primera bicicleta con seis años y desde entonces no ha parado de dar pedales al mismo ritmo con el que ha ido haciendo historia. Su talento innato se empezó a mostrar desde que era solo un niño, cuando se ganó el apodo de 'El Imbatido'. En su primera carrera en Jumilla hizo segundo y en la siguiente que disputó, en Yecla, ya nadie pudo superarle. 

Entre los 11 y los 13 años consiguió establecer una racha de 50 triunfos consecutivos, haciéndose conocido en toda España entre los que seguían las categorías inferiores del ciclismo español. Allá donde había una prueba se hablaba de los increíbles logros del chaval de Las Lumbreras. Pasó por el equipo amateur del Banesto y así fue como creció hasta dar el paso a profesionales en el año 2002 de la mano de Vicente Belda en el Kelme-Costa Blanca. Ese mismo curso hizo su debut en La Vuelta, prueba que no pudo completar y en la que tuvo que abandonar. 

Solo un año más tarde consiguió demostrar al mundo de qué pasta estaba hecho con su primera gran aparición, un tercer puesto en La Vuelta, solo superado por Roberto Heras e Isidro Nozal. Venía de hacer un gran año con victorias en carreras como la Itzulia, pero aquella fue la confirmación de que había nacido una estrella que venía para quedarse y para marcar una época. Se llevó dos etapas, las de Envalira y la de la Sierra de la Pandera. Y unas semanas más tardes consiguió su primera medalla mundialista, una plata de mucho prestigio para secundar la brillante victoria de Igor Astarloa. 

El 'Bala' comenzó una carrera de éxito imparable y se instaló entre los mejores corredores del planeta, donde pasaría casi las siguientes dos décadas. En el año 2005 se pasó a las filas del Illes Balears-Caisse d'Epargne, formación que había heredado los mimbres del antiguo Reynolds y que después se convertiría en el actual Movistar Team.

Alejandro Valverde tras una carrera con Movistar

Alejandro Valverde tras una carrera con Movistar Movistar Team

 

Así comenzó una de las sociedades más exitosas de la historia del ciclismo, repleta de triunfos, pero también de algunas sombras. Una de ellas llegó en el año 2007, cuando estuvo a punto de cambiar de aires y fichar por el T-Mobile. Aquellos rumores no terminaron fructificando y el español se quedó en la formación nacional. Sin embargo, dio comienzo a un calvario. Los rivales habían aumentado los marcajes sobre su figura en todas las carreras y para colmo hacía acto de presencia la sombra del dopaje. 

La Unión Ciclista Internacional realizó un seguimiento exhaustivo del murciano por su supuesta implicación en la Operación Puerto a pesar de que no existían indicios legales que lo demostraran. La UCI intentó que no compitiera en los Mundiales de aquel año y aunque Alejandro ganó una contienda que llegó hasta el TAS, quedó marcado para el futuro. 

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Valverde superó aquel mal trago con victorias, pero pocos después llegarían más problemas. El 11 de febrero de 2009 se anunció un proceso conocido como Caso Valverde, el cual investigaba la implicación del ciclista murciano en la Operación Puerto, la cual desarticuló una red de dopaje liderada por el controvertido doctor Eufemiano Fuentes. Esta operación estuvo liderada por el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI)

Tras aquello, dicha institución sancionó a Valverde en mayo de 2009 con dos años sin poder competir en tierras italianas y le puso en bandeja a la UCI extender aquella penalización a todo el territorio mundial. Alejandro siempre mantuvo su inocencia y recurrió la decisión ante el TAS antes de terminar aquella temporada a lo grande, llevándose la victoria en su primera y única grande, La Vuelta. Fue la antesala de los momentos más duros de su carrera. 

Meses después, y tras haber conseguido sus primeras victorias del año 2010, fue sancionado de manera definitiva con dos temporadas sin competir. Valverde estaría sin correr hasta 2012 y perdió los triunfos conseguidos desde el comienzo del curso hasta esa fecha. A pesar de sus alegaciones, el murciano tuvo que permanecer apartado del pelotón internacional durante dos cursos, y a su regreso, lo hizo para vengarse de todos aquellos que le había intentado hundir con una impresionante victoria en el Tour Down Under en la primera carrera tras su vuelta. 

Valverde volvió a cuajar una excelente temporada con victorias de mucho prestigio y con su cuarto triunfo de etapa en el Tour de Francia. Además, volvió a retomar una histórica rivalidad para el ciclismo español con dos oponentes y amigos como Alberto Contador y Joaquim 'Purito' Rodríguez. El madrileño y el catalán, de la misma generación que el 'Bala', ayudaron a Alejandro a escribir los años más dorados del ciclismo español. 

El corredor nacional consiguió superar la pesadilla de la sanción por dopaje y siguió escribiendo un camino de oro y triunfos a medida que iba cumpliendo temporadas en el equipo Movistar. Una trayectoria que ya le había encumbrado como una de las mayores leyendas del ciclismo patrio a pesar de que todavía le quedaba algún plato fuerte. En el 2016, año en el que consiguió a ayudar a Nairo Quintana a ganar La Vuelta, probó suerte en uno de las mayores aventuras de su carrera: el reto Géminiani. Este era participar en las tres grandes en una misma temporada y colarse en el Top10 de todas ellas. 

Empezó bien con un podio en el Giro en su primera y única participación. Después pasó por el Tour de Francia e hizo sexto. Y más tarde pasaría por La Vuelta, donde tras unas semanas de altibajos se quedó a un par de pasos de su reto, ya que consiguió cubrir las tres semanas de carrera, pero quedó en 12ª posición de la general tras un año extenuante. 

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Los años posteriores trajeron consigo las mayores caídas y las mayores alegrías. En el 2017 estuvo a punto de decir adiós a su trayectoria profesional tras sufrir una brutal caída en el Tour de Francia. En la contrarreloj individual inicial de la ronda francesa, se fue al suelo fruto de un pavimento resbaladizo por la lluvia y se estrelló contra una valla en Düsseldorf. Esta impactó en su rodilla provocándole una brutal herida y una gravísima fractura de rótula y del astrágalo izquierdo. Era su primer abandono en una grande desde 2006 y en el que estaba siendo el mejor año de su carrera en cuanto a resultados. Con 37 años, su continuidad pendía de un hilo. 

Alejandro Valverde en la contrarreloj inicial del Tour 2017

Alejandro Valverde en la contrarreloj inicial del Tour 2017 EFE

No pudo volver a competir aquel año, pero con mucho esfuerzo, consiguió volver a subirse a la bicicleta, a instalarse entre los mejores del pelotón y a cosechar victorias tras un proceso de recuperación que fue durísimo. Pero todo trabajo iba a tener su recompensa, ya que meses después tocó el cielo con su mayor victoria. El 30 de septiembre de 2018, en Innsbruck cumplió el reto por el que había estado peleando durante toda su carrera: la medalla de oro en el Mundial. 

En una carrera hecha a su medida, cubrió el durísimo trazado planteado por los Alpes suizos hasta llegar a un sprint vibrante con Dumoulin, Bardet y Michael Woods. Sin embargo, la historia le tenía reservado un hueco muy especial a un Valverde que cruzó la meta en primera posición para segundos después romper a llorar de emoción con su inseparable masajista Juan Carlos Escámez. Una imagen que todos los aficionados al ciclismo español tendrán para siempre guardada en su memoria. 

Aquel triunfo supuso una liberación para un Valverde de récord, ya que se instalaba como el ciclista con más medallas mundialistas de todos los tiempos. Además, le permitió lucir el maillot arcoíris por todo el mundo durante la temporada 2019. Un curso en el que tuvo que lidiar con la maldición que siempre acompaña a esta camiseta y que dificulta mucho sacar victorias. Con esfuerzo y tesón, el 'Bala' pudo levantar los brazos en alguna ocasión más antes de cerrar el año con otro podio en La Vuelta. 

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Los últimos años de su carrera estuvieron ya marcados por el desgaste y el paso del tiempo. En 2020 no rascó triunfos en una temporada extraña y marcada por la pandemia de la Covid-19. Sin embargo, en 2021 y 2022 consiguió recuperar algo del brillo perdido como ha demostrado en su última carrera en Lombardía. Así es Valverde, toda una vida entre los mejores. 

Un corredor eterno

Si por algo ha destacado siempre Alejandro Valverde, además de por sus victorias y por su versatilidad, es por haber estado durante toda su carrera al máximo nivel. Debutó en la élite con 22 años y ha estado hasta los 42 al frente del pelotón. Esas dos décadas le han permitido mantener rivalidades con todo tipo de corredores. Ha sido un conector de generaciones que además ha mantenido el brillo del ciclismo nacional en sus años más difíciles. 

Comenzó batiéndose el cobre con corredores míticos como Óscar Freire, Astarloa, Lance Armstrong o Tom Bonen para después formar esa mítica rivalidad con Alberto Contador y 'Purito' Rodríguez. También ha sido un dolor de muelas para leyendas como Chris Froome, Vincenzo Nibali, Cadel Evans o Bradley Wiggins

Por su lado también han pasado alguna de las mayores esperanzas del ciclismo español que no han terminado de despuntar todo lo que se esperaba como son los casos de Mikel Landa o Enric Mas. Y ahora, en sus últimos años, ha sido testigo de la llegada una nueva hornada de grandes talentos de la talla de Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard o Remco Evenepoel

Alejandro Valverde se marcha a los 42 años tras una carrera de leyenda y después de haberse ganado el cariño de todos los aficionados en dos décadas de magia, éxitos y amor por la bicicleta. Su gran espinita siempre será no haber podido brillar en unos Juegos Olímpicos, pero después de tantos títulos, no se puede añadir peros a la perfección. Para colmo, ha conseguido extender su legado hasta presenciar los primeros éxitos de los dos diamantes que vienen pisando fuerte para sucederle: Juan Ayuso y Carlos Rodríguez. Así es Valverde, un conector de generaciones que no ha dejado de ganar y de brillar.