Carrasco celebra el segundo gol del Atlético / EFE

Carrasco celebra el segundo gol del Atlético / EFE

Deportes Liga BBVA

¿Madrid o Barça? Estén atentos al Atlético de Madrid

Brillante victoria ante el Valencia (2-1) con goles de Jackson Martínez y Carrasco. Se coloca en tercera posición en la Liga. 

25 octubre, 2015 22:48

El Atlético lleva inherente en su ADN la pasión, el coraje y la garra. Eso no es ninguna novedad. Puede, incluso, que se les ocurran otros cientos de adjetivos para describir lo que ha sido el equipo a lo largo de su historia. Sin embargo, sin desterrar aquellas virtudes, conviene matizar el presente. En el Calderón ya no se vive sólo del espíritu combativo de antaño, sino también de un estilo de juego reconocible. A la bendita organización impuesta por el Cholo, se le pueden añadir otros muchos ornamentos. La prueba de dichos atributos evolutivos la ofreció contra el Valencia en un gran partido (2-1). ¿Uno más? Para nada. Esos tres puntos son el final de un arranque de Liga frenético en el que los rojiblancos se han enfrentado a Madrid (empate), Barcelona (derrota) y Sevilla (victoria).

La mejoría del Atlético desde que arrancara la Liga es evidente. Las piezas empiezan a encajar y asociarse como si hubieran estado juntas toda la vida. Filipe, repescado, ha vuelto a ser el lateral que compró un billete en business para jugar en el Chelsea y volvió en Ryanair a Madrid. Pero él no es el mejor ejemplo de adaptación, aunque sea porque ya había jugado en este equipo. Para convencer a los incrédulos toca echar mano de Jackson Martínez, ese delantero fallón y apático de los primeros partidos. El mismo que inauguró el marcador contra el Valencia aprovechando el fallo en cadena de Mustafi y Santos para fusilar a Jaume con nervios de acero. Sí, ese tipo que inauguró su cuenta en el Calderón el pasado miércoles y la ha aumentado cuatro días después.

Con el delantero colombiano metido en nómina, el otro que agiganta su figura cada partido es Carrasco, el jugador llamado a sustituir a Arda. El belga, que había asumido el papel de suplente de Correa, ha demostrado en los últimos partidos como titular (Astana y Valencia) que va a competir con el argentino por un puesto en el once. ¿Cómo? En primera instancia, con el favor del Calderón, que lo ovacionó como un ídolo en ciernes tras su gol; y en segundo lugar, con su juego, que le viene al Atlético como un guante. Porque el extremo no sólo goza de esa rapidez que adora el Cholo para salir a la contra, sino que esgrime virtudes tácticas que sirven tanto para combinar en corto como en largo.

Quisieron los anteriores brindar el mejor partido de esta temporada ante el Valencia y en el Calderón. Sin embargo, su ejecución es y será compartida por los muchos secundarios –otro día protagonistas– que tiene a su disposición el Cholo. Porque si en otros tiempos fue capaz de hacer campeón de Liga al Atlético con pocos hombres, esta campaña tiene ante sí el reto de hacerlo con una plantilla amplia, con lo que eso supone: gestionar los minutos de más hombres, mantenerlos enchufados durante todo el año y, sobre todo, convencer a cada uno de su rol. Es decir, lo que ha estado haciendo hasta ahora y lo que permite a los rojiblancos dormir terceros en la clasificación a dos puntos de Madrid y Barça. Y sí, también marcó Alcácer de penalti para hacer el 2-1, pero eso importa bastante poco tras semejante exhibición.