El tercer sábado de mayo, en este caso, 21 de mayo, se celebra el Día Mundial del Whisky (Whisky World Day). El whisky nació en Irlanda y su elaboración se extendió rápidamente en Escocia. De ahí, fue dando el salto por el mundo entero. En España, la primera destilería de whisky abierta fue DYC, fundada en el año 1955. Este momento marcó un antes y un después en el consumo de esta bebida. Poco a poco, el gusto por el whisky fue creciendo, de tal forma que a día de hoy los españoles toman whiskies producidos en España. Sin embargo, el mejor whisky de todos, y el más caro, no es español. Se trata del Macallan Fine and Rare de 1926

El whisky más caro del mundo 

Según cuenta en su propia página web: "The Macallan estaba dirigido por Janet Harbinson, la modesta hija de Roderick Kemp, quién había comprado la destilería en 1892. También en este año, Gertrude Ederle se convirtió en la primera persona en nadar las 22 millas del Canal de la Mancha, en 14 horas y 31 minutos; se hicieron las primeras llamadas telefónicas entre Londres y Nueva York; y el escocés John Logie Baird hizo una demostración del primer televisor del mundo."

Sobre sus whiskies cuentan lo siguiente: "Cada uno de nuestros excepcionales whiskies single malt es un reflejo de nuestra inigualable destreza artesanal. Desde nuestras gamas más emblemáticas, disponibles en todo el mundo y en nuestra tienda online, hasta nuestros whiskies especiales de edición limitada, cada uno tiene una rica historia que contar."

Con respecto a este whisky que producen, y que es el más caro del mundo, la web nos cuenta lo siguiente: "The Macallan Fine & Rare Collection ha crecido hasta convertirse en el mayor conjunto de whiskies de malta con fecha de cosecha del mundo. Estos cincuenta y siete embotellados son productos del proceso suave de la naturaleza, sin perturbaciones durante décadas en barricas de roble curadas con jerez. Si bien el año en que se embotelló cada uno es específico, su longevidad es ilimitada. Si así lo desearan, sus tutores y sus descendientes podrían optar por conservarlos para siempre."

Con respecto a su precio, en una subasta de 2019 se pagaron 1,7 millones de euros por esta botella destilada en barril en 1926. Se trata de un whisky escocés de lujo reposado en barricas de jerez durante 60 años del que solo se produjeron 40 botellas. De estas 40 botellas embotelladas en el año 1986, en formato de 700 ml cada una, solo 14 de ellas lograron recibir la etiqueta "Fina y Rara".

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