En España, los gatos son la segunda opción más elegida a la hora de tener una mascota. En este sentido, hay que tener en cuenta que los gatos no son unos grandes amantes de los cambios, de hecho, hasta un cambio de sitio de los muebles o de sus rutinas diarias puede significar un verdadero quebradero de cabeza para su día a día y esta es una de las razones por la que los viajes tampoco figuran en la lista de planes favoritos para estos compañeros felinos. A todo esto, además hay que sumar el hecho de que los gatos suelen asustarse mucho con todo y los viajes en coche no son normalmente su forma favorita de desplazarse, ya que el simple hecho de sacarles de su entorno puede ser realmente estresante para estos peludos.

Precisamente por todo ello y si este verano estás planeando desplazarte unos días fuera de casa para concederte un merecido descanso del trabajo y no tienes otro remedio que llevar a tu gato contigo o si simplemente te ves obligado a cambiar de hogar o destino, es importante que tengas en cuenta una serie de consejos que harán que esta experiencia sea un poco más llevadera y agradable para tu felino.

¿Cómo viajar con mi gato en coche?

1. Planea las horas de viaje y las paradas

Pero antes de estos consejos, es importante que tengas en cuenta algo tan importante como el tiempo y las horas de viaje que podrás viajar con tu gato. Sobre este aspecto, lo más recomendable es no superar las dos horas seguidas de viaje sin hacer paradas por medio. Así que intenta respetar esas paradas para darle agua, permitir que camine, que haga sus necesidades… Pero sobre todo, ten en cuenta que este tiempo dependerá principalmente de la tolerancia de tu felino, pudiendo ser incluso inferior a dos horas de viaje seguidas.

Si planeas hacer muchas horas de viaje seguidas y no puedes asegurarle esas paradas, lo mejor será que consideres la opción de dejarlo a cargo de otra persona durante ese tiempo que vayas a estar fuera de casa, ya que muchas horas de viaje pueden acabar convirtiéndose en un gran suplicio para él.

2. ¿Cómo transportarlo?

Antes de decidir transportar a un gato en coche es importante que tengas en cuenta la normativa de cada país y en este caso en España la establecida por la Dirección General de Tráfico (DGT), quienes señalan que la mejor forma de viajar con animales pequeños como los gatos, es llevándolos en un transportín o en su defecto con un arnés correctamente anclado por un cinturón diseñado para animales. Aún así, en el caso de los gatos, el transportín es sin duda la mejor opción.

El transportín tendremos que llevarlo cerrado y en una zona segura en la que no pueda desplazarse por el vehículo con el movimiento del coche o en la que no implique un problema en caso de accidente. Por ello, lo más recomendable es situarlo en los reposapiés y justo detrás de los asientos del conductor y copiloto. Otra buena opción es colocarlo en los asientos y fijarlo al cinturón, de manera que el trasportín quede totalmente fijo y seguro.

Además de esto, es importante que nuestro gato esté debidamente identificado con su correspondiente chip y con su pasaporte, en el caso de que planeemos viajar a otro país.

3. Acostúmbralo al transportín y al coche

Una vez tengamos claro cuál es el transportín en el que queremos trasladar a nuestro gato, es importante que lo acostumbremos a él para que lo vea como un lugar seguro y cómodo. Una buena forma de conseguirlo es ubicar el transportín en una zona del hogar que el gato vea como segura y que suela frecuentar. Prueba a dejar abierta la puerta del transportín y colocar dentro mantas con su olor o incluso algún premio o juguete o incluso pulverizar algún tipo de feromona en su interior. Todo ello hará que aumente esa sensación de tranquilidad.

Según se vaya acostumbrando y cuando veas que tu gato se encuentra cómodo en su interior, prueba a moverlo por diferentes lugares de la casa y finalmente prueba a cerrar la puerta del transportín premiándolo con algún sabroso premio. Si consigues llegar a este punto y que tu felino esté totalmente tranquilo y cómodo, podrás pasar al siguiente nivel e intentar hacer algún viaje corto con él en el coche. Todo esto hará que poco a poco se vaya habituando a viajar en transportín y a que el hecho de viajar en coche pueda ser más llevadero.

Por supuesto, nunca intentes obligar o forzar a que tu felino entre en el transportín o en el vehículo, esto solo hará que lo asocie con una situación negativa y aumentará su estrés.

Consejos para viajar con un gato en el coche

Tanto si tu gato está ya acostumbrado, como si se trata de la primera vez que vas a afrontar un largo viaje con tu felino, es importante que tengas en cuenta estos consejos que seguro harán que vuestro viaje sea mucho más fácil.

Evita darle de comer durante el trayecto: Si quieres evitar un posible malestar estomacal a tu gato durante el viaje o que vomite si se marea, lo más recomendable es que evites darle de comer durante el trayecto en coche y que procures que haya comido al menos 3 horas antes de iniciar el viaje.

Evita los movimientos bruscos: Por supuesto conduce con calma y procura evitar los movimientos bruscos, además de ser importante para tu seguridad y la del resto de conductores en la carretera, tu gato también te lo agradecerá.

¿Medicamento contra el mareo?: Es importante prever la posibilidad de que tu gato se pueda marear durante el viaje, así que no olvides consultarle a tu veterinario para que te aconseje algún sedante ligero o medicamento que pueda tranquilizarlo durante el viaje si fuera necesario.

Feromonas antiestrés: Este tipo de feromonas podrán disminuir bastante la ansiedad de tu gato durante su viaje, ya que lo que hacen es imitar a las mismas que desprende tu felino cuando está feliz y tranquilo. Antes pruébalas en casa y en el transportín y si funcionan, prueba también a pulverizarlas en el coche y el transportín varios minutos antes de comenzar el viaje.

Cuidado con el volumen de la música: Para hacer el viaje mucho más llevadero a tu gato, lo mejor será que evites llevar el volumen de la música demasiado alto y tampoco le hables en voz muy alta, esto solo hará que tu gato se estrese aún más.

Controla la temperatura y el sol: El interior del coche deberá estar a una temperatura agradable que no sea demasiado alta y también procura que la luz del sol o el aire acondicionado no incidan directamente sobre el transportín.

Haz paradas e hidrátalo: Como ya te advertimos al comienzo, evita que tu gato viaje demasiadas horas sin paradas. Y durante esos descansos no te olvides de darle agua para beber y refrescar a tu gato.

Utiliza alfombras absorbentes: En ellas podrá hacer sus necesidades sin tener que salir del transportín.

Mete un juguete en el transportín: Incluir un juguete o alguna manta que le guste en el transportín podrá hacer mucho más llevadero ese viaje en coche para tu gato.

Nunca dejes a tu gato solo dentro del coche: Jamás debes dejar a tu gato solo en el coche, esto además de estar totalmente prohibido en muchas regiones de España, también es peligroso para cualquier animal, ya que en el caso de que haya un aumento drástico de la temperatura en el interior podría experimentar un golpe de calor o incluso la muerte en pocos minutos.

Deja que se adapte a su nuevo entorno: Al finalizar el viaje y llegar al lugar de destino puede que tu gato se sienta algo mareado o estresado, así que asegúrate de dejarle tiempo para que se asee y para que se adapte a ese nuevo entorno. Llévalo a un espacio que sea agradable y en el que pueda sentirse seguro, déjale a mano un comedero y bebedero con agua fresca, además de su arenero, su rascador y sus juguetes favoritos. Poco a poco conseguirás que se encuentre tranquilo y cómodo en ese nuevo hogar. Pero si planeas viajar de vuelta, no olvides seguir con las mismas rutinas que te hemos mencionado al comienzo para que siga relacionando su transportín y los viajes en coche como una situación positiva.

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