Sergio Ramírez, Premio Cervantes 2017

El Premio Cervantes 2017 ha sido para Sergio Ramírez (Nicaragua, 1942), ha ganado hoy el Premio Cervantes 2017, el galardón más importante de las letras hispanas y dotado con 125.000 euros, según el fallo del jurado hecho público por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo.

El galardonado anduvo en política. Fue vicepresidente del gobierno sandinista (1984-1990) de su país antes de emprender una coherente trayectoria literaria. Ramírez ha forjado un cuadro impresionista, repleta de diversidad y de formas descarnadas, que muestran la otra cara menos agradable de sus personajes. El Premio Alfaguara de Novela 1998 con Margarita, está linda la mar, no se contenta con mostrar el canto épico de los héroes, sino que muestra el lado más oscuro de la condición humana.

El escritor -con una producción de más de cincuenta libros- se rebela contra la violencia y la desigualdad social, como raíz de la violencia en Latinoamérica. El jurado, según recoge el acta, le ha otorgado el premio “por aunar en su obra la narración y la poesía y el rigor del observador y el actor, así como por reflejar la viveza de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en una obra de arte, todo ello con excepcional altura literaria y en pluralidad de géneros, como el cuento, la novela y el columnismo periodístico”.

Político y escritor

Suele contar que su paso por la política fue circunstancial, aunque nació bajo la señal de la familia dictatorial de los Somoza. Participó en el derrocamiento del último de ellos (Anastasio Somoza Debayle), el 19 de julio de 1979, y liberó a su país de una dictadura que se prolongó desde 1937 a 1979. Como vicepresidente luchó por el restablecimiento de la paz en su país y por el desarrollo económico de Nicaragua. En mayo de 1994 quedó excluido de la dirección del Frente Sandinista de Liberación Nacional por sus choques con la línea de Daniel Ortega. Adiós muchachos. Una memoria sandinista son las memorias autocríticas de su experiencia en la revolución sandinista, llena de ironía y de humor. 

En noviembre de 2014, ganó el Premio Carlos Fuentes por "conjugar una literatura comprometida con una alta calidad literaria" y por su papel "como intelectual libre y crítico, de alta vocación cívica". En una entrevista con EFE aseguró: "Los escritores latinoamericanos somos cronistas de hechos y debemos registrarlos, exponerlos a la luz pública, iluminarlos, somos testigos privilegiados de las ocurrencias de la vida cotidiana trastocada por la violencia, el miedo, la inseguridad, la corrupción, las grandes deficiencias del Estado de derecho, somos testigos de cargo".

Entre los candidatos al Premio Cervantes 2017 se encontraban el poeta venezolano Rafael Cadenas, la poeta uruguaya Ida Vitale o el chileno Antonio Skármeta. De esta manera, se cumple con la ley no escrita que reparte este premio de forma alternativa entre Latinoamérica y España, tras ganarlo en 2016 Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943).

Creado en 1975 por el Ministerio de Cultura, el Premio Cervantes reconoce la trayectoria de un escritor que con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano y está considerado el más importante de cuantos se conceden en los países de habla hispana.