Días antes de celebrarse las Elecciones Generales de 2011 que retiraron a José Rodríguez Zapatero de la presidencia del Gobierno y auparon a Mariano Rajoy en el cargo, la Ministra de Cultura Ángeles González-Sinde creaba el Premio Nacional de Tauromaquia, dotado con 30.000 euros para el galardonado. Cuatro años después, el reconocimiento se mantiene tal cual, como las otras 30 categorías, presididas siempre por un Jurado independiente que otorga cada galardón anualmente.

El BOE publicó ayer la cuarta convocatoria del Premio de Tauromaquia “destinado a reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la temporada española de 2015”. En casos excepcionales también podría otorgarse al reconocimiento de una trayectoria profesional, pero siempre estará dotado con 30.000 euros.

Los Premios Nacionales no son una materia en la que nos hayamos centrado en esta legislatura, explican desde el Ministerio de Cultura

Las desigualdades en la concesión económica no han sido corregidas en estos cuatro años. El sector del libro sale perdiendo con el resto de categorías sin una explicación clara. Poesía, poesía joven, traducción, narrativa, mejor traducción, literatura infantil y juvenil, cómic, literatura dramática, ilustración, historia de España y ensayo están reconocidas con 10.000 euros menos que el de Tauromaquia. Junto a éste, el de artes escénicas para la infancia y la juventud, la danza (intérprete y coreografía), el circo, las músicas actuales, teatro, moda, televisión y cinematografía, artes plásticas y restauración reciben 30.000 euros. De hecho, el dedicado a la mejor labor editorial así como el fomento de la lectura no están remuneradas.

Tal y como reconoce a este periódico la Secretaría de Estado de Cultura, “los Premios Nacionales no son una materia en la que nos hayamos centrado en esta legislatura”. “Tampoco se ha entrado a debatir si hay muchos o pocos premios. Las desigualdades en las cuantías de las concesiones son desigualdades heredadas”, reconocen desde la institución que dirige José María Lassalle.

Sin criterio

Preguntados por el criterio que fija la cuantía en cada una de las modalidades, desde el Ministerio aseguran que no hay una directriz que los organice y los iguale, sino que cada Dirección General pone los precios que considera. En este sentido, la del Libro, administrada por José Pascual Marco, es la peor parada de todas las áreas. “La cuantía del premio no está vinculada a la importancia del mismo”, indican desde Cultura.

Ignacio Martínez de Pisón, recién señalado como Premio Nacional de Narrativa por su novela La buena reputación (Seix Barral), y Luis Alberto de Cuenca, Premio Nacional de Poesía por Cuaderno de Vacaciones (Visor), declinan comentar esta circunstancia. Curiosamente, éste último tampoco corrigió las desigualdades durante su mandato como Secretario de Estado de Cultura, entre 2000 y 2004. De hecho, las categorías literarias estaban dotadas entonces con 15.025 euros, justo la mitad que las otorgadas por el INAEM, como el Premio Nacional de Teatro (30.50 euros).