Una imagen de la representación 'Yöy'.

Una imagen de la representación 'Yöy'.

Cultura

'Yöy': un poema al contacto en tiempos de distancias

Con algunos, realmente pocos, tropiezos víricos y PCR positivas 'Madrid en Danza' prosigue con su cartel.

2 mayo, 2021 01:17

En la noche del sábado pre electoral, Yöy ha sido la elección para olvidar, por 50 minutos, la disputa, los sobres con balas y la carencia de programas electorales serios que, estos días, enrarece el aire madrileño.

En la Sala Negra de los Teatros del Canal, cuatro bailarines, magníficos todos, nos esperaban como salidos de un atelier renacentista que se me antoja con aires de venecinos californianos, toques tribales y olor a tierra húmeda. Mezcla insospechada que busca un éxtasis grupal mediante frases coreográficas, tan precisas como fluidas.

Con un fondo de música coreana y percusión en directo, asistimos a esta coreografía de Fabian Thomé que nos describe el nacimiento de seres exploradores del contacto y la fusión. Una interacción que los convertirá en algo superior. Por momentos, mi inevitable formación científica me hace pensar en neuronas tímidas en búsqueda de la sinapsis. Por minutos, presenciamos la plasticidad de unos cuerpos que olvidan su osamenta en la búsqueda continua del contacto.

La compañía Full Time dice tener como objetivo compartir la danza y las artes escénicas partiendo de un vínculo común que fomenta la proximidad, la escucha y el definitivo contacto. Un proceso que nos bombardea miles de sensaciones, tan suaves como puras. Las mismas que bebemos sin pausa y con anhelo.

Sus bailarines se muestran experimentados e interconectados, cual raíces que sostienen un bosque. Algo que ya sugiere el propio nombre del espectáculo: Yöy, palabra que significa árbol en el idioma original pemón de la etnia Pemona del sur de Venezuela. En ellos, la improvisación parece ser un elemento esencial para la ejecución de una coreografía, compleja, que no deja espacio al fallo y la vacilación.

Un espectáculo imprescindible, aún más en este mundo pandémico donde cada día la distancia cobra protagonismo, haciéndonos olvidar la necesidad del contacto cálido, humano, real.