En apenas un mes, el mundo ha recibido, atónito, dos tandas de acusaciones sobre acoso sexual al tenor Plácido Domingo. En la primera, a mediados de agosto, fueron nueve mujeres las denunciantes y sólo una dio la cara, la mezzosoprano Patricia Wulf. Ninguna española: sólo la tertuliana Karmele Marchante deslizó que con ella también se había “acercado demasiado”. En esta nueva oleada, son once las mujeres que han revelado su experiencia personal, de nuevo, desde el anonimato, a excepción de Angela Turner Wilson, quien ha relatado que compartió cartel con Domingo durante la representación de la ópera Le Cid en la temporada 1999-2000 de la Ópera de Washington.

Turner confiesa que una tarde, antes de la función, Domingo le "agarró los pechos" por dentro del sujetador cuando estaban juntos en el camerino. Confiesa que “dolió”, que “no fue suave”, que la “manoseó con fuerza” y que ella se sintió “atónita y humillada”. Ella, que tenía entonces tenía 28 años, recuerda que estaba muy ilusionada con el papel de segunda protagonista de la obra, pues sabía que era su gran oportunidad "y el comienzo de grandes cosas". Después del desagradable momento, el artista se marchó. Pero, ¿quién es Angela Turner Wilson; cuál es su trayectoria? Lo cierto es que ha desempeñado papeles principales en muchos de los grandes teatros de ópera de EEUU y Canadá, incluyendo la Ópera de Nueva York, la de Washington, la lírica de Boston, la de Dallas, la de Portland, la de Atlanta, la de Kansas, Connecticut y muchas otras.

La profesional recibió el galardón a Mejor Cantante del año 2000 de la Ópera Nacional de Washington. En su estantería también guarda premios como el Central City Young Artist Award y la beca de la Fundación Sullivan. Ha trabajado como solista y como recitalista y acostumbra a mostrar, además, su lado activista: siempre pendiente de la educación de los más jóvenes y colaborando en varias ONGs. Le interesa fomentar el talento de los críos y participa en la Asociación Nacional de Maestros de Canto, donde asesora e impulsa a artistas incipientes.

Su labor artística no se ha ceñido sólo a los magnos escenarios de la Ópera: interpretó el papel de Caroline Jefferson en la película Miss Firecracker. Actuó en la Casa Blanca de Clinton como solista destacada en la cena de Estado en honor al Primer Ministro de Italia e interpretó God Bless America para la Biblioteca Presidencial George W. Bush. Hoy se dedica fundamentalmente a dar clases de voz en la Universidad Cristiana de Texas y dirige el Festival de la Canción Americana en TCU.

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