Cultura CASO TARJETAS BLACK CAJAMADRID

Vivan los toros: 6.000 euros en corridas con las tarjetas black

Los imputados eran aficionados a la tauromaquia, al Real Madrid, al golf,a los acuarios, zoos y botánicos; al baile y al circo. 

29 septiembre, 2016 00:53

Que Rodrigo Rato era aficionado al golf era conocido por todos. Cuenta la leyenda que a poco de conocerse el escándalo de las tarjetas black, su tarjeta de crédito fue rechazada por su club de golf en la Moraleja por un problema técnico, y todos miraron a otra parte.

Pero el amor por ese deporte era compartido por sus compañeros del consejo de administración y servía para expandir horizontes a la mayoría. Las escapadas al Club de Golf Valderrama, en la provincia de Cádiz, por parte del amigo personal de Miguel Blesa, Alberto Recarte Andrade, rondaban los 2.400 euros. Las de Ildefonso Sánchez Barcoj, número dos de Caja Madrid, al Oliva Nova en Gandía superaban los 3.000 euros.

Las escapadas al Club de Golf Valderrama, en la provincia de Cádiz, por parte del amigo personal de Miguel Blesa, Alberto Recarte Andrade, rondaban los 2.400 euros

La lista es variada y abarca todas las comunidades autónomas: el Sherry Golf de Jerez, el Club de Golf Latoja, el Santa Clara, el Novo Sancti Petri o el Club de Golf Ibiza, donde Ignacio de Navasques, consejero en representación de los trabajadores y ex secretario general de Caja Madrid, se gastó 3.171 euros entre 2008 y 2011. José María Buenaventura, miembro de la Comisión de Control de Caja Madrid nombrado a propuesta del PP, fue el que más gastó de una vez, en Trade Golf: 845 euros. 

Aficionados al Real Madrid

El golf no era la única afición deportiva. Los consejeros son del Real Madrid, o así lo atestiguan sus compras con las tarjetas black: Mariano Pérez Claver, Consejero ejecutivo de Caja Madrid, Carmen Contreras Gómez, directora gerente de Obra Social en Caja Madrid y Pablo Abejas, presidente de la Comisión de Control, eran los más asiduos. Este último gastó 590 euros en entradas.

De todas las actividades de ocio familiar, las más comunes entre los miembros del consejo directivo eran aquellas relacionadas con los animales. Así viene detallado en las facturas de sus tarjetas: María Enedina, consejera de Caja Madrid nombrada a propuesta del PSOE y José María Buenaventura Zabala, miembro de la Comisión de Control de Caja Madrid nombrado a propuesta del PP, preferían el acuario de Madrid.

José Antonio Moral, -consejero de Caja Madrid por IU, gastó 401 euros en el parque temático botánico y zoológico Faunia

María Mercedes de la Merced, ex teniente de alcalde con José María Álvarez del Manzano y miembro del Consejo de Administración de Bankia, optaba por el parque de atracciones de Madrid, mientras que José Antonio Moral, -consejero de Caja Madrid por IU, gastó 401 euros en el parque temático botánico y zoológico Faunia.

Sin duda los consejeros eran también aficionados a los toros. Los que más, María Carmen Cafranga Cabestany, Presidenta de la Fundación Caja Madrid, y Pablo Abejas. Este último gastó 5.777 euros en entradas a la Plaza de Toros de las Ventas, un espacio en el que los abonos de temporada oscilan entre los 100 y los 3.000 euros.

Baile y circo

Algunas actividades culturales de los imputados resultan difíciles de descifrar. Ramón Espinar Gallego, consejero de Bankia a propuesta del PSOE y ex presidente de la Asamblea de Madrid, y Rafael Spottorno, director de la Fundación Caja Madrid y ex jefe de la Casa del Rey, eran aficionados a las escuelas de baile, como aparece detallado. Este último gastó 300 euros en clases de baile.

Otros eran aficionados al circo y a las orquestas, como Francisco José Moure, consejero de Caja Madrid por el PP, que gastó 320 euros en espectáculos circenses. La mayoría, eso sí, compró sus entradas a espectáculos a través de los portales habituales, entradas.com y ticketmaster. Los más aficionados, Sánchez Barcoj y Pedro Bugidos Garay, ex consejero del Tribunal de Cuentas, consumieron más de 5.000 euros en entradas cada uno.

El consejo de Caja Madrid era aficionado al Monumento al Pastor, un conjunto de tres enormes figuras de pastor, zagal y perro, que se elevan sobre la carretera a Vitoria y que fueron inauguradas por Franco en 1961

Las contribuciones de los imputados al Patrimonio Nacional también son reseñables. El consejo de Caja Madrid era aficionado al Monumento al Pastor, un conjunto de tres enormes figuras de pastor, el zagal y el perro, que se elevan sobre la carretera a Vitoria y que fueron inauguradas por Franco en 1961. Pero lo eran más aún a su restaurante, al que solía ir Rubén Cruz Orive, consejero nombrado a propuesta de IU. 

Virginio Zapatero Gómez, exministro socialista y exvicepresidente de Caja Madrid, contribuía con asiduidad al Monumento al campesino, un conjunto arquitectónico situado en el centro geográfico de Lanzarote. El Consejero nombrado a propuesta del PP Manuel José Rodríguez González, que gastó 37.000 euros con las tarjetas black, apenas invirtió 75 € en patrimonio nacional del Palacio Real, y José María de la Riva consejero de Caja Madrid nombrado por el PSOE, que gastó más de 60.000 € en restaurantes, apenas destinó 82.80 € a la restauración de la Sagrada Familia.