Óscar Tarruella se separó de la cantante Mónica Naranjo en 2018, tras 16 años juntos.

Óscar Tarruella se separó de la cantante Mónica Naranjo en 2018, tras 16 años juntos. GTRES

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Qué fue de Óscar Tarruella, el experto (y expareja de Mónica Naranjo) que defendió la teoría del homicidio de Mario Biondo

El expolicía y criminólogo trabajó como perito y asesor de la familia Biondo tras la muerte del marido de Raquel Sánchez Silva. Llegó a recibir amenazas de muerte.

Más información: Los padres de Mario Biondo solicitarán que se reabra el caso: "Hay una gran esperanza de que la verdad por fin va a ver la luz"

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Con una larga trayectoria a sus espaldas como policía y criminólogo, Óscar Tarruella (55 años) ha sido, durante años, una de las voces más mediáticas, -y también más controvertidas-, dentro del panorama forense español.

Expareja de Mónica Naranjo (51), con la que mantuvo una relación durante 16 años y llegó a ser su mánager, Tarruella ha sido agente de los Mossos d'Esquadra. Ingresó en la policía catalana en 1992 y formó parte de la Unidad de Homicidios y Crimen Organizado, llegando incluso a ser condecorado por su labor en la resolución de casos y la desarticulación de bandas.

Sin embargo, lo que lo catapultó a la fama fue su participación en el caso Mario Biondo. Tras la muerte del que fuera marido de Raquel Sánchez Silva (52), ocurrida el 30 de mayo de 2013, fue el perito judicial y asesor principal de la familia Biondo.

La teoría de Tarruella

El experto los acompañó en su cruzada por reabrir un caso que, según ellos, nunca fue investigado con el rigor necesario.

Mario Biondo, primer marido de Raquel Sánchez Silva, fue hallado muerto en extrañas circunstancias. La empleada del hogar encontró su cuerpo sin vida, semiahorcado con un pañuelo atado a una estantería del piso que compartía con la presentadora.

Sobre las circunstancias de su fallecimiento, el criminólogo siempre defendió una teoría contundente: Mario Biondo no se suicidó, fue asesinado. Y lo ha argumentado con firmeza, y durante años, en diversos medios de comunicación y plataformas digitales.

Según sus investigaciones, había más personas en la vivienda la noche de la muerte y el cuerpo del cámara habría sido manipulado posteriormente para simular una muerte autoinfligida.

Tarruella también ha señalado irregularidades y negligencias en la investigación oficial, tanto en España como en Italia.

Ha apuntado que ha habido errores en la preservación de pruebas, omisiones en los informes forenses y comportamientos que, en su opinión, contradicen la versión del suicidio.

Entre los indicios que considera clave se encuentran la postura del cuerpo, la escena del crimen y la eliminación de datos digitales. Una serie de elementos que, para él, confirman la intervención de terceras personas.

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Crítico con el documental de Netflix

Tarruella nunca ha dudado en hablar sobre el caso ante las cámaras. Algo que ha hecho en las principales cadenas de televisión del país, así como en diversos podcasts, en Youtube, -donde hay cientos de vídeos con contenidos sobre su figura, o tras la emisión de Las últimas horas de Mario Biondo, la docuserie en Netflix.

Su postura, tan firme como polémica, lo llevó a enfrentarse abiertamente a la producción de la plataforma en streaming sobre el caso. Acusaba al trabajo audiovisual, estrenado en 2023, de ofrecer una visión parcial y de contribuir a "una narrativa manipulada".

A lo largo de diversas entrevistas, Tarruella se ha quejado de una falta de transparencia institucional, lo que, a su juicio, ha impedido que la verdad salga a la luz.

Hace dos años confesó que había recibido presiones mediáticas e, incluso, amenazas de muerte. Acusó a "gente poderosa" que habían tratado de desprestigiar su imagen.

Lo cierto es que, desde entonces, sus apariciones públicas se han reducido considerablemente. Si durante un tiempo fue un rostro habitual en debates televisivos sobre el caso Biondo, en los últimos dos años han mermado sus intervenciones mediáticas.

El pasado mes de septiembre tuvo lugar su más reciente entrevista. Participó en una entrevista con Uri Sabat, en el que habló de otros casos judiciales polémicos y conocidos en nuestro país, como el de Daniel Sancho.

Óscar Tarruella, con Mónica Naranjo, en una imagen de 2010.

Óscar Tarruella, con Mónica Naranjo, en una imagen de 2010. GTRES

"No tengo nada más que aportar"

El caso Biondo ha marcado un punto de inflexión en la carrera de Tarruella, una de las voces más escuchadas -y consultadas- al hablar de la muerte de Biondo.

En la actualidad sigue analizando comportamientos criminales, así como las grietas del sistema judicial dentro de su actividad como experto.

Más allá del vínculo sentimental que le unió en el pasado con Mónica Naranjo, -cuya relación calificó como "tóxica"-, a estas alturas nadie cuestiona el peso específico de su perfil público.

Ha logrado labrar su buen nombre gracias a su labor y a la publicación de su libro Diario de un agente de homicidios (Plaza & Janés) en el que repasa sus vivencias y reflexiona sobre los desafíos de su profesión.

A día de hoy, llama la atención que no cuenta con perfiles públicos a su nombre. Sí tiene, en cambio, sendas cuentas en TikTok y en Instagram, con el nombre de su trabajo editorial.

A pesar de su popularidad y de llevar dos décadas investigando crímenes, en cada una de sus plataformas digitales no supera los 500 followers.

El pasado 6 de octubre, cuando se supo que la Audiencia Provincial de Madrid ha reconocido que el cámara de televisión podría no haberse suicidado, EL ESPAÑOL se puso en contacto con él.

Este diario ha querido conocer las primeras impresiones de Tarruella sobre el inesperado giro sobre el caso, pero él declinaba profundizar en el tema. "He delegado todo en los abogados de la familia", sentenció a este diario.

Con más de 25 años de experiencia en la investigación de homicidios, Tarruella da por concluida su aportación en un suceso que sigue copando titulares 12 años después. "Ahora ya está todo en manos de los abogados. No tengo nada más que aportar", zanja.