Armando Raúl Castillo, amigo de Ana Obregón, ha sido víctima de la misma estafa que Arancha de Benito.

Armando Raúl Castillo, amigo de Ana Obregón, ha sido víctima de la misma estafa que Arancha de Benito. Instagram

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Raúl, el amigo de Ana Obregón: "La hija de un ejecutivo musical muy conocido me ha robado 2.000 euros en entradas falsas"

Al igual que Arancha de Benito, 'Ra' ha sido engañado por una joven que les ha vendido tickets inexistentes para conciertos de grupos y cantantes de éxito.

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Armando Raúl Castillo (51 años), amigo íntimo de Ana Obregón (70), ha vivido este verano una de las situaciones más surrealistas de su vida. Al igual que le ha pasado a Arantxa de Benito (55), ha sido víctima de una estafa relacionada con la venta de entradas fraudulentas para conciertos de grandes artistas internacionales.

La ex de Guti (48) fue la primera en denunciar la situación a través de sus redes sociales. Aseguró haber sido engañada por parte de "una joven estudiante de 21 años, hija de un alto directivo de la industria musical en España".

Poco después le tocaba el turno a 'Ra', quien ha hablado con EL ESPAÑOL sobre cómo le vendieron entradas que nunca existieron para ver a Coldplay -entre otras figuras- el próximo 22 de agosto en Londres.

"Esto de los conciertos es un fenómeno que se ha puesto súper de moda y las entradas no son nada baratas. En mi caso, me han estafado mucho dinero: casi 2.000 euros", empieza diciendo a este diario.

"Son seis entradas de Bad Bunny, dos de Lady Gaga, tres de ACDC y 15 que pedí de Coldplay. Estamos hablando de un dineral. En Londres, una entrada normal no baja de 200 euros", destaca.

De momento, ni Armando Raúl ni Arancha de Benito han querido desvelar la identidad de la mujer que les ha robado dinero.

"Me pedía el dinero por adelantado"

"Los abogados están ahora estudiando el caso y es mejor ser prudentes, de momento. No te puedo decir quién es, pero te aseguro que es una chica bien conocida", apunta el relaciones públicas. "Es la hija de un directivo importantísimo y muy muy conocido. Evidentemente, no es responsabilidad de él lo que ha hecho su hija".

El modus operandi de la joven parecía sencillo. Acordaba, vía telefónica, con los clientes, qué entradas y qué asientos querían. "A mí me enseñaba pantallazos de plataformas de una plataforma de compra y me decía: '¿Qué zona quieres?'". Yo le decía: 'Quiero esto'. Me pedía el dinero por adelantado y se lo mandaba por Bizum", revela Armando Raúl a EL ESPAÑOL.

Armando Raúl y Arancha de Benito se dieron cuenta de la estafa en el concierto de Dua Lipa (29) en Madrid: "Allí tuvimos problemas para entrar. Las entradas se han ido comprando antes de los conciertos. Cuando llega el concierto de ACDC unos amigos se quedan en la puerta del Metropolitano y no entran".

Facturas falsas

"Había un grupo grande de Arancha", prosigue. Ella llamó a la plataforma para preguntar por esta chica y hacer una comprobación. Y ver qué pasaba con las entradas de Coldplay en Londres. En la empresa le dicen que las entradas no son reales, que no llegan a estar emitidas". Incluso la factura que les hizo llegar era falsa. Tan falsa como sus tramposas gestiones.

Tras destaparse el fraude, tanto Arancha de Benito como Armando Raúl han intentado establecer contacto con la joven. Pero ha desaparecido del mapa.

"Nos hemos puesto en contacto con ella muchas veces. A través de WhatsApp y llamadas. Pero no ha contestado. Al principio nos daba largas: 'Perdona, que estoy con mi abuela.... Que se me ha caído internet... todo el rato dándome largas", detalla Armando Raúl.

"En manos de abogados"

"Le he dicho que me devuelva el dinero y que se termina esta historia. Pero al final Arancha y yo hemos decidido poner el asunto en manos de los abogados", subraya.

El RRPP y mánager lamenta no solo el dispendio económico que le ha supuesto esta trama. "Hay entradas que no eran para mí, eran para mi familia o para amigos. Hay más personas implicadas. Y no solo hablamos de entradas. Hay billetes de avión, de reservas de hotel".

"Jamás dudé de ella porque, al ser quien era, era impensable un engaño", añade. "Lamento que nos haya pasado algo tan surrealista con algo que en principio era un rato de diversión. Lo único que uno quiere es disfrutar de un buen momento. Nada más".

Ahora espera que su caso pueda servir para evitar que otras personas caigan en la misma trampa: "Qué necesidad de echar por tierra la ilusión de la gente... Me da mucha rabia que ahora tenga que llevar a juicio esto, cuando yo lo único que quería era estar tres horitas bailando y cantando, y siendo feliz. Pero tengo claro que lo mejor es denunciar. Porque esto le puede seguir pasando a más gente".